ENRIC GONZÁLEZ/ EL PAÍS

24 de octubre 2011-  Los gobiernos de Israel y Egipto acordaron ayer un canje de presos. Ilan Grapel, un joven con ciudadanía israelí y estadounidense detenido el pasado mes de junio en El Cairo bajo acusaciones de espionaje, será intercambiado por 25 presos egipcios en cárceles israelíes, entre ellos tres menores.

El acuerdo ha sido oficialmente desvinculado de la mediación egipcia que permitió el pasado martes la liberación del soldado Gilad Shalit a cambio de 1.027 presos palestinos, pero fuentes próximas a Benjamín Netanyahu admiten que una negociación facilitó la otra.

Grapel se convirtió en un personaje relativamente popular en la plaza cairota de Tahrir durante la revuelta que acabó con la presidencia de Hosni Mubarak. Participó en todas las manifestaciones y gracias a su dominio del inglés mantuvo frecuentes contactos con la prensa extranjera. La policía egipcia le detuvo el 12 de junio con cargos de espionaje, pero por falta de pruebas sólidas y ante el relativo desinterés del Gobierno israelí, muy raro de haberse tratado realmente de un espía, sustituyó la acusación inicial por las de incitación al delito, insurrección y destrucción de bienes públicos, las mismas aplicadas a miles de activistas egipcios.

Curiosamente, fue el Gobierno de Estados Unidos el que solicitó con insistencia la liberación de Grapel. Al parecer, Washington pidió ayuda a Israel porque sus presiones sobre Egipto no daban resultado.

Los presos egipcios que entrarán en el canje son en su mayoría beduinos y están condenados por delitos comunes, como contrabando y robo. La lista de excarcelados ha sido confeccionada por las autoridades egipcias. Los términos concretos del canje deberían ser acordados este martes.