El presidente Joe Biden hizo este jueves llamado para se financien miles de millones de dólares más en gastos en Israel y Ucrania, en un inusual discurso en la Oficina Oval para decir que el apoyo de Estados Unidos es fundamental ambos.

Biden vinculó a Hamás con el presidente ruso Vladimir Putin, cuyas tropas invadieron Ucrania.

Hamás y Putin plantean amenazas diferentes, pero tienen una cosa en común: ambos quieren destruir una democracia vecina”, dijo.

Biden habló unas 20 horas después de regresar de un viaje relámpago a Israel para mostrar la solidaridad de Estados Unidos tras el ataque del 7 de octubre de Hamás, en el que masacraron al menos a 1400 personas en el sur del territorio israelí.

El mensaje de Biden contenía cierta urgencia. Israel está a punto de lanzar una ofensiva terrestre para erradicar a Hamás de Gaza, y las tensiones alcanzaron su punto máximo después de una explosión en un hospital de Gaza.

Biden dijo que Israel no es responsable de la explosión, como afirma Hamás, pero dijo: “No podemos ignorar la humanidad de los palestinos inocentes que sólo quieren vivir en paz y tener oportunidades”.

Biden expresó su preocupación de que algunos estadounidenses se pregunten: “¿Por qué le importa a Estados Unidos que Estados Unidos apoye las guerras?”

“Sé que estos conflictos pueden parecer lejanos”, dijo.

Pero dijo que los adversarios de Estados Unidos están observando cómo se desarrollan ambos conflictos y, dependiendo del resultado, podrían causar disturbios en otras partes del mundo.

Biden pidió un gasto de emergencia que, según funcionarios estadounidenses, ascenderá a unos 100.000 millones de dólares el próximo año para Israel, Ucrania y Taiwán, así como para la seguridad a lo largo de la porosa frontera de Estados Unidos con México.

Según la agencia AP, que citó a fuentes familiarizadas con el tema, de todo el paquete 14 mil millones de dólares serán para Israel.

Al combinar las prioridades en un solo paquete, Biden está probando si se puede persuadir a los legisladores republicanos para que dejen de lado su oposición y acepten gastar en Ucrania, cuya guerra de 20 meses con Rusia ya ha devorado miles de millones de dólares en armas estadounidenses sin un final a la vista.

Cualquier medida de financiación debe ser aprobada tanto por el Senado de Estados Unidos, liderado por los demócratas, donde la ayuda adicional cuenta con apoyo bipartidista, como por la Cámara de Representantes, liderada por los republicanos, que no ha tenido un presidente en 17 días.

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