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LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Fiesta de Jubilados/Mexicaltzingo

El sábado antepasado asistí al convivio que Don Paco, uno de los principales ex directores del Banco para el que trabajé durante 25 años, lleva a cabo en su rancho, una o dos veces al año, una reunión para jubilados de la Dirección de esa institución. En esta ocasión por primera vez participó un grupo musical de jubilados de León, Guanajuato, que “no cantan mal las rancheras”, interpretando canciones vernáculas, románticas y clásicas mexicanas que se han internacionalizado, como “Granada” de Agustín Lara. Sobresalieron los sonidos de un acordeón y de un contrabajo. La música alentó el espíritu artístico y bohemio de por lo menos media docena de jubilados que se animaron a cantar ante un público que desbordaba entusiasmo y alegría.

Al igual que en las reuniones previas, se ofreció una misa en memoria de los jubilados fallecidos y para “pedir a Dios”, por los que están enfermos. El sacerdote que pronunció la homilía, quien recientemente recibió un homenaje en una Universidad particular por 40 años de docencia en temas teológicos en esa institución, expresó que en virtud de que la misa era privada, no era necesario seguir estrictamente el ritual de esta, de aquí que indicara que durante su alocución los presentes podían permanecer sentados; por lo demás, explicó que por ser mayor de edad, tenía problemas en las rodillas y no podía levantarse y sentarse continuamente, que lo importante era la devoción de los fieles, más que la liturgia; romper con la rigidez de la liturgia es práctico y atrae a los fieles. Observé que quizá por su senectud, los jubilados conocían todos los rezos, eso no sucede con fieles más jóvenes.

La asistencia al rancho de Don Paco se ha visto mermada en virtud de la muerte o por enfermedad de jubilados. Cada vez es mayor el número de participantes que sobrepasan los setenta años y varios ya son octogenarios. En lo que va del año no se han anunciado decesos de compañeros; sólo se mencionó que uno de ellos, de alrededor de 65 años, recientemente tuvo una embolia y su estado de salud es delicado. Los rostros ya agrietados de un gran número de concurrentes, su pelo blanco, sus movimientos lentos y en algunos casos espaldas encorvadas, provocan una reflexión profunda; la mayoría nos conocimos hace más de cuarenta años, cuando nuestra apariencia era vigorosa. No obstante, muchos aún están incorporados a la actividad productiva y/o desarrollan labores artísticas o filantrópicas, viajan por la república y el mundo.

El convivio culminó con una rica barbacoa y avisos o comentarios generales; en esta ocasión se expresó uno que con crudeza indicaba que en el presente “en el Banco se degradaba a la gente”. Si bien a los jubilados nos tocó vivir una “época de oro”, inclusive existía un paternalismo excesivo; hoy día las políticas laborales se han ido al otro extremo; los directivos se han deshumanizado, e incluso, frecuentemente se violan los derechos laborales del personal. Viva la globalización y la ausencia de valores fundamentales en la conducción de muchas empresas en México y en el ancho y contaminado mundo devastado por la codicia humana.

En el contexto de mis visitas a sitios de interés cultural o religioso, que en este espacio he mencionado, el domingo pasado mi esposa y yo fuimos invitados por nuestros amigos, Ninfa y Miguel, a conocer la Parroquia de San Mateo Mexicaltzingo ubicado en la población del mismo nombre, cabecera de ese municipio en el Valle de Toluca, al sur de la capital del Estado de México, colindante con el municipio de Metepec, conurbado a la Ciudad de Toluca, famoso por sus artesanías de barro. En Mexicaltzingo, con una población actual de 12,000 habitantes, se asentó el pueblo Matlazinca; en ese sitio existió un lago; la orden de los Frailes Franciscanos construyó la Parroquia que fue terminada en el siglo XVII.
La Parroquia está presidida por un atrio (espacio abierto) de grandes dimensiones; durante un tiempo, no precisado, fue utilizado como Campo Santo (panteón). La Parroquia de gran tamaño, tiene varias cúpulas. El interior muestra un trabajo de restauración y decoración importante, que reemplazó a figuras de santos y cuadros con motivos religiosos, que me imagino fueron saqueados. Asimismo, posee múltiples candiles, algunos bastante grandes; un piso prácticamente nuevo de parquet y un número relevante de molduras doradas. A mi entender, la remodelación resulta grotesca; los cuadros están mal pintados. Se invirtieron muchos recursos, que según las malas lenguas provienen “del narco”. Sin embargo, los habitantes de Mexicaltzingo se sienten muy orgullosos de su Parroquia.

Ese domingo, en el atrio de la Parroquia se llevó a cabo la ceremonia de Pentecostés, el quincuagésimo día, que pone término a la festividad judía de Shavuot que tenía un carácter agrícola, en virtud de que era cuando se entregaban al templo las primicias de las cosechas; más adelante, Shavuot se convertiría en recuerdo y conmemoración de la Alianza del Sinaí, realizada 50 días después de la salida de los judíos de Egipto, cuando Moisés recibió de Dios las Tablas de la Ley. Los mandamientos divinos, Mitzvot, contenidos en la Torá (Pentateuco) suman 613; empero, se les ha dado un significado especial a los que constituyen el Tratado de Dios que selló con el pueblo judío, escribiéndolos en tablas de piedra.

Para los cristianos, Pentecostés celebra “la venida del Espíritu Santo que iluminó a los apóstoles para que difundieran por el mundo la fe, con ello se inició propiamente la actividad de la Iglesia”. La celebración tiene una fecha móvil, empero, debe ser en domingo.

La homilía de los sacerdotes fue realizada en el atrio de la Parroquia ya que esta no podía albergar a la multitud de fieles que concurrieron a la celebración. La misa fue larga, a mi parecer un poco aburrida, en la que se intercalaron relatos sobre la vida personal de los sacerdotes oficiantes. Me llamó la atención que uno de ellos exhortó a la concurrencia a que rezaran por su salud y “que no los criticaran”; esto es entendible a la luz de las inconformidades de muchos fieles por los actos de pederastia que han salido a la luz pública y que en buena medida derivan del celibato que la Iglesia ha impuesto a los religiosos, y que en el nuevo testamento, no existe tal condición.

Después de la visita a Mexicaltzingo fuimos a comer a un restaurante de Toluca, en donde pasamos un buen rato con nuestros amigos, comentando las vicisitudes que enfrentamos con nuestros respectivos hijos, que no son pocas.