LEON OPALIN

La amenaza nuclear de Irán no solo afecta a Israel o al Occidente, también existe temor en el mundo árabe. El sitio Wikileaks reveló en noviembre pasado que Arabia Saudita y que los Emiratos Árabes Unidos, entre otros países del Medio Oriente, “demandan en privado a EUA lanzar un bombardeo aéreo que elimine el presunto plan atómico de Irán“; las naciones de esa región, que posee dos tercios de las reservas mundiales de petróleo, más que un ataque a ellas por parte de Irán, temen que una acción militar de Israel o de EUA contra este último, interrumpa el flujo de petróleo por el Estrecho de Ormuz, en donde circulan diariamente más de 20 millones de barriles de petróleo, 40.0% de las exportaciones mundiales de hidrocarburos.

Los países árabes del Golfo están comprando masivamente armas para poder enfrentar el poderío militar de Irán; ya han firmado contratos por alrededor de 123, 000 millones de dólares: 67,000 corresponden a Arabia Saudita, a Dubai y a los Emiratos Árabes Unidos, entre 35, 0000 y 40,000, en cada caso, y a Omán y Kuwait, 12, 000 y 7,000, respectivamente. EUA esta complacido con los pedidos de armas en virtud de que adicionalmente a que estos darían cierto impulso a su economía, ayudarán a fortalecer la estructura de seguridad de la región y a garantizar la producción y el flujo de crudo a Occidente.

En este ámbito, el triunfo del partido republicano de EUA en los pasados comicios de noviembre, aumentaran las presiones de la ultraderecha del mismo, la facción denominada Tea Party, para atacar a Irán por su programa atómico militar secreto; incluso el Presidente Barak Obama, señaló, después de que se descubriera que Irán construye una nueva planta subterránea de enriquecimiento de uranio cerca de la Ciudad Santa Chiíta  de Kom, que no descarta la opción militar contra Irán. De acuerdo a un informe del espionaje estadounidense, la planta de Kom sería capaz de producir combustible para un reactor de energía o una  ojiva para misiles de medio y largo alcance o bombas de aviación.

El programa nuclear iraní podría constituir la punta de lanza para una escalada de violencia de los fanáticos musulmanes a Occidente. El Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, expresó recientemente sus temores en este sentido; mencionó que después de haberse derrumbado los Estados Totalitarios, ha surgido en el mundo una nueva etapa de barbarie que podría desatar un Holocausto Nuclear, en clara referencia a la posesión de armas atómicas por parte de los fundamentalistas islámicos. En este contexto, el Presidente de Irán, alienta constantemente  la idea de hacer desaparecer a Israel del mapa, y con su negación del Holocausto, alimenta la discriminación, no solo contra los judíos, sino contra el mundo no musulmán. En este ámbito, destaca que en la Conferencia Internacional sobre Antisemitismo y Negación del Holocausto, celebrada en Dublín, Irlanda, en noviembre pasado, el Subsecretario General de Comunicación e Información de la ONU, Kyo Akasa, declaró que la negación del Holocausto “es una forma de antisemitismo que hiere a las personas que más sufren, los sobrevivientes, y hace extensivo el sufrimiento a todos los judíos, como un recordatorio de la crueldad y del vil intento de eliminar a cada miembro de sus familias“; la ONU esta buscando asegurarse de que la gente en todo el mundo cuente con más información sobre los eventos que causaron el Holocausto y prevenir genocidios futuros.

La intolerancia de los grupos radicales musulmanes se deja sentir cada vez más en el mundo, de aquí que los reclamos contra ellos se multipliquen; así, el Primer Ministro de Australia hizo un llamado a los musulmanes que residen en  ese país para que se integren al mismo, sin que ello implique la negación de su fe, en caso contrario, los invita a abandonar Australia y a regresar a sus lugares de origen.  Así mismo, en Noruega el Ministro de Relaciones Exteriores afirmó en octubre pasado, que su país rechazará las donaciones millonarias de Arabia Saudita y varios empresarios musulmanes para financiar la construcción de Mezquitas en Noruega, “porque sería una paradoja y antinatural recibir financiamiento de una nación donde no hay libertad religiosa, recordando la prohibición que existe en Arabia Saudita para la construcción de Iglesias”.

En este marco, Geert Wilders, del Partido por la Libertad de los Países Bajos ha expresado que en Europa se ha creado un mundo paralelo de la sociedad musulmana derivado de la inmigración en masa;  han surgido miles de mezquitas con congregaciones más grandes que las que existen en las iglesias. Los musulmanes están imponiendo las reglas, incluso en Inglaterra los tribunales de la Sharia son parte oficial del sistema jurídico británico. Wilder afirma que con 55 millones de musulmanes en Europa, el continente se esta islamizando, y ello significa que prevalece la intolerancia, porque cada palabra del Corán, es la palabra de Alá, y por lo tanto, no está abierta a discusión. El Corán pide odio, violencia, sumisión y terrorismo.  La Jihad, Guerra Santa, es un deber para cada musulmán.

Al final de cuentas, el islam se ha convertido en una ideología política totalitaria que se opone a la democracia; el islam está en el corazón del terrorismo.

El Presidente de Israel, Shimón Peres, ha dicho que el mundo con el terrorismo nunca podrá ser gobernado.