El ministro Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra, calificó la propuesta del primer ministro Benjamín Netanyahu para prolongar la exención del servicio militar de ultraortodoxos como una “línea roja” y amenazó con abandonar el gobierno de emergencia si se aprueba la controvertida ley, informó The Times of Israel.

“El pueblo no lo tolerará, la Knéset no podrá votar a favor y mis colegas y yo no podremos ser parte de este gobierno de emergencia si se aprueba esta ley”, declaró Gantz el domingo por la noche en un mensaje de video.

“Hago un llamado a los ministros del Likud y a los miembros de la Knéset: hagan oír sus voces”, dijo, y enfatizó que la iniciativa de ley representa un “grave fracaso moral” que crearía divisiones sociales, particularmente en tiempos de guerra, cuando la sociedad israelí necesita unirse.

“Aprobar una ley así sería cruzar una línea roja en tiempos normales, y durante la guerra, es como izar una bandera negra sobre ella”.

“No podremos mirar a los ojos a nuestros combatientes tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, a quienes se les pide que extiendan su servicio”, continuó Gantz. “No podremos mirar directamente a los reservistas que están dejando atrás a sus familias y negocios”.

Los comentaristas políticos señalaron que la aprobación final de la ley podría llevar largos meses y, por lo tanto, se podría considerar que la declaración de Gantz le da a Netanyahu cierto margen de maniobra.

La propuesta de Netanyahu no establece una cuota de hombres ultraortodoxos que se alistan por año, informó Ynet. En cambio, fija la edad de exención del servicio militar en 35 años y garantiza que aquellos que no se alisten no serán sancionados. También incluye un plan para establecer batallones ultraortodoxos especiales en las FDI y agregar puestos para jaredíes en los servicios de emergencia y las oficinas gubernamentales.

Según un reporte del Canal 12, la propuesta también estipula que el proceso de aprobación de la ley de reclutamiento no comenzará antes de finales de junio, poco antes del receso de la Knéset.

El gabinete israelí tiene previsto debatir la legislación el martes.

Desde el comienzo de la guerra, el gobierno ha llamado a filas a un total de 287,000 reservistas, ha anunciado fechas de reclutamiento antes de lo previsto para unos 1,300 miembros de programas previos al servicio militar y ha presionado para aumentar significativamente los periodos de reclutamiento y del servicio de la reserva.

Este último plan, presentado por las autoridades de defensa el mes pasado, enfureció a diputados de todo el espectro político y alentó iniciativas de ley para poner fin a las exenciones para ultraortodoxos.

Según la Dirección de Personal de las FDI, unos 66,000 jóvenes ultraortodoxos recibieron exenciones del servicio militar el año pasado, lo que representa un récord histórico.

Una ley que autoriza estas exenciones expiró en junio de 2023, y la regulación temporal que la extendió expirará la próxima semana, después de lo cual los jóvenes ultraortodoxos deberán alistarse al servicio militar obligatorio.

Desde febrero, Gantz y Gadi Eisenkot del partido Hamajané Hamamlajtí han estado promoviendo su propio plan para el alistamiento de ultraortodoxos, que exige aumentos anuales graduales en el número de jaredíes sirven en el ejército, pero no detalla cuotas específicas.

Quejándose de que Netanyahu se ha negado a discutir seriamente su propuesta, Gantz boicoteó a principios de este mes una reunión sobre el alistamiento con la participación del mandatario, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y otros altos funcionarios.

El partido Hamajané Hamamlajtí dijo en ese momento que participará en cualquier discusión sustancial sobre el tema, pero “no será partícipe de ejercicios y trucos a expensas de las necesidades de seguridad del Estado”.

Gallant aseguró esta mañana que se opondrá a la propuesta de Netanyahu y criticó a sus colegas de la coalición por negarse a ser “flexibles” en la cuestión de las exenciones para la comunidad ultraortodoxa.

Antes de partir hacia Washington, donde se reunirá con su homólogo estadounidense, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, Gallant enfatizó que un acuerdo sobre el tema es “esencial para la existencia y el éxito de las FDI”.

“El martes, el primer ministro presentará al gobierno, por iniciativa propia, una propuesta para el alistamiento”, afirmó Gallant. “Mi posición no ha cambiado. No respaldaré ninguna propuesta que no sea acordada por todos los partidos de la coalición y, bajo mi liderazgo, el sistema de defensa no la someterá a legislación”.

El líder de la oposición, Yair Lapid, calificó la propuesta de Netanyahu como “un completo fraude” y agregó que con ella ningún jaredí se alistará en las Fuerzas de Defensa de Israel.

Afirmó que la iniciativa causará “un tremendo daño a la economía y provocará discriminación entre sangre y sangre”.

“Es un insulto a los soldados, a los reservistas, a los caídos y a los heridos. Esta ley no puede aprobarse ante la oposición del Ministro de Defensa y de dos exjefes del Estado Mayor de las FDI“.

Pidió a Gantz y a Eisenkot, ambos miembros en el gabinete de guerra vetar la iniciativa de ley.

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