Miles de personas salieron este sábado a las calles en las principales ciudades de Israel para pedir elecciones anticipadas y la destitución del primer ministro Benjamín Netanyahu, informó Haaretz.

“No puedo simplemente llorar y estar triste, porque estoy muy enojada”, dijo en Tel Aviv Noga Friedman pareja de Idó Rosental, caído en combate el 7 de octubre. “No quiero que la muerte de Idó y otros sea una historia de sacrificio. Debe ser una acusación contra el gobierno y su líder”.

“Debería estar sentada y en duelo. No debería estar aquí ahora, furiosa porque el gobierno debe irse. Soy yo quien debería estar en casa, triste, pero ya no es posible”.

“¿Cuántas manifestaciones más tiene que haber para que este gobierno comprenda que debe hacer las maletas e irse? Este país está perdiendo a sus mejores hijos e hijas, abandonando a los rehenes y negándose a asumir responsabilidades. Ellos intentan silenciarnos y decir que solo ganaremos juntos, pero juntos debe incluir al gobierno, que ahora está desconectado de todo. La unidad es algo real y hermoso que se está explotando cínicamente para servir a una persona”, apuntó Friedman.

Shirel Hogeg, residente de Ofakim dijo la Plaza Habima de Tel Aviv: “Estamos buscando líderes, y los líderes están buscando a alguien a quien culpar. El liderazgo requiere una reparación. Debemos poner al frente de la sociedad israelí a las personas más talentosas para liderar una reparación social y sanar la brecha que ustedes crearon. Ya no permitiremos que haya un liderazgo fallido que no sea digno del pueblo. Sin derecha ni izquierda, sin mizrajíes ni asquenazíes, sin religiosos ni seculares, solo líderes honestos”.

En Kfar Saba, el exjefe del Shin Bet, Carmi Gillon, pidió elecciones anticipadas debido a la desconfianza en el gobierno.

“Después de 113 días de combates, 1,400 muertos y asesinados y más de 1,600 heridos, es hora de sacar conclusiones”, afirmó.

“No hay manera de que las FDI gestionen una guerra en cuatro frentes simultáneamente. Nuestra dependencia en Estados Unidos es absoluta. Todo ciudadano israelí lo llevará en su conciencia para siempre si los rehenes no regresan a casa, ya sean vivos o muertos”.

“Mi conclusión es que el primer ministro no quiere que la guerra termine y por eso impedirá por todos los medios el regreso de los rehenes. No confiamos en un gobierno que nos llevó al borde de la destrucción. Exigimos elecciones ahora”.

Yeela Raanan, directora del Consejo Regional de Aldeas No Reconocidas en el Néguev, criticó a Netanyahu y su gobierno en su discurso en Be’er Sheva. “Un primer ministro cuyos ciudadanos capturados no están en su mente y ataca a sus familias. Un gobierno que todavía no ha decidido por qué luchamos. Un mandatario que ‘gestiona el conflicto’, transfiere maletas con dinero en efectivo a Hamás y traslada soldados de la frontera para proteger a quienes atacan a los residentes de Huwara, a pesar de la información de inteligencia sobre un ataque inminente”.

“Un gobierno que transfiere miles de millones a políticas sectarias que promueven la ignorancia y fortalecen el control en la Margen Occidental, y toma esos miles de millones de los pobres, los ancianos, las personas sin hogar y de programas para reducir las disparidades y la violencia en la comunidad árabe”.

Yuval, yerno de Keith Siegel secuestrado por Hamás, se manifestó con las familias de los rehenes cerca de la residencia privada de Netanyahu en Cesarea y suplicó al primer ministro: “Se lo pido, venga y hable conmigo, tráteme como un líder a su ciudadano. ¡Dígame que está trabajando duro para salvar a mi suegro! Eso es todo lo que le pido”.

Y agregó: “La única manera de evitar la muerte innecesaria de soldados es firmar un acuerdo de liberación de rehenes. Hágalo ahora, porque pronto no habrá nadie a quien liberar”.

Otro manifestante preguntó: “¿Lo estamos molestando durante su siesta? No hemos dormido durante 113 días, ni por la noche, ni por la tarde, ni por la noche. Vinimos aquí para que nos mire y escuche lo que tenemos que decir. ¿No puede tener un poco de misericordia? ¿Un poco de atención y consideración?

Uri Arad, capturado por Egipto en la Guerra de Yom Kipur, pronunció un discurso en Haifa. “La insistencia de Netanyahu en prolongar el estado de guerra que le sirve a él nos cuesta sangre y sufrimiento innecesario, la sangre de soldados y rehenes por igual. Por lo tanto, exigimos elecciones ahora”.

“En un país civilizado, alguien responsable y culpable de un terrible desastre, de una derrota estratégica que debilitó gravemente la disuasión de Israel y su posición en el mundo, alguien que durante su mandato 1,500 israelíes fueron asesinados, 260 civiles inocentes fueron secuestrados, kibutzim fueron quemados y más de 100,000 ciudadanos fueron desplazados de sus hogares dimitiría de inmediato”.

Dijo que la situación de los rehenes en la Franja de Gaza es muchísimo más difícil que el cautiverio que experimentó porque fue capturado por un Estado y no por una organización terrorista. “Por lo tanto, el gobierno de Israel debe esforzarse por llegar a un acuerdo para su regreso inmediato, incluso a costa de detener el combate”.

El director y escritor Benny Barbash sostuvo que el gobierno es responsable de los ataques del 7 de octubre y de sus consecuencias.

“Este gobierno falló en su deber más básico hacia sus ciudadanos: los abandonó en las garras del monstruo que él mismo crió. Este gobierno es directa, total y absolutamente responsable del holocausto ocurrido en octubre. Este gobierno es culpable de la muerte de 1,300 asesinados”, exclamó.

“Especula sobre el destino de los rehenes y muestra una sorprendente incompetencia para lograr su liberación”, continuó Barbash.

“Nos miente descaradamente sobre la sustancial contradicción que existe entre la eliminación de Hamás y la liberación de los rehenes. Es culpable del desplazamiento de cientos de miles de ciudadanos de sus hogares en la frontera norte y de las comunidades fronterizas de Gaza y no tiene idea de cómo ‘traer a los niños de regreso a su propia tierra'”.

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