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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La violencia en la frontera norte de Israel puede continuar, mientras Hezbolá e Irán imponen nuevas reglas sobre Jerusalem y Beirut.

Por Avi Issacharoff

Todo pudo haber terminado de otra  manera. Si el ataque de Hezbolá cerca de Har Dov hubiese cobrado más muertos para las FDI como se creía inicialmente, Israel y Hezbolá probablemente estuviesen en camino a una guerra total.

El público habría exigido de Netanyahu y Yaalon una respuesta agresiva contra Hezbolá. En medio de una candente temporada electoral, resulta difícil creer que hubiesen sido indiferentes a tal presión.

Afortunadamente para todos los lados, tan cínico como pueda parecer, Netanyahu y Ya’alon pueden absorber las consecuencias del ataque, sobre todo cuando la alternativa es tan desagradable – una escalada de violencia con Hezbolá.

El grupo libanés aclaró que desea calma. Al menos por ahora. Ese fue el mensaje inequívoco transmitido a los funcionarios de UNIFIL.

La organización supuestamente vengó los presuntos asesinatos de sus comandantes en manos de Israel, una narrativa reflejada jueves por la mañana en los medios de comunicación libaneses afiliados a Hezbolá.

Pero posiblemente Hezbolá, o para ser más exactos, la Guardia Revolucionaria de Irán, intente llevar a cabo una venganza mucho más grande.

Sin duda, Israel tendrá que volver a actuar en contra de diversas fuerzas iraní-sirio-libanesas que intenten perpetrar ataques o continuar el contrabando de armas avanzadas, y Hezbolá responderá a las acciones israelíes.

Las nuevas reglas

Esta mañana, Samy Kalib, comentarista del diario Al-Akhbar, afiliado a Hezbolá, describió el objetivo del ataque del miércoles, así como las nuevas reglas del juego.

El secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrala, pretendió enviar un mensaje a Israel señalando que pasó la época en la que el grupo libanés no respondía a los ataques israelíes.

En segundo lugar, Hezbolá demostró que tenía la capacidad de atacar a soldados israelíes pese al estado de alerta en el lado israelí y el hecho de que había transcurrido muy poco tiempo desde el ataque contra el Golán sirio que mató a Jihad Mughniyeh y el general iraní Muhammad Ali Allahdadi.

En tercer lugar, Hezbolá está creando un equilibrio de terror con Israel demostrando que no ha abandonado el frente con el “enemigo sionista”, a pesar de estar ocupado en Siria e Irak.

Según Kalib, el mensaje más importante que la organización pretende transmitir a Israel es que ya no es posible separar entre los frentes de Siria y Líbano y de hecho, Hezbolá no sólo se vengó por la muerte de Mughniyeh, sino también por la sangre iraní y siria derramada en el presunto ataque israelí.

La venganza de Hezbolá entonces, es que Israel está recibiendo a Irán en su frontera, según Kalib, sin especificar el significado: Israel pagará un precio más alto que antes  por cualquier intento de eliminar esta presencia.

De hecho, afirma, las acciones de Hezbolá abren un margen de maniobra para el equipo iraní en las negociaciones con las potencias occidentales sobre el futuro del programa nuclear de Teherán, lo que indica que las reuniones de alto nivel en las capitales europeas también se han tomado en cuenta.

Y, por supuesto, uno no puede escapar de la política libanesa. El comentarista afiliado a Hezbolá, explica que el grupo debe decidir el momento y lugar para atacar a Israel, independientemente de lo que suceda en Beirut.

“Hezbolá desea decir al ‘interior del Líbano‘ que el conflicto con Israel es distinto a otras cuestiones, aunque el grupo actúe en contra de la Resolución 1701, que sirve de excusa para desarmar a la organización.”

En otras palabras, el mensaje enviado por Hezbolá e Irán a otros grupos y comunidades en el Líbano es: “No nos importa lo que piensan.”

Y quizás este comentarista vinculado con la organización terrorista trata de insinuar que Líbano ya se ha convertido en territorio iraní bajo control de Hezbolá.

Traducido desde Times of Israel para Agencia de Noticias Enlace Judío México