SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – UNESCO anuncia que el pueblo del periodo de la Mishná con sus 30 cuevas de enterramiento es el noveno Patrimonio de la Humanidad de Israel; el lugar donde Rabí Yehuda Hanasí, jefe redactor de la Mishná, residió y fue enterrado.

Por Itamar Eichner, Ahiya Raved, Roi Kais

Entrada a la Cueva de Féretros Parque Nacional Bet Shearim
Entrada de la Cueva de Ataúdes, Parque Nacional Beit Shearim (Foto: Israel Autoridad de Naturaleza y Parques)

La Conferencia del Patrimonio Mundial de la UNESCO el domingo declaró al parque nacional de Beit Shearim en la Baja Galilea Patrimonio de la Humanidad.

Beit Shearim fue un asentamiento próspero durante el período de redacción de la Mishná (del siglo 1 al 3 AEC) y el sitio incluye 30 cuevas de enterramiento donde fueron enterrados los ricos y los estudiosos de la época, entre ellos el jefe redactor de la Mishná, el rabino Yehuda Hanasí.

Beit Shearim es el noveno sitio en Israel en ser reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. De los 21 países miembro, 17 votaron a favor – India, Turquía y Senegal – y cuatro países se opusieron activamente – Líbano, Qatar, Argelia y Malasia.

Beit She’arim era considerado el almacén regional de grano durante el período de la Mishná. Según el historiador Flavio Josefo, estos fueron los graneros de la reina Berenice, hermana de Agripa II, que gobernó el país bajo los romanos en el siglo I dC.

Rabí Yehuda Hanasí vivió la mayor parte de su vida en Beit Shearim, pasando solo los últimos 17 años de su vida en el pueblo no lejano de Tzipori. En su última voluntad y testamento, pidió ser enterrado en Beit Shearim, que convirtió al pueblo durante el siglo 3 ACE en la necrópolis (ciudad de los muertos) judía de su tiempo.

Muchos querían ser enterrados junto al rabino Yehuda como alternativa al entierro en Jerusalén, donde estaba prohibido ser enterrado debido a edictos romanos emitidos en su momento, cuando Jerusalén era una colonia romana con el nombre de Aelia Capitolina.

El impulso para incluir el sitio en la lista de sitios del Patrimonio Mundial fue liderado por el embajador de Israel ante la UNESCO y la OCDE, Carmel Shama-Hacohen, y el departamento de organizaciones internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Una vez declarado Patrimonio de la Humanidad, el estado y la autoridad que lo poseen tienen la obligación de mantener el sitio y su entorno, protegerlo del desarrollo que encaja con su espíritu y carácter. Tal declaración lleva a un aumento en el número de turistas que visitan el sitio.

Una cueva de enterramiento en Beit Shearim (Foto: Ziv Reinstein)
Una cueva de enterramiento en Beit Shearim (Foto: Ziv Reinstein)

La Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel dijo el domingo que el sitio es el cementerio más antiguo y más densamente poblado de Israel, y uno de los lugares de enterramiento más concurridos en el mundo romano, similar a las catacumbas de Roma.

“Este es el cementerio judío antiguo más importante, y contiene una amplia variedad de estilos arquitectónicos de entierro, con una variada riqueza de arte romano oriental clásico, combinado con el arte popular, con cientos de inscripciones en cuatro idiomas – hebreo, griego, arameo y Palmyric”.

El arqueólogo jefe de la Autoridad, el Dr. Zvika Zuk, dijo después del anuncio:. “Beit Shearim es un testimonio conmovedor de nuestros antepasados, que casi no tiene igual en ningún otro lugar en el mundo. Durante la visita a la necrópolis de Beit Shearim, uno siente latir el corazón del pueblo judío”.

Menorá en una cueva de enterramientos en Bet She'arim. (Foto: Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel
Menorá en una cueva de enterramientos en Bet She’arim. (Foto: Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel

El año pasado, Beit Guvrin fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Otros sitios previamente agregados a la prestigiosa lista fueron la Reserva Natural Nahal Me’arot, los lugares sagrados bahá’ís en Haifa y Galilea Occidental, la Ruta del Incienso y sus pueblos nabateos, los tels bíblicos de Megiddo, Hazor y Beer Sheva, La Ciudad Blanca de Tel Aviv, Masada y la Ciudad Vieja de Acre. La ciudad vieja de Jerusalén y sus murallas fueron los primeros en ser declarados patrimonio israelí por la UNESCO, en 1981.

Shama-Hacohen dijo: “Este increíble logro de un apoyo sin precedentes demuestra que Israel inicia movimientos positivos con decisión y con prudencia y no se limita a defenderlos y hacer retroceder, y que puede cosechar frutos incluso en foros problemáticos tales como organizaciones de la ONU”.

El fin de semana, la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad a Al-Maghtas, el sitio del bautismo de Jesús en el río Jordán. Jordania lo pintó como una gran victoria para ellos a la luz de los intentos de Israel, argumentan, de apropiarse del sitio.

Jordania tiene en su territorio varios sitios de Patrimonio Mundial, como Petra, Wadi Rum y Um er-Rasas (Kastrom Mefa’a).

Fuente: Ynet News

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