Enlace Judío – El dolor hay que expresarlo y hay que vivirlo para poderlo curar. Muchas veces cuando estamos en medio de la oscuridad no es sano querer ver la luz, muchas veces necesitamos sentir ese dolor, necesitamos reconocer el abandono al que estamos arrojados para poder curar. Sin embargo, también es importante buscar formas de sanar, y a veces lo que uno necesita no es confrontarse con ese dolor sino ver la luz interna a la cual siempre tenemos acceso y la cual nos permite sobrevivir. A veces lo que necesitamos es esperanza.

De entre todas las cosas horrendas que se han vivido este último mes, podemos decir que aún así hubo historias y momentos que resaltaron por la luz que trasmitieron al mundo. Incluso en todo ese dolor podemos encontrar belleza, podemos vernos como seres humanos y reconocer nuestra humanidad. Una de las cosas que más me sorprendieron, positivamente, fue la forma en que las comunidades judías respondieron frente a la masacre.

Nunca más unidadCuando vi el Facebook y me entere de lo que estaba sucediendo, sentí mucho dolor y preocupación por Israel. Le hablé a amigos míos que nunca han tenido relación con esa tierra y el judaísmo; para mi gran tristeza respondieron de la forma menos empática que he conocido. No entendieron lo que estaba viviendo y no mostraron el más mínimo interés por hacerlo. Sin embargo, cuando hablé con amigos con los que comparto mi origen y cultura pude también escuchar el dolor en su voz, y pudimos acompañarnos.

Sé que mi experiencia es sumamente privada y personal, tengo muy consciente que no necesariamente refleja la realidad del mundo, ni mucho menos (ni tampoco querría incluir a todas mis amistades en ese juicio). Sé que hubo y hay muchísima gente no relacionada con el judaísmo que respondió con empatía a nuestro dolor, que respondieron frente a la masacre y que ofrecieron ayuda. En el fondo de nuestro corazón lo agradecemos mucho. Sin embargo, sí hubo lugares donde el rechazo, la negación de lo ocurrido y el antisemitismo se volvieron muy claros; gente que incluso expresó: “que bueno que los mataron”. Tristemente hay muchos lugares donde los judíos estamos solos frente al mundo; ante ello lo que quiero resaltar es que en esas situaciones nos tenemos a nosotros, y ésa es la esperanza más grande que podemos tener.

No hubo una sola comunidad judía que no respondiera frente a lo sucedido, no hubo una sola que no ofreciera apoyo y ayuda. Estamos tan acostumbrados que no vemos la belleza de esa unidad, ni la grandeza que eso implica, ni el cambio en la historia. “Nunca más” significa nos tenemos a nosotros, “nunca más” implica ni un judío solo en el mundo. Y eso lo hemos logrado. Depende de cada uno de nosotros continuarlo.