Elecciones en Irán:  la lucha interna
ESTHER SHABOT
Nada indica que lo que está en juego es la posibilidad de una reforma que saque a ese país del modelo dictatorial islamista. 26/05/2013 00:30El 14 de junio se celebrarán elecciones presidenciales en Irán.Ahmadinejad no podrá postularse de nuevo, ya que la legislación sólo permite una reelección, lo cual no significa que el actual Presidente esté dispuesto a marginarse de la vida política y los centros de poder. De hecho, la efervescencia que se registra en estos días en el país persa indica que se ha desatado una fuerte batalla entre dos bandos que anteriormente fueron aliados en la tarea de gobernar a Irán. Hace unos días, el Consejo de Guardianes de la Revolución, organismo de 12 miembros que representa la voluntad del supremo guía, el ayatola Khamenei, descalificó de la carrera presidencial a un ex presidente, Hashemi Rafsanjani, y a otro político de nombre Rahim Mashaei, uno de los funcionarios más cercanos a Ahmadinejad.En el escenario político iraní el dominio total que ejercen el guía supremo y los miembros de su camarilla se revela con claridad en la facultad que poseen de aprobar o no a quienes pretenden competir ya sea por el cargo presidencial o por los escaños parlamentarios. Así, el veto a Rafsanjani y Mashaei dio la señal, sobre todo en el caso de este último, de que la ruptura entre el ayatola Khamenei y el presidente Ahmadinejad es un hecho. El escalamiento en la tensión se mostró además hace un par de días, cuando los servicios judiciales y de seguridad nacional emprendieron arrestos de simpatizantes de Mashaei, lo mismo que allanamientos de locales y residencias donde éstos actuaban. Todo ello bajo acusaciones vagas y sin información de a dónde se les trasladó. De igual manera cinco portales de la web de línea pro-Ahmadinejad fueron clausurados. Antes de estos últimos hechos, corrieron rumores de que el actual Presidente expondría públicamente casos de corrupción de sus opositores con objeto de contrarrestar la embestida de éstos contra la gente deAhmadinejad.

Algunos medios están describiendo esta confrontación como una lucha entre, por un lado los conservadores (Khamenei y acompañantes), y por el otro, los reformistas (Rafsanjani yMashaei). Sin embargo, basta una mirada a las trayectorias y proclamas de los dos candidatos vetados para concluir que ambos están tan imbuidos de la ideología teocrático-represiva con que funciona el régimen iraní, como lo están sus actuales contrincantes. Rafsanjani es un hombre que jugó un papel clave en la creación de la República Islámica, mientras que Mashaei es conocido por argumentar que su pretensión de ser Presidente proviene del mandato recibido del “Imán Oculto”, es decir, el doceavo imán desaparecido hace siglos y quien dentro de la narrativa islámica chiita es considerado una especie de Mesías (Mahdi) que reaparecerá para efectos de la redención final.

Nada indica, pues, que lo que está en juego en las elecciones de junio es la posibilidad de una reforma seria que saque a Irán del modelo dictatorial islamista. La confrontación arriba descrita es más bien una lucha entre dos segmentos que comparten una misma visión político-religiosa, pero que a pesar de su alianza previa han entrado en colisión por motivos que probablemente tienen que ver con diferencias tácticas y repartos de espacios de poder y prebendas grupales. Y lo que resulta también decepcionante es que entre los ocho candidatos ya aprobados para competir por la presidencia se hallan ni más ni menos,Mohzan Rezai y Ali Akbar Velayati, dos figuras señaladas y perseguidas por la Interpol por ser sospechosas de la autoría intelectual del bombazo del edificio de la AMIA en Buenos Aires en 1994.

En las elecciones previas de 2009 había en el panorama una modesta esperanza de cambios que liberalizaran y moderaran la vida iraní. En las próximas de junio, aun esa modesta expectativa parece haber desaparecido, por lo cual es de esperarse una baja participación ciudadana en el ejercicio electoral.

Fuente: Excelsior