La presidencia iraní de la Conferencia de Desarme de la ONU provocó indignación el lunes, cuando activistas y legisladores estadounidenses expresaron su preocupación por la erosión de la confianza en el organismo internacional.

La sesión de 2024 de la conferencia comenzó en Ginebra a finales de enero y continuará hasta mediados de septiembre. La presidencia de la conferencia rota entre sus estados miembros en orden alfabético, y cada miembro ocupa el cargo durante cuatro semanas.

Irán tomó el poder de Indonesia el 18 de marzo en medio de duras críticas por su incumplimiento de las exigencias y fallos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA).

“¿Por qué @UN_Disarmament cree que es una buena idea permitir que la República Islámica de Irán presida las negociaciones sobre control de armas y acuerdos de desarme?”, preguntó la congresista Anna Paulina Luna en X. “La historia del régimen islámico y las continuas violaciones de los acuerdos nucleares van contra el propósito mismo de la conferencia. Es repugnante que la ONU siga legitimando el régimen asesino de los mulás”, publicó Iran International.

No es la primera vez que se critica a las Naciones Unidas por dejar puestos de liderazgo, por simbólicos o intrascendentes que sean, en manos de representantes del régimen de Teherán.

En noviembre de 2023, el enviado de Irán fue elegido para presidir una reunión del consejo de derechos humanos de la ONU en Ginebra, poco más de unos meses después de la brutal represión de las protestas generalizadas ahora conocidas como movimiento Mujeres, Vida, Libertad. El enviado estadounidense boicoteó esa reunión, calificando el nombramiento de “una afrenta a la conciencia colectiva de la comunidad global”.

Siguiendo ese ejemplo, el lunes, activistas encabezados por la ONG con sede en Suiza UN Watch, pidieron a los estados miembros que boicotearan la sesión plenaria del martes cuando el enviado de Irán “tome el mazo”.

“Instamos a todos los líderes mundiales a DEJAR de legitimar un régimen radical que patrocina el terrorismo en todo el mundo, mata a su propio pueblo por protestar por sus derechos humanos y se apresura a construir una bomba nuclear para amenazar al mundo”, escribieron los activistas en su petición. que reunió más de 13.000 firmas antes del plenario de la mañana del martes.

Irán suele descartar todas esas críticas calificándolas de “ofensiva enemiga” contra el “sagrado sistema islámico”. Todos esos nombramientos en los órganos de la ONU –aunque sean una cuestión de pura formalidad– son recibidos con alegría en Teherán y pregonados con orgullo en las plataformas de los medios.

“El apaciguamiento occidental de Irán, especialmente al asumir este papel, sólo sirve para degradar la institución y sus esfuerzos”, dijo el congresista Mike Gallagher en una declaración emitida el lunes. “A Irán se le debería prohibir ocupar este puesto y desempeñar cualquier papel de liderazgo” en la comunidad internacional, especialmente en lo que tiene que ver con armas de destrucción masiva”.

Irán ha estado almacenando uranio altamente enriquecido (al 60%) durante algún tiempo, según la OIEA, cuyos expertos han dicho que el enriquecimiento a tales niveles no puede explicarse fuera de un programa de armas. Al problema se suma la falta de transparencia y las restricciones impuestas por Irán a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica en el terreno.

A principios de este mes, el jefe de la OIEA, Rafael Grossi, advirtió sobre estar cegados ante las actividades nucleares de Irán. “La Agencia ha perdido la continuidad del conocimiento en relación con la producción [de Irán] y el inventario de centrífugas, rotores y fuelles, agua pesada y concentrado de mineral de uranio”, dijo.

El congresista estadounidense y líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Tom Emmer, lo señaló el lunes y condenó el nombramiento. “Hoy, la Conferencia de Desarme de las Naciones Unidas comienza con Irán como su Presidente, un país que busca descaradamente armas nucleares”, publicó en X. “La decisión de recompensar a Irán con una posición de liderazgo sólo degrada aún más la legitimidad de las Naciones Unidas y su capacidad para defender la paz mundial”.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío