EXCELSIOR

17 de octubre 2012.-El gobierno suizo congeló casi mil millones de francos suizos (mil 70 millones de dólares) relacionados con los gobernantes déspotas de cuatro naciones árabes, indicó un funcionario helvético.

Valentin Zellweger, titular de la Dirección de Derecho Internacional del ministerio de Exteriores helvético, hizo el anuncio ayer.

De ese dinero, 60 millones de francos (49.6 millones de euros) pertenecen al clan Ben Ali, dictador de Túnez; 700 millones de francos (579 millones de euros) al entorno del ex mandatario egipcio Hosni Mubarak; 100 millones de francos (82.7 millones de euros) a la familia del libio Muammar al Gadhafi; y otro centenar de millones de francos (82.7 millones de euros) pertenecientes a los allegados del actual presidente de Siria, Bashar al-Assad.

Los cuatro casos se tratarán de forma diferenciada porque las órdenes de bloqueo tienen distinto origen.

En el caso de Libia y Siria, los bloqueos llevados a cabo por orden del Consejo Federal helvético (gobierno) se hicieron respondiendo a las sanciones impuestas a sendos países por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y por la Unión Europea.

En el caso de Túnez, el Consejo Federal bloqueó unilateralmente los fondos del clan Ben Ali cinco días después de que el Presidente tunecino se exiliara en Arabia Saudita.

Respecto de Egipto, el gobierno helvético congeló unilateralmente los fondos del clan Mubarak media hora después de que el déspota anunciara su dimisión como jefe del gobierno.

El Consejo Federal bloqueó 410 millones de francos (339 millones de euros) y el Ministerio Público otros 290 millones de francos (240 millones de euros).

Una vez realizadas estas acciones, cabe a la justicia suiza investigar sobre ese caudal “en colaboración con la justicia del país implicado, eso es esencial”, explicó Zellweger. “Debemos saber si ese dinero ha sido obtenido ilegalmente o es lícito, y eso cabe a un juez decidirlo”, agregó, al tiempo que recordó que es un proceso que no es nada fácil y lleva tiempo.

En relación a los dos casos concretos de Túnez y Egipto, Zellweger apuntó que en ambos no se trata sólo de rastrear las cuentas pertenecientes a los dos déspotas, sino a un total de 80 personas de su entorno, 30 egipcias y 48 tunecinas.