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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

La evidencia de que han existido variantes en el formato de los rezos es muy antigua. Al principio, en la época de la Mishnah, no se cuidaba de manera especial el texto de las plegarias. De esa época no se conoce ninguna versión escrita de los rezos. Todos se lo tenían que saber de memoria y eso inevitablemente llevaba a variaciones en la estructura y contenido de los rezos.

La existencia de diferentes versiones de los rezos es comparable a la existencia de variaciones en las prácticas halájicas. Los rabinos decían que todos tenían que seguir la costumbre de sus padres o del lugar donde vivían. Las diferencias eran aceptadas siempre y cuando no violaran las disposiciones de la Halajá y se les daba la categoría de “costumbre” religiosa. El rabino Isaac Luria decía que por eso había doce puertas diferentes para entrar a Jerusalem, una para cada rito.

Los cambios ocurrían por las contínuas expulsiones y migraciones de comunidades judías que se dispersaban en diferentes direcciones y llevaban su rito a otras comunidades, unas veces manteniéndolo, otras adoptando el del nuevo lugar y otras creando uno nuevo. En la actualidad hay básicamente 5 ritos (Nusaj) diferentes en uso: El Nusaj Ashkenazi, el Nusaj Hasidico, el Nusaj Sefaradi, el Nusaj Yemenita y el Nusaj Italiano. Estos dos últimos de uso sólo local.

El Nusaj Ashkenazi se basa en el rito establecido por el Rav Amram Gaon, siguiendo las costumbres de Eretz Israel. Pareciera que un grupo de judíos salieron de Israel hacia Italia, de ahí a Francia, especialmente a la frontera franco alemana y de ahí a los países de Europa del Este. El rito ashkenazí se inicia en Francia en el siglo 12, cuando ese país era el principal centro del judaísmo de Europa Occidental. Se consolidó en una versión más definitiva en Alemania, en la época de los Tosafot, los sabios que siguieron después de Rashi, el gran comentarista del Tanaj y el Talmud.

El Nusaj Jasídico, practicado por los alumnos y seguidores del Baal Shem Tov, está basado en el Nusaj Ashkenazi, pero con cambios importantes en el orden del servicio y con adiciones y eliminaciones influidas por la Kabalah del rabino Luria. Se distingue por duplicar muchas de las plegarias, resultado de no eliminar textos que estaban repetidos en los cambios del rabino Luria.

El Nusaj Oriental o Sefaradí se deriva del que usaban los judíos en España antes de su expulsión. Babilonia fue el origen de los judíos que llegaron a la península por el norte de África. La “Época de Oro” del judaísmo español produjo una poesía religiosa de la más alta calidad intelectual y literaria. Después de la expulsión de España, los judíos españoles se establecieron en el Imperio Otomano a donde llevaron sus rituales. El aumento de la influencia de la Kabalah en las generaciones posteriores ayudó a diseminar este Nusaj a países como Iraq y Persia.

Esta diversidad en los ritos enriquece la experiencia de rezar. También en este aspecto el Judaísmo es plural. Por eso, qué bueno que ellos recen de forma diferente.

Preparado por Marcos Gojman.
Bibliografía: “A Guide To Jewish Prayer” del Rabino Adin Steinsaltz.

Fuente:alreguelajat.com