MAY SAMRA Y MIRIAM BALEY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO.

Salo Grabinsky es un consultor, escritor y periodista mexicano con veintiocho años de experiencia en el tema de emprendedores y empresas familiares. Su columna titulada “Del Verbo Emprender” se publica semanalmente en el Excelsior. Ha escrito y publicado diecisiete libros sobre estos temas y frecuentemente da seminarios y conferencias alrededor del mundo. Salo ha obtenido diversos premios, entre los que destacan el Premio a la Mejor Ponencia en el Congreso Mundial de Emprendedores en Singapur en 1992.

Con motivo del 25 aniversario de su columna, Salo reunió sus artículos en un libro “XXV Aniversario del Verbo Emprender”. En  las oficinas de Enlace Judío nos platicó acerca del mismo,  otorgó algunos consejos empresariales y compartió algunas historias que ha visto durante su larga trayectoria.

¿Cómo inició su aventura de Asesor en Empresas? Nuestras Escrituras explican que todo viene de la mujer, y el caso de Salo Grabinsky no es una excepción. La columna “Del Verbo Emprender” inició “por culpa de mi esposa. Ella es la mujer que más admiro y quiero después de mi mamá. Es socióloga y me llevó un día a una cena de sociólogos”.  Allí se encontró con Juan José Cochen y le entregó sus memorias de pequeño empresario- las cuales ya había enseñado a alguien más y obtuvo la respuesta de que no servían para nada. Una vez que las vio, le dijo textualmente “Salo, ya eres columnista del periódico Excélsior, tu columna se va a llamar ‘Del Verbo Emprender’ y va a salir en la primera página de la sección financiera el día 31 de octubre de 1986”.

Y el resto es historia: a los seis meses dejó lo que estaba haciendo y se ha dedicado por 29 años a las empresas. “Sigo teniendo mucho trabajo y muchas gratificaciones; muchas tristezas también porque te metes muy a fondo en las familias pero aprendes cosas, escribes, produces, te dan premios y también está el libro del XXV aniversario, para que queden huella de mis andares”.

Enlace Judío rifará dos ejemplares de la obra de Grabinsky,  “un libro divertido, pero también un libro de cabecera”.

“XXV Aniversario del Verbo Emprender” relata historias y presenta consejos para emprendedores, para mujeres que tienen empresas y también para empresas familiares, siendo estas últimas ha sido su especialización durante los últimos 28 años. “Lo que trato de hacer es darle consejos a las personas. Hay gente que quiere crecer a como dé lugar y hay otras que si crecen demasiado se van a dar un golpe”. En la obra hay consejos sobre la edad correcta para retirarse y qué hacer una vez que las personas ya no trabajan. “No quiere decir que no vuelvas a hacer nada en la vida, sino retirarte a tiempo para que hagas otras cosas que te gusten y que sean útiles y productivas, como ir a ayudar- pero en serio-, hacer cosas de voluntariado, además de dar dinero”. También aparecen historias de parejas que se divorciaron y los problemas que tuvieron por ser socios de sus empresas.

A Grabinsky le gusta prevenir y no llegar únicamente cuando la familia ya tiene problemas financieros y el patrimonio se está acabando, sino poner reglas y estructuras para que las empresas funcionen y continúen.

Los problemas empiezan cuando el papá no quiere soltar el negocio y quiere ser el patriarca para siempre. Entonces, cuando lo suelta, ya es muy tarde porque se da cuenta de que los hijos nunca aprendieron a manejar una empresa, sino siempre a obedecer al papá. Cuando los hijos comienzan a tener pareja, aparecen otros problemas por los esposos y esposas y, cuando llegan los nietos, a veces ya no hay empresa. Mi función es tratar de evitar que eso suceda, al poner reglas claras y algo llamado protocolo familiar, es decir, lugares donde puedes hablar y tratar los problemas en familia”.

Lo importante, dijo nuestro entrevistado, es que haya comunicación y respeto pero también apertura para hablar y, finalmente, que sepan manejar un negocio para no llegar en malas condiciones a la tercera generación.

Respecto a los principales problemas de las empresas familiares de la comunidad judía en México, nos comentó que el primero es “los jefes de la empresa que todavía no quieren entender que el mundo cambió. Todavía manejan los negocios como cuando nuestros padres y abuelos llegaron. La primera generación no ha tratado de ponerse al día”. El segundo problema es ver todo como familia y darle a todos lo mismo- aunque unos sepan hacer de todo y otros, nada. Y el tercero es no aprender de administración moderna, de tecnología e Internet. “Ya el Internet es todo: pagar impuestos, hacer negocios, ver películas y entender el mundo de una manera distinta. Y todavía hay gente que se resiste a eso y es algo muy grave”.

Analizando un poco la situación de muchas pequeñas empresas judías, expresó que varias “han quebrado por falta de conocimientos o de visión y porque, en muchos casos, quisieron hacer una empresa familiarizada y no una real. Lo bueno es que mucha gente joven de la comunidad está viva y llena de energía e ideas y vienen a mí a decirme ‘tengo este plan’; ahí el chiste es que lo mezclen con administración de verdad y, obviamente, que le echen ganas”.

Salo Grabinsky ha apoyado a más de trescientas empresas y lo buscan tanto en México como en el extranjero. Dijo que ha perdido algunas amistades “porque les dije lo que tenía que decirles”. Sin embargo, añadió que “esto es como ir a misa, como dicen en México, vas si quieres. Lo que hago es de buena fe y de manera totalmente imparcial”.

El empobrecimiento de la comunidad judía de México se ha dado porque ya no hay tantos emprendedores. “Una cosa muy importante que le he dicho a todas las comunidades es que no debemos olvidarnos de nuestras raíces. Nuestros abuelos llegaron a México, en un noventa y cinco por ciento, con muy poca educación real, muy pobres, con hambre y, además, perseguidos por diferentes países. Tuvieron muchos problemas para sobrevivir en un país extraño, con una idiosincrasia diferente que a casi todos los judíos de México nos encanta, y con una religión completamente distinta y mira cómo le hicieron. Grandes personas. Y los que siguieron fueron personas educadas, como ingenieros, doctores, físicos, científicos, licenciados, administradores. Pero, ¿sabes qué? Estamos perdiendo las ganas de emprender”. Por ello, se deben recuperar esas ganar para lograr los objetivos, a pesar de la competencia que exista en cada rubro.

¿Cuál es su consejo a la comunidad?

“Que recuperemos nuestra esencia. La esencia de nuestros padres y abuelos que llegaron aquí pero que también la mejoremos totalmente con educación, capacitación, tecnología y trabajo fuerte. Esencia, más todos los conocimientos de los jóvenes y adultos de ahora, y las carreras y el deseo de prosperar”.

Considero que la comunidad es vibrante. Y es vibrante porque tiene doctores maravillosos, ingenieros, ejecutivos en varias empresas, hay gente en el gobierno y científicos que le están dando mucho al país. Y no necesariamente es hacerse rico; lo importante es dejar algo. Creo que debemos hacerlo mejor. Educación. Muchísima educación y más educación. Cuando acabes, te sigues educando por el resto de tu vida”.

El libro estará pronto en algunas librerías pero quienes quieran adquirirlo antes, pueden comunicarse a la oficina de Salo Grabinsky a los teléfonos 5294 8407 o 5294 8633 o, bien, mandarle un correo electrónico a [email protected].