Una vez más ha comenzado a sonar la idea de una confederación entre los palestinos y Jordania, en esta ocasión tras una serie de reuniones no oficiales en Aman y Cisjordania durante las últimas semanas.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Jordania no ve con buenos ojos la idea, y teme que dicha confederación termine con el reino Hashemita transformado en un Estado Palestino.

Muchos palestinos también han expresado sus reservas ante la idea, argumentando que una confederación pueda dañar sus esfuerzos por establecer un Estado Palestino independiente en Cisjordania, Jerusalén Oriental y la Franja de Gaza.

El tema volvió a entrar en la mesa de discusiones durante la reciente visita a Cisjordania del exprimer ministro jordano Abdel Salam Majali. Ante más de cien palestinos notables reunidos en Nablus, la ciudad palestina más grande en Cisjordania, dijo, “Jordania no puede vivir sin Palestina y Palestina no puede vivir sin Jordania”, e hizo hincapié en que dicha confederación debe crearse tras el establecimiento de un Estado Palestino independiente, y que ello significaría un gobierno y un parlamento conjuntos.

En un raro momento de veracidad, Majali admitió que los palestinos no están “del todo listos para asumir sus responsabilidades, especialmente en el campo financiero, ante la incapacidad de los países árabes de apoyarlos”. Básicamente, lo que Majali está diciendo a los palestinos es que no pueden confiar en que sus hermanos árabes los ayuden a construir un estado, y que Jordania es el único país árabe que se preocupa por ellos.

Aunque algunos jordanos comentaron esta semana que la postura de Majali no representa la del Rey Abdullah o la del gobierno, es difícil pensar que una figura de tal relevancia apoye la idea de la confederación sin algún tipo de luz verde desde el palacio real de Amman.

Un estudio publicado en 2014 reveló que el público jordano se opone de plano a la idea, aun si esta contempla el previo establecimiento de un Estado Palestino independiente en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental. Los jordanos temen que la confederación termine por diluir la identidad jordana, fomente la inestabilidad y socave la seguridad del reino.

El columnista y analista político jordano Fahd Khitan declaró que tal idea “significaría el suicidio del reino Hashemita. […] Los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza no son sólo residentes que puedan ser incorporados a uno u otro país. Los palestinos son un pueblo que tiene su propia tierra, y Jordania es un pueblo que ahora celebra su 70 aniversario”. Así que, básicamente, Kithan les dice a los palestinos: “Los amamos y son un pueblo maravilloso, pero preferimos que se queden lejos de nosotros”.

Aunque la mayoría de los jordanos parecen oponerse a la idea de agregar a otros tres o cuatro millones de palestinos a la población del reino, los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza parecen estar divididos al respecto.

La Autoridad Palestina, que ha fracasado en sus intentos por conseguir un Estado para su pueblo a causa de su incompetencia y corrupción aún no se ha pronunciado. Pero hay signos de que un creciente número de Palestinos ha comenzado a hacerse a la idea de formar parte de Jordania.

La mayoría de los palestinos ha perdido la confianza en la capacidad de sus líderes para establecer un Estado Palestino independiente. Una de las principales razones es la encarnizada lucha por el poder entre la AP y Hamas. Es un conflicto que ha dividido a los palestinos en dos entidades culturales y geográficas separadas.

En semanas recientes, varios líderes de clanes visitaron Jordania como parte de un esfuerzo por fomentar apoyo entre la población para la idea de la confederación. Un miembro prominente del parlamento jordano, el Dr. Mohammed al-Dawaymeh, visitó en fechas recientes Hebron, donde se reunió con los jefes de los clanes más importantes de la ciudad para promover la idea.

Es digno de señalarse el hecho de que la idea de la confederación parece estar ganando terreno entre los clanes palestinos en una sociedad mayormente tribal. Tanto Hebron como Nablus consisten en grandes clanes, y tiene sentido que los dos personajes jordanos hayan elegido concentrar sus esfuerzos en esta zona. Si se logra convencer a los clanes de apoyar la idea, esto crearía una presión sobre los líderes palestinos para que ellos a su vez la apoyaran.

También es interesante el hecho de que algunos palestinos prominentes, entre ellos Ghassan Shaka’ah, exalcalde de Nablus y un importante líder de la OLP en Cisjordania, y el profesor Sari Nusseibeh, un respetado académico y expresidente de la Universidad Al-Quds, parecen apoyar la idea de la confederación – pareciera, una vez más, tras haber perdido confianza en la capacidad de sus líderes para avanzar y llevar a su pueblo a una vida mejor.

Durante las últimas dos décadas, el poder de los clanes ha ido en decadencia, a causa de la presencia de los gobiernos centrales, la AP en Cisjorania y Hamas en la Franja de Gaza. Pero las debilidades de estos dos gobiernos han llevado a los líderes de los clanes a tomar cartas en el asunto y renovar las pláticas alrededor del tema de una confederación con Jordania.

Puede que una confederación entre los palestinos y Jordania parezca una buena idea a largo plazo. Pero por el momento es difícil entender por qué un líder jordano estaría de acuerdo en que millones de palestinos se conviertan en ciudadanos del reino. También es difícil prever que los jordanos acepten absorber a Hamas o a la Autoridad Palestina y compartir el poder con ellos.

Jordania no es el único país árabe que no considera a los palestinos socios confiables. Los jordanos aún conservan dolorosos recuerdos de principios de la década de los 70, cuando la OLP y otros grupos palestinos intentaron establecer un Estado dentro de un Estado en el reino, amenazando la seguridad y la estabilidad de Jordania. Actualmente sólo hay una solución: mantener el status quo hasta que los líderes palestinos despierten y comiencen a trabajar para mejorar las condiciones de vida de su gente y los preparen para hacer la paz con Israel.

Fuente: Gatestone Institute – Khaled Abu Toameh

Traducción: Elizabeth Flores