LA MEIDELE EN EXCLUSIVA PARA LA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – ¡Ya es navidad! Y por supuesto que ya saben que significa eso para los paisanos… ¡VACACIONES! Pero como en cualquier aspecto de la vida judía en México, las vacaciones de diciembre de los paisanos tienen sus peculiaridades.
La familia se reúne, después de varios años de no estar todos juntos, por el aniversario 60 de los abuelos y deciden hacer el plan más cómodo para todos: encerrar a 30 personas que van de los 80 a los 3 años en un barco que salga, por supuesto, de Miami. Pero los abuelos se encargarán toda la semana de recordarle a todos que el viaje no es solo por su aniversario, sino que es cumpleaños de un tío, un nieto se graduó de primaria, una nieta se comprometió (y hasta trajo al fiancee) y una tía puso un nuevo negocio. ¡Puras najes!
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Lo básico es que se haga una t-shirt del viaje, debe de ser en un color vistoso, tener la leyenda de “(colocar apellido) Family’s Vacation” y contar con una foto (desactualizada porque hace mucho no se veían toda la familia en el barco, el rosa neón o amarillo chillón no fallan, debes escoger un color original; pues obviamente los paisanos escogen un barco a donde van más paisanos y todos hacen lo mismo. De ley, la bobe y las tías se van a pasear por todo el barco presumiéndole a todo mundo a sus nietos e hijos, sin importarles que la gente se pone incómoda cuando la cara de algún niño queda justo en las “idishe tzitzkes”.
Las cenas son estrictamente obligatorias para todos, pues la familia (colocar apellido) es súper unida y hay que demostrarlo. En el comedor se hace una mesa larguísima en donde a duras penas se puede tener una conversación, más que con las dos personas de tus costados. Todos deben estar listos y en el restaurante a las 8:30 p.m. puntuales, si alguien llega tarde todos lo verán con una mirada reprobatoria, pues no tiene idea lo meshuguene que se puso el shpilkoso del zeide porque llegaron a las 8:45 p.m. Después de la cena nadie puede ir a ningún lado sin una buena sesión de fotos de todos en las escaleras del barco, para la siguiente t-shirt.
También está la cuestión de los cuartos, pues los nietos ya no están tan chiquitos como en el aniversario número 50 de la bobe y el zeide. Para empezar está la parte de la controversia, pues la nieta más grande ya está comprometida y está compartiendo cabina con el novio. Mientras en el resto del mundo la mayoría de las parejas viven juntas mucho tiempo antes de casarse, los paisanos abordan la situación así: “¿Pero cómo puede ser?” se la pasa cuchicheando la bobe con una de las tías “Si todavía no están casados, yo no lo permitiría… pero allá ellos, no se ve bien”.
Luego está el cuarto de los primos, en donde al más grande (14-15 años) le contaron sus amigos que el barco es una de las mejores oportunidades para ligar, pues las gringas son más precoces (por decirlo de alguna manera). Así que siempre se escabulle del cuarto a media noche para colarse a la disco, los primos preocupados le hablan a sus papás y éstos descubren que está ligando con chavitas. Lo malo de este tipo de situación es que cuando vas en familia seguramente te van a molestar todos tus tíos en absolutamente cada oportunidad que se les presente.
Otro tema es la participación en los concursos y actividades del barco. Por ejemplo, los tíos más jóvenes deciden participar en el “Newly Wed Game” y contestan preguntas de su intimidad sin estar conscientes de que están siendo grabados. Ganan el concurso y pasan su video en repetidas ocasiones en el canal de tele del barco. O el tío más excéntrico participa en el concurso de piernas en la alberca y sus hijas no tienen en dónde esconder la cara; pues ya hicieron nuevos amigos cool y les da el peor oso su Papá.
La verdad es que estas son experiencias maravillosas y para toda la vida, en donde la familia se une y las risas son inexplicables. Pero después de una semana encerrados en una caja de metal en medio del océano y rodeados por muchos más paisanos que solamente tu familia… al regresar a casa por fin podrás descansar de las vacaciones.
