Muchos sabios se han preguntado sobre cómo fue creado el mundo. Si fue creado con el atributo de bondad, ¿por qué las leyes físicas son rígidas e inamovibles? En cambio, si fue creado con el atributo de justicia, ¿cómo es que D-os le permite al hombre trasgredir su ley y le sigue otorgandole alimento? El siguiente midrash nos da la respuesta.

Sefer Ha-Agadá. La misericordia del cielo y la Tierra.

“El Señor D-os hizo los cielos y la tierra” (Gen. 2:4)

Existe la parábola de un rey que tenía copas hechas de vidrio muy delicado. El rey dijo: Si vierto agua caliente en ellas, se expandirán y estallarán; si vierto agua fría en ellas se contraerán y se romperán. ¿Qué hizo? Mezcló agua caliente y agua fría y vertió la mezcla en ellas, y de esta forma permanecieron sin romperse.

De la misma forma el Santo, Bendito Sea dijo: si creo al mundo únicamente con el atributo de misericordia, sus pecados serán demasiados; si lo hago únicamente con justicia, ¿cómo puedo esperar que resista? Así que lo crearé con ambas justicia y misericordia, y de esa forma perdurará.

Fuente: Sefer Ha-Agadá
Traducción: Aranza Gleason