La parashá (porción de Torá) que se lee esta semana es la de “Vayehkel” en ella se ordena la construcción del Tabernáculo. Una de las cosas que más resaltan es por qué Hashem le ordenó a Moisés que fuera Bezalel, un albañil desconocido, aparentemente sin grandes méritos, el encargado de construirlo. Finalmente ¿no era Moisés el más indicado para hacerlo? ¿no era él quien hablaba con D-os, quien había sacado los judíos de Egipto, el líder del pueblo? ¿por qué entonces uno de los honores más grandes que han existido en la Tierra, construir la casa de D-os, fue dado a un simple campesino? El rabino Raymond Beyda nos explica por qué en su discurso de Shabat.

El trabajo de construir el Mishkán (el Tabernáculo) no era una tarea simple que cualquier albañil pudiera realizar. La energía sagrada (kavaná) que tenía que ser trasmitida a la estructura y los instrumentos tampoco era sencillo para cualquier judío del momento. Moisés tenía razón en asumir que él era la persona más adecuada para la labor.

Sin embargo, Hashem (D-os) le informó que el escogido para realizar la mitzvá era Bezalel, el nieto de Hur, quien se había muerto a manos de una muchedumbre intentando hacer que no cometieran idolatría. Su sacrificio, hizo que su descendencia se ganará el favor de Hashem, por eso mismo, su nieto fue honrado con el honor del Tabernáculo, que después de todo, era la expiación adecuada para que el pueblo limipara el pecado cometido con el Becerro de Oro.

Sin embargo, la pregunta surge: ¿Bezalel no guardaría rencor contra aquellas personas que asesinaron a su abuelo [la muchedumbre] y ese rencor no lo invalidaría para representar al pueblo en su totalidad [incluidos a los que asesinaron a su abuelo] en esta labor tan importante?

La emoción del rencor podría haber interferido con su posibilidad para actuar como portavoz de la comunidad en su totalidad con la pureza de corazón necesaria para realizar el trabajo correctamente. El Midrash nos dice que el Tabernáculo fue construido con tal nivel de pureza, que quedó oculto, pero nunca fue realmente destruido, al igual que los dos templos que luego sirvieron como la casa de D-os. ¿Cómo fue que Bezalel adquirió este nivel espiritual y eliminó todos sus sentimientos negativos?

En Mesilat Yesharim (Camino de los Justos) se describe a la venganza como una de las emociones humanas más fuertes; puede bloquear el sentido común y el pensamiento inclusive de la gente más sabia; es uno de los sentimientos más difíciles de controlar. Bezalel reunió todas sus fuerzas para superar esa energía negativa.

Él sabía que si la Torá le ordena un mandamiento a la persona, eso quiere decir que es posible. [La Torá te ordena deshacerte del rencor y perdonar]. Este poder que él adquirió [perdonando], hizo que se ganará el honor de construir el Mishkan inclusive por encima de Moisés. El amor que les tenía a sus hermanos, fue lo que impulsó a su abuelo [Hur] a sacrificar su vida y ese mismo amor que heredó Bezalel, fue lo que lo hizo merecer un honor tan grande.

A menudo sentimos que nuestras emociones controlan nuestro comportamiento: “No pude controlarme” es una excusa común. Debemos ver que tenemos poderes inclusive más grandes de lo que la razón nos dice, para conquistar nuestras emociones y hacer lo que Hashem nos pide. Cuando entendemos que esto es verdad, incrementa nuestra responsabilidad para obedecer lo dictados de la Torá, incluso frente a los arrebatos más poderosos de las emociones. Si usamos esta energía para perdonar, en lugar de vengar podremos traer la paz a nuestro pueblo y la Redención en nuestros días.
Escrito por Raymond Beyda, traducido y adaptado por Aranza Gleason
Fuente: torah.org