Corrigiendo un error histórico, Doreen Alhadeff, residente de Seattle, y otros descendientes de judíos sefarditas vuelven a tener entrada a ‘casa’ con las nuevas leyes españolas y portuguesas de ‘derecho al retorno’.

Doreen Alhadeff
Joseph y Doreen Alhadeff (desde la izquierda) firmando sus papeles de ciudadanía española el 2 de febrero, 2016, Torremolinos, España. (cortesía)

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Cuando Doreen Alhadeff firmó sus papeles de ciudadanía española en Torremolinos, España, hace unas semanas, se convirtió en la primer estadounidense judía en adoptar oficialmente la inusual ley 2015 de España. Por primera vez desde que fueron expulsados ​​del país hace más de 500 años, la nueva legislación, y una ley similar en Portugal, permite a los descendientes de judíos sefarditas la opción de reclamar derechos nacionales.

Después de meses de recopilación de documentos y pasando por numerosos aros legales, Alhadeff, una abuela de 65 años de Seattle sabía que estaba haciendo historia.

“Me sentí un poco como si estuviera caminando en los pasos de mi abuela, que fue la primera mujer sefardí en llegar a Seattle”, dijo Alhadeff después de la ceremonia de la firma. “En ese momento pensé en ella, y por supuesto, en mis padres, que habrían estado orgullosos de este logro”.

El marido de Alhadeff, José, que viajaba con ella, también tiene intención de presentar la solicitud una vez que aprenda español, una habilidad que su esposa recogió durante sus años de colegio en la España de los años 60 y finales de los 70.

“El requisito del idioma para mí y otros muchos nos impide aprovechar esta oportunidad única y maravillosa”, dijo Joseph Alhadeff. “Me siento muy orgulloso de mi esposa y feliz por los sefardíes de todo el mundo de tener esta oportunidad”.

Doreen Alhadeff es una de los seis estadounidenses que completaron el proceso para obtener la ciudadanía y doble nacionalidad. Ella ya ha abierto archivos de solicitud para sus nietos.

“Esto se está convirtiendo en un mundo global”, dijo. “Con este pasaporte español, no se necesita visado de trabajo en toda la UE. Es uno de los mayores regalos que puedo dar a mis nietos”.

Sin embargo, solicitar la nacionalidad española no es tarea fácil. Una vez que los aspirantes a ciudadanos abren un archivo de solicitud digital en línea y cargan las copias de un pasaporte, un certificado de nacimiento y la prueba de verificación de antecedentes del FBI, necesitan dos documentos firmados, por lo general de un rabino o el presidente de una congregación o sinagoga, que dará fe de las conexiones históricas de los solicitantes sefardíes.

También deben pasar una prueba de iniciación a la lengua española, junto con un análisis de la cultura y los valores españoles.

El 13 de enero de 2016 el Ministerio de Justicia de España informó que 1.016 solicitantes de muchos países habían iniciado el proceso, dijo Luis Portero, abogado de la Federación de Comunidades Judías de España, conocida como FCJE.

Portero, que viajó a los estados de Washington y Oregón para reunirse con las comunidades sefardíes, respondió a las preguntas sobre la ley española de “derecho de retorno”. También fue una de las personas que ayudaron a Alhadeff en el proceso de solicitud.

Doreen Alhadeff (centro) posa con el alcalde de Torremolinos, José Ortiz (izquierda) y David Obadia, presidente de la Comunidad Judía de Torremolinos y banderas españolas después de firmar sus papeles de ciudadanía española el 2 de febrero, 2016, Torremolinos, España. (cortesía)
Doreen Alhadeff (centro) posa con el alcalde de Torremolinos, José Ortiz (izquierda) y David Obadia, presidente de la Comunidad Judía de Torremolinos y banderas españolas después de firmar sus papeles de ciudadanía española el 2 de febrero, 2016, Torremolinos, España. (cortesía)

Debido a la complejidad del proceso, fueron necesarios los esfuerzos concertados de la FCJE y el cónsul honorario de España para el noroeste del Pacífico, Luis Esteban, para asegurar de que se cumplían todos los requisitos legales.

Esteban está bien informado de las comunidades sefardíes del Noroeste y es el enlace entre el parlamento español y una mayoría de la población sefardí en los dos estados. Según Esteban, hay alrededor de 5.000 judíos sefardíes en Washington y tal vez 200 en Oregon.

“Hay otras 40 o 50 personas llamando para obtener más información sobre la ciudadanía española”, dijo.

El Gobierno español considera que más de dos millones de solicitantes potencialmente podrían solicitar la ciudadanía en virtud de la nueva ley, pero espera recibir entre 90.000 y 190.000 solicitudes. La FCJE, sin embargo, estima que entre 40.000 y 50.000 sefardíes solicitarán un pasaporte español.

El número de sefardíes en la diáspora que posiblemente podrían calificar para la ciudadanía en virtud de una ley portuguesa similar aprobada en enero de 2015 es de casi 150.000, señaló la FCJE.

Hasta la fecha, hay 16 países representados en el grupo de candidatos que han iniciado el proceso en línea. En Estados Unidos, 59 solicitantes abrieron archivos en línea, según datos del Ministerio de Justicia de España. Ecuador tiene el número más alto con 167, seguido por Argentina con 107. Israel tiene el tercer mayor grupo, con 73 solicitantes.

“Es una oportunidad única para los israelíes que nunca pensaron que podían tener una ciudadanía europea dado que sus padres o abuelos no habían nacido en Europa”, dijo la abogada Maya Weiss-Tamir, fundadora de una firma de abogados que está ayudando a sus clientes en las solicitudes de ciudadanía española en Israel.

“Algunos de mis clientes desean obtener esta ciudadanía basados en razones sentimentales, y algunos por razones más prácticas”, dijo Weiss-Tamir.

Un judío de Colombia que también estuvo allí firmando documentos de ciudadanía remarcó que un pasaporte español da a cada judío otro lugar a donde ir “por si acaso”, y también consideró que era importante para sus hijos y nietos.

Una vez que el gobierno español ha dado su consentimiento por escrito para la concesión de la ciudadanía, el solicitante tiene un año para volver a España y formalmente solicitar el pasaporte.

“Creo que la ciudadanía es muy importante y que es un regalo para siempre”, dijo Alhadeff. “Es generacional, y la descendencia es para siempre”.


Fuente: The Times of Israel / Janis Siegel – Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico