¿Puede uno realmente acostumbrarse a la guerra? A 137 días en el conflicto armado entre Israel y Hamas, la gente que lo vive ¿no se hizo ya a la idea? La respuesta es no. Te puedes acostumbrar al esfuerzo físico, el movimiento, la reubicación y las incomodidades que conlleva, pero al miedo del misil que cae mientras corres al refugio, la incertidumbre cuando acechas un área nueva o el dolor que implica la pérdida de una persona querida, incluso el riesgo de su pérdida, son cosas a las que nunca te acostumbras.

Aún así, no importa cuan difícil sea una situación, siempre encontramos cosas que nos ayudan a sobrellevarla. En la realidad más dura, en la oscuridad más espesa, el hombre siempre encuentra un algo al que asirse, una forma no sólo de sobrevivir la situación sino de disfrutarla, de encontrar alegría y belleza en el camino al que se dirige.

Para esto, los israelíes se pintan solos. Desde grupos de acompañamiento emocional, apoyo material, regalos a distancia a los soldados y sus familias, hasta clases de zumba y arte en refugios antibombas saben crear comunidad y recibir la alegría en cuanto se les presenta. Una vez un amigo me dijo que si describiera a los judíos con una palabra escogería “resilencia”. Nunca he estado en un país que en condiciones tan adversas pueda construir tanto y con una sonrisa en la cara. Las siguientes fotos fueron extraídas de distintos sitios, son fragmentos de momentos que se dieron en medio de la guerra. Momentos en que los involucrados pudieron darse compañía o alegría en medio de esta tragedia masiva. Son imágenes de cosas a las que podemos asirnos, incluso siendo tan sólo testigos.

Oren Levin y su violín

La foto fue extraída del Faceboook personal de Goel Pinto, músico destacado que se dedica a la difusión de la cultura musical en Israel. El hombre de la foto es Oren Levin un joven que sobresale por la maestría con la que toca el violín. Tomó fama porque a lo largo de la guerra se le ve tocando entre batallas.

La foto es icónica por más de un motivo. Por un lado, la belleza de encontrar consuelo y paz en la música se ve representada en la imagen, el gesto que tiene el joven al tocar manifiesta un encuentro muy profundo con su arte, una especie de respiro. El hecho de que esté sobre un tanque y muy por otro lado las connotaciones que el violín tiene en la tradición judía. Son elementos que agregan a lo significativo y la belleza de la fotografía.

Shabat en el Ejército

La existencia del pueblo judío es un milagro que celebramos en Purim. Después de tantos siglos de persecución y de prevalecer como minoría entre distintas culturas, en realidad es un milagro que existamos, que nuestras tradiciones continúen y nos identifiquemos como judíos. Shabat en Israel tiene una connotación especial, en situaciones de paz es el día que muchos soldados regresan a casa. Por las condiciones de la guerra esto no siempre es posible. Si bien tradicionalmente Shabat es un día familiar, en ocasiones como está los soldados lo pasan con su unidad y sus compañeros.

Aún así hay muchas organizaciones voluntarias que se encargan de proveer de elementos que los soldados puedan usar para hacer este día especial y pese a las circunstancias se respeta a quienes por creencias santifican este día. También ha habido momentos en ese día, que se le ha permitido a las familias visitar a sus hijos. Entre ellas se organizan para llevar regalos y comida casera a sus seres queridos. En cualquier forma ya sea con los compañeros de la unidad o con la familia misma, Shabat permanece como un día especial donde la unidad y la cercanía se vuelven presentes. La siguiente foto fue tomada del Instagram de “Smiling soldier”.

Soldado regresando a casa

Escuché a un militar decir que la labor de un soldado es la vida, y que quienes saben por qué luchan tienen más probabilidades de sobrevivir. Los soldados pelean por la seguridad de sus familias, por la existencia de su país, por el amor a la gente que los rodea.

Arte en los refugios anti bombas

Desde años anteriores habían surgido colectivos que se dedicaban a embellecer los refugios anti bombas que se encuentran a lo largo de todo el país. Estos recintos ahora no sólo han sido embellecidos, sino que aparte han surgido colaboraciones en las ciudades para volverlos lugares agradables, incluso se llegan a organizar actividades comunitarias como talleres artísticos en ellos. Son formas de hacer más amena la realidad que se vive.