El financiero judío británico Jacob Rothschild, miembro de alto rango de una de las dinastías bancarias más conocidas de Europa, murió a la edad de 87 años, informó Reuters.
Su familia, en una declaración de prensa, calificó a Rothschild como “una presencia imponente en la vida de muchas personas”.
Era “un financiero magníficamente consumado, un defensor de las artes y la cultura, un servidor público devoto, un apasionado partidario de causas benéficas en Israel y la cultura judía, un entusiasta ambientalista y un amigo, padre y abuelo muy querido”, dijo la familia.
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Rothschild, nacido en Inglaterra en 1936, comenzó su carrera en el banco familiar, NM Rothschild & Sons, en 1963 antes de cofundar J Rothschild Assurance Group, que se convirtió en el actual gestor de patrimonio con sede en Londres, St James’s Place.
Estuvo involucrado en muchos proyectos comerciales, incluida la fundación del fideicomiso de inversión RIT Capital Partners, que ha respaldado a una variedad de empresas, desde fondos de cobertura hasta nuevas empresas de tecnología limpia.
Rothschild también era conocido por ser un antiguo mecenas de las artes y fue administrador de la Galería Nacional de Gran Bretaña entre 1985 y 1991.
El presidente Yitzhak Herzog elogió a Rothschild en una publicación en X, elogiando sus contribuciones a Israel, incluido “el impresionante edificio de la Corte Suprema y el hermoso edificio nuevo de la Biblioteca Nacional, que desafortunadamente no pudo ver”.
“La contribución de Lord Rothschild a Gran Bretaña, Israel y el mundo fue de gran importancia e influencia. A pesar de la gran tristeza que acompaña a su separación, especialmente en estos días difíciles, su generosidad y sabiduría serán recordadas con amor y aprecio”, escribió Herzog.
Ed Vaizey, exministro de Cultura de Gran Bretaña, rindió homenaje a Rothschild en X, describiéndolo como uno de los mayores filántropos culturales del país.
Waddesdon Manor, una finca inglesa administrada por la Fundación Rothschild, dijo en X que tanto ella como la fundación estaban “profundamente entristecidos” por la muerte, y calificó a Rothschild de “hombre de negocios, empresario, filántropo y líder cultural”.
La familia de banqueros Rothschild tiene sus raíces en Frankfurt del siglo XVIII, desde donde diferentes miembros de la familia se mudaron a ciudades de toda Europa para construir negocios bancarios.
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