La Torá es muy clara en su prohibición de no comer jametz o mezclas que contengan jametz, de no poseer jametz en nuestra casa y de remover el jametz de nuestra casa, durante la celebración de la fiesta de Pésaj. Lo dicen varios versículos de la Torá en Éxodo y Deuteronomio.

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MARCOS GOJMAN

Comer jametz quiere decir comer un alimento leudado. Leudar es hacer que una mezcla hecha de harina de ciertos granos, se aligere y se suavice como resultado de incorporar burbujas dentro de la masa. Esto se logra mezclándole sustancias químicas como el almidón, el bicarbonato y otras, llamadas levadura, pero también se logra agregando agua a la harina y esperando que sus almidones naturalmente produzcan burbujas de dióxido de carbono que hacen que la masa se “levante”. Al secarse el pan o lo que se esté preparando, los huecos formados por las burbujas permanecen, creando esa consistencia esponjosa. Nuestros sabios especifican que una mezcla de harina con agua empieza a leudar después de 18 minutos. Por eso la fabricación de matzá, que se hace mezclando agua con harina de trigo, requiere que se meta al horno inmediatamente.

Los rabinos en la Mishnah describen cinco tipos de granos que, cuando se les agrega agua, pueden leudar. Originalmente eran granos autóctonos de la tierra de Israel. Pero cuando los judíos fueron exiliados a tierras europeas, la lista se integró con granos que había en Europa: trigo, cebada, centeno, avena y espelta (un tipo de trigo). De acuerdo al Talmud, cualquier otro grano no incluido en esta lista, cuando se le agrega agua y se deja, la mezcla se pudre en lugar de “levantarse”.

Entre los judíos ashkenazim se acostumbra que en Pésaj no solo se evita comer productos de los cinco granos, sino también otros granos o leguminosas que en hebreo llamamos kitniyot, literalmente “pequeñas cosas”. Dependiendo de cada comunidad, la lista de kitniyot incluye arroz, maíz, lentejas, mijo, frijoles y hasta cacahuates. Rabi David Golinkin, en una responsa, nos dice que esta costumbre la mencionan por primera vez en Francia y Provence en el siglo XIII, los rabinos Asher de Lunel, Samuel de Falaise y Peretz de Corebeil. De ahí la costumbre se extiende a otros países y la lista de kitniyot, alimentos no permitidos, se aumenta. De todos modos, no se conocía la razón para prohibir comer kitniyot, por lo que los rabinos empezaron a inventar explicaciones del por qué. Se conocen hasta doce diferentes explicaciones que se pueden resumir en una: los granos y la harina de kitniyot pudiera confundirse y o mezclarse con los cinco granos prohibidos. Reb Samuel de Falasia se refiere a ella como una costumbre equivocada y Reb Yeruham la llamó una costumbre tonta. Los judíos sefaradim no observan la costumbre de no comer kitniyot.

Realmente hay una sola razón para observar esto: el deseo de preservar una vieja costumbre. Los rabinos ortodoxos ashkenazim insisten en preservarla y los conservadores y reformistas la han desechado. La insistencia de conservar la costumbre ha complicado aún más la observancia de la kashrut en Pesaj, pues ahora hay productos kosher para pesaj para personas que sí comen kitniyot y otros para los que no las comen.

No comer kitniyot es un ejemplo de cómo una costumbre inexplicable, con el tiempo se convierte en ley. Y además nos divide. Entonces, ¿Puedo comer arroz en Pesaj? Tú decide.