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BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

29 junio.- La Teniente de Aviación Israelí, Yael Rom, fue la primer aviadora de la Fuerza Aérea de Israel (FAI).  Recibió las Alas que la acreditaban como aviadora militar el 27 de diciembre de 1951, para lo cual, tuvo que vencer  los obstáculos que le pusieron los hombres desde su ingreso al curso de aviación,  después para ser admitida en  la FAI y posteriormente para autorizarla a participar en 1956 en la Guerra de Suez, y  luego de muchos titubeos del mando,  recibió orden de incorporarse al Escuadrón No 103 que ejecutaría   la “Operación Machiesh”, para lanzar paracaidistas israelíes en el Paso de Mitla, Sinaí, Egipto;  más tarde, durante cuatro noches,  evacuó  heridos del frente de combate;   hizo vuelos transportando suministros para las tropas judías y aterrizó en “Sharm el-Sheik” el 3 de noviembre, cuando este punto estratégico cayó en poder de las Fuerzas Armadas de Israel. Capacitó cadetes para aprender a volar.

En la Universidad Hebrea de Jerusalén, con su nombre de soltera, Yael Finkelstein, se graduó como Licenciada en Historia y Ciencias Políticas y obtuvo la Maestría.

Fue Primer Oficial de “Arkia Airlines”.  En el Instituto Technion hizo investigaciones en materia educativa.  Creó la Unidad de Apoyo Académico para los Grupos Minoritarios y Discapacitados.  Creó la asignatura: “Mujeres Jóvenes en el Siglo XXI” y estimuló a diversas  jóvenes a seguir la carrera de Ingeniería.  En 1974 estableció el Consejo de la Mujer en la oficina del Intendente de Haifa.

Se casó con el Profesor de Aeronáutica, Josef Rom y tuvo tres hijos.

A pesar de la oposición masculina que dudaba que tuviese serenidad, equilibrio y valentía para participar en la guerra de 1956,  finalmente logró el respeto y admiración de todos.

Vivió de 1932 a 2006.

A su muerte, la Ciudad de Petack Tikvá,  puso el nombre de Yael Rom a una Calle.

Logró hacer una labor muy distinguida,  militar y humanista, que algunas personas del sexo masculino jamás harán,  al grado, que su ejemplo inspiró a diversas mujeres y gracias a ello, la FAI cuenta con varias aviadoras.

En la Parashá Pinjás, se lee que se hizo censo del Pueblo de Israel en las Planicies de Moav, junto al Jordán,  y los hombres serían dotados de tierra,  pero este beneficio o herencia,  no abarcaba a las mujeres,  por lo que las Hijas de Tzelofjad:   Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirtzá,  protestaron y acudieron ante Moisés y el Sacerdote Elazar, delante de toda la población,  y aclararon:  Nuestro Padre murió en el desierto  y no tuvo hijos,  por lo que solicitaron se les diese la herencia correspondiente.  Moisés consultó a A’ y la respuesta fue:  “Justo hablan las hijas de Tzelofjad; ciertamente les darás posesión de herencia en medio de los Hermanos de su Padre,  haciendo pasar la herencia de su Padre a ellas” y se dictó la Mitzvá: “Cuando un hombre muriere sin tener hijo, haréis pasar su herencia a su hija;  y si no tuviere hija, daréis la herencia a sus hermanos y;  si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre; y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia al más cercano  pariente suyo, uno de su familia y éste la heredará”.  Esto pasó a ser Estatuto de Juicio.

Los códigos del mundo en esto se fundaron para establecer reglas de la herencia.

Pero la Mujer adquirió los mismos Derechos del Hombre.

La Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas proclamó la igualdad de Derechos entre Mujeres y Hombres.

Sin embargo se sigue practicando el “machismo” mediante el cual,  las actividades de la mujer son censuradas por los “machos”,  que pretenden bestialmente imponerse.

Yael venció al “machismo” militar y demostró su alta calidad como aviadora militar,  por ello su ejemplo es guía para otras mujeres.

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