El reconocido director de cine israelí Ari Folman acusó a Occidente de hipócrita y de carecer de empatía hacia Israel en medio de la guerra contra Hamás en Gaza, informó Haaretz.

Al mismo tiempo, en una entrevista con The Guardian, describió la profunda insatisfacción del público israelí con el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu.

“No permanecerá en el poder. Hay mucha rabia en Israel contra el gobierno y cómo descuidó a los civiles. Una vez que haya un alto al fuego, saldrá”, dijo.

Folman criticó la “inconsciencia total” de Occidente de que Hamás es una [organización] fundamentalista. “No son combatientes por la libertad. Son monstruos enfermos que masacraron bebés y cortaron cabezas. Violaron a no sé cuántas chicas en ese festival de música. Estas cosas, no veo que se hagan eco de ellas”, lamentó.

Como simpatizante del equipo de futbol Liverpool, dijo que le decepcionaron los reportes de que en un partido reciente se permitió izar banderas palestinas al tiempo que se prohibieron carteles que en apoyo a Israel.

Folman es escritor, productor y director de la película animada y docudrama “Vals con Bashir”, que ganó el Globo de Oro a la mejor película en lengua extranjera en 2008 y fue nominada a un Premio de la Academia en la misma categoría.

La película describe los recuerdos de su servicio militar durante la Guerra del Líbano de 1982, a través de una serie de reconstrucciones animadas y entrevistas realizadas con amigos y soldados sobre las masacres de Sabra y Chatila: la matanza perpetrada por milicias cristianas en los campos de refugiados palestinos.

Folman habló con el diario británico sobre un nuevo proyecto cinematográfico basado en testimonios de las familias de los 240 rehenes israelíes secuestrados por Hamás el 7 de octubre como parte de la campaña #BringThemHomeNow (#Regrésenlos a Casa Ahora).

Dijo que hasta ahora ha filmado aproximadamente a 70 personas. Algunas recibieron la noticia de que los cuerpos de sus seres queridos fueron identificados durante su entrevista, transformándolos en familias de víctimas asesinadas.

A pesar de ello, dijo que las familias quieren participar en el proyecto.

“Quieren hacer oír su voz”, dijo Folman. “Además, creo que para ellos hablar de ello es un proceso terapéutico que deben atravesar. No olvidemos que el gobierno los descuidó totalmente durante esa primera semana. Nadie habló con ellos. Caos total”.

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