JOSÉ KAMINER TAUBER PARA ENLACE JUDÍO

La palabra hebrea que designa a las leyes alimenticias judías es kashrut, que se deriva del vocablo kasher y significa calidad, pureza, apto y apropiado. A diferencia de lo que comúnmente se cree, el kashrut no se refiere a un tipo específico de comida, sino que es un término que explica el sistema de matanza y preparación de los alimentos de acuerdo al ritual judío, y cuyo significado está determinado por un conjunto de criterios religiosos. Las leyes de las comidas permitidas y prohibidas en la ley judía son varias.

Si nos atenemos a la primera fuente bíblica, en el libro del Génesis, cuando el texto nos habla acerca de la cercanía del diluvio universal, de Noé y el arca que Dios le manda a construir para salvarlo a él y a su familia del castigo, como también es la primera división entre animales puros e impuros que se menciona. Las limitaciones que son impuestas a la dieta de un judío las encontraremos en los textos de los libros siguientes de la Torah, donde se habla de las leyes del Kashrut, la comida apta para el consumo se basa en una idea fundamental: El hombre es en parte lo que come o ingiere. Si va a comer animales salvajes, va a añadir en su personalidad rasgos de agresión que esos animales poseen. Otra idea que se sostiene, tiene que ver con la frase que encontramos en Deuteronomio XIV-1-2-3: «… Hijos sois del Señor, vuestro Dios… porque eres un pueblo santo al Señor… no comeréis ninguna cosa abominable…»

A lo largo de los siglos el tema del Kashrut ha provocado múltiples polémicas. Muchos han criticado lo que consideran simplemente un ritual.

Para quienes desconocen sus fundamentos, estas leyes se reducen a una serie de medidas justificables con métodos de matanza animal.

El Kashrut, lejos de ser un tópico anticuado, continúa formando parte de los más relevantes principios de la tradición judía. A pesar de las críticas, pruebas científicas han demostrado las ventajas de esta legislación dietética.

Asimismo, uno de los aspectos más controversiales del Kashrut, el referente al sacrificio animal, sobresale hoy como uno de los métodos de matanza más humanitarios. Las leyes judías no sólo limitan las especies animales que pueden ser utilizadas por el hombre para su alimentación, sino que, además, indican la manera más piadosa para realizar la matanza, con el objeto de recordar al ser humano que el comer carne es una concesión divina y que debe reverenciar toda forma de vida.

La importancia del Kashrut está, por lo tanto, en lograr la santidad para aprender a reverenciar la vida: “Porque yo soy el Señor vuestro Dios, vosotros os santificaréis y seréis santos, porque yo soy santo: (Levítico 11:44). El judío quiere santificar sus impulsos primarios así como los actos cotidianos para que la vida misma llegue a ser sagrada. De este modo, algo tan común y ordinario, como es el acto de comer, se ennoblece a través de las leyes que establecen qué y cómo se debe alimentar el hombre.

El judaísmo elevó la satisfacción de todas las necesidades básicas del hombre, que no es diferente a ningún animal, a un grado digno. Maimónides, el gran filósofo judío del siglo XII afirmaba que las leyes del Kashrut ayudan a controlar nuestros apetitos, a restringir deseos y a evitar considerar el placer de comer y beber como el fin de la existencia del hombre.

Regulaciones

Dentro del Kashrut destaca la estricta prohibición con respecto al consumo de sangre: “Solamente que te mantengas firme en no comer sangre, porque la sangre es vida” (Deuteronomio 12:23). Esta restricción se fundamenta en que la sangre simboliza la esencia de la vida y que debe reverenciarse.

Toda partícula de sangre debe ser extraída a través de la “Melijá”, proceso en el cual se deja remojar la carne en agua fría durante media hora. Posteriormente se le agrega sal gruesa para que salga toda la sangre; se deja secar por una hora en una tabla inclinada y finalmente se lava cuidadosamente.

Separación de carne y leche: los Productos de carnes y lácteos (o sus derivados) no deben ser combinados entre sí. Luego de comer carne y antes de tomar leche o comer lácteos, es necesario esperar seis horas. Luego de comer lácteos, es necesaria al menos una espera de media hora.

Algunas autoridades exigen que se espere una hora completa. La mayoría de los quesos requiere una espera de seis horas antes de poder comer productos de carne. Se deben utilizar juegos separados de platos, ollas y cubiertos para comidas de carne y de leche.

Se le llama “Pareve” a las comidas que no contengan carne o leche, o sus derivados, que pueden ser combinadas tanto con carne como con leche.

Pescado, frutas, granos, huevos, y la mayoría de las bebidas y jugos son Pareve.

El Kashrut constituye un recordatorio permanente de la identidad y raíces del judaísmo, y como tal, muchos pueblos antagónicos al judío han tratado de abolirla. A lo largo de la historia, bajo cielos distintos y circunstancias diferentes, los judíos fueron obligados a transgredir la legislación dietética; muchos de ellos prefiriendo perder la vida antes de traicionar su fe. Así sucedió con los macabeos ante la persecución griega, con los judíos de Alejandría, con los cripto judíos en España, en la Rusia zarista y en la Alemania nazi, incluso hasta nuestros días, aún existen aquellas voces que escudándose en pretensiones supuestamente humanitarias, pretenden abrogar uno de los rasgos más distintivos del ritual hebreo.

El Kashrut es parte del modus vivendi judío, que demanda autodisciplina y exige el ejercicio de la voluntad. Estas leyes dietéticas han servido a la vez como un factor más de unidad entre los judíos a lo largo de los siglos.

El pueblo judío ha perdurado a través del tiempo, mientras otras naciones surgieron y dejaron de existir, a pesar de una persecución sin paralelos. Este es un hecho histórico que desafía cualquier explicación racional. Hemos sobrevivido únicamente por habernos sujetado con garras y uñas a nuestras sagradas y divinamente inspiradas tradiciones. Nuestra firmeza de carácter es un resultado de la disciplina y contención. Al observar las leyes del “Kashrut”, fortalecemos la integridad de nuestras familias, la seguridad de Israel y la unidad de la nación judía en todo el mundo.

Cuando hablamos de Kasher le Mehadrin nos referimos a la palabra que significa literalmente Mehadrin, embellecido o embellecida. Alguien que sigue un estricto nivel del Kashrut puede considerar el haber embellecido o embellecido los mandamientos de Dios y, por tanto, se dice que es de mantenimiento de la Mehadrin Kasher. La palabra Kasher significa legítimo, mientras que Pareve y Mehadrin son las formas en que se describen como alimentos Kasher.