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VANESSA ALEMÁN

Enlace Judío México | Con la mirada llena de orgullo y el timbre de voz transformado en un cúmulo de emo­ciones, Jacobo Zabludovsky se reconoce a sí mismo como de los pocos capitalinos que pue­den presumir haber nacido en la ‘auténtica’ Ciudad de México.

“Los lugares que dan sentido a la Ciudad son donde pasé mi niñez: el viejo convento de la Merced; la calle de Correo Mayor, República del Salvador, San Jerónimo, donde aún está la escuela primaria donde cursé los seis años; Regina, sitio que alberga la secundaria donde estudié; San Ildefonso, por su Escuela Nacional Preparatoria desde donde ingresé a la Uni­versidad Autónoma de México”, son las calles que conforman el plano vital del periodista.

Estos lugares son aún sitio común de su día a día; Zabludovsky aún frecuenta las librerías de viejo en Donceles y restaurantes de tradición como El Cardenal; en suma, se podría asegurar que hoy por hoy nadie conoce el corazón del DF como Jacobo Zabludovsky.

Fuerte arraigo

Nacido en la colonia Doctores, fue en realidad La Merced el barrio que lo vio crecer; ese sitio desgastado por el paso del tiempo, entre calles deteriora­das y saturadas de comercian­tes, es lo que Zabludosvsky reconoce como su hogar; hijo de David Zabludovsky y Raquel Kraveski, comerciantes de reta­zos de tela, no olvida su origen y trabaja por su recuperación.

“Tenemos que transfor­mar La Merced para el mundo moderno sin destruir ni una sola pared de lo que nos legaron los antiguos habitantes; vamos a conservar todo su sabor, belleza, riqueza arquitectónica, sus vie­jos palacios y vecindades, sus parques, calles, fuentes, leyendas y por supuesto su poesía, para que también la disfruten nues­tros hijos y nuestros nietos”, resaltó el también abogado.

El Gobierno de Miguel Ángel Mancera lo integró como consultor en los trabajos para el rescate de este sector, sede histórica del comercio capitalino.

‘Defeño’ de cepa

En escenarios diversos, quien fuera titular del noticiero más influyente de la historia de México, vivió y propició trans­formaciones importantes para la capital, como el rescate al Centro Histórico, que según sus palabras nació de una entrevis­ta a María Félix, ‘La Doña’.

“Un día, en una entrevista, María Félix me dijo que el Centro Histórico olía a orines y tenía razón. Ahí fue donde inicia el rescate y hoy tenemos un lugar que es ejemplo para la huma­nidad y sin duda el atractivo turístico más importante que tenemos en la República Mexi­cana”, narró el locutor.

El periodista ha atestigua­do cambios y sucesos de todo tipo en la capital; unas de sus coberturas más recordadas fue la del sismo de 1985, donde se convirtió en la única fuente de información en momentos trá­gicos; ya en radio, también fue el único en cubrir el momento en que el Congreso desaforó a Andrés Manuel López Obrador.

Entre su propia historia y su desarrollo profesional, Zabludo­vsky es una figura mayor en la capital. Tal identidad la refrenda incluso en su apoyo a la reforma política del DF.

“En la Ciudad hemos visto un gran progreso en materia de­mocrática y creo que si adquiri­mos más soberanía tal progreso se acentuará”, señaló.

RECONOCIMIENTO LEGISLATIVO

En 2013 recibió la medalla Eduardo Neri, que otorga el Congreso federal a ciu­dadanos ejemplares.

Zabludovsky, testigo de la fundación

Emblema del periodismo mexicano, Jacobo Zablu­dowsky vio nacer hace 65 años el gran proyecto periodístico de su querido amigo, Federico Bracamontes Gálvez, fundador de Diario de México.

“Estuve en la fundación de Diario de México, lo vi nacer, lo vi crecer, así como al Diario de Morelos y algunos otros proyectos periodísticos, pero Dia­rio de México es el más exitoso, porque continúa consolidándose como uno de los periódicos más emblemáticos de la capital y ya se puede considerar entre los más antiguos”, relató el periodista en alusión a nuestro aniversario.

Jacobo conoció a Federico Bra­camontes cuando cursaron juntos el bachillerato y desde entonces consoli­daron una amistad duradera.

“En el caso especial de Diario de México lo fundó un querido amigo mío, Federico Bracamontes, a quien recuerdo con cariño, compañero mío de la escuela Nacional Preparatoria y de la Facultad de Derecho”.

Resaltó que los periódicos son una herramienta que, a lo largo de la historia de la capital, han abonado a la libertad y democracia de la Ciudad, además de ser nicho de periodistas que trabajan por la sociedad.

“Un periódico siempre es una for­ma de fortalecer la democracia, el Dia­rio de México es parte de la construc­ción y el mantenimiento de nuestro sistema democrático, pero además es una casa de trabajo para gente como yo, que de eso ha vivido toda su vida”, apuntó Zabludowsky.

Fuente:diariodemexico.com.mx