BEHNAM BEN TALEBLU-PATRICK MEGAHAN

Medios noticiosos iraníes divulgaron esta semana según se informa que componentes del primer sistema misilístico de fabricación rusa S-300 iraní fueron posicionados alrededor de la planta de enriquecimiento de combustible Fordow – un búnker subterráneo que, hasta hace poco, era usado para enriquecimiento de uranio. El sistema de largo alcance tierra-aire (SAM) representa la plataforma de defensa aérea más nueva y más avanzada de Irán. Su despliegue en Fordow echa luz sobre lo que la República Islámica cree que necesita defender.

El S-300 viene con capacidades diferentes. Información de fuentes abiertas sugiere que Irán ha recibido el sistema S-300 PMU2, una versión modificada del S-300PMU1 que compró inicialmente Teherán en el 2007. La variante PMU2 posee radares que pueden detectar más de 200 blancos, mientras sus misiles pueden derribar aviones a 124 millas o misiles balísticos a 25 millas.

Colocar el S-300 en Fordow es extraño por muchas razones, sin embargo. Por un lado, las autoridades iraníes han alabado la instalación por su “invulnerabilidad” ante ataques debido a que fue construida bajo una montaña, muy profundo como para que penetren la mayoría de las bombas anti-búnker. ¿Por qué desplegar el sistema allí si es invulnerable?

Por otra parte, de conformidad con el acuerdo nuclear del verano pasado (el Plan Integral de Acción Conjunto – JCPOA), Irán “no puede conducir ningún enriquecimiento de uranio o ninguna investigación y desarrollo relacionada con enriquecimiento de uranio” en la planta “por 15 años.” El JCPOA requiere específicamente que la planta de Fordow sea transformada en un centro de investigación con ayuda internacional. Por lo tanto, el despliegue del SAM avanzado, de fabricación rusa, en Fordow plantea preguntas en cuanto a las intenciones nucleares futuras de Teherán. Después de todo, fortificar esta planta de investigación presuntamente pacífica con misiles avanzados sólo desvía una capacidad limitada de los objetivos lógicos que atacaría un agresor, tales como bases militares, pistas de aterrizaje, y otra infraestructura crucial.

Adquirida originalmente en el año 2007, la orden de los S-300 por parte de Irán estuvo bloqueada hasta abril del 2015 cuando el Kremlin levantó su prohibición auto-impuesta sobre la venta. La venta fue probablemente revivida debido al progreso en las conversaciones nucleares. Los primeros componentes de los S-300 fueron entregados un año después cuando Teherán rápidamente los hizo desfilar ante el público. El ministro de defensa de Irán exclamó a fines de agosto que Teherán había recibido el “paquete completo de sistemas de misiles S-300” de Moscú. Sin embargo, fuentes rusas dicen que el envío no estará completo hasta fines de año. Sin importar cuando fue entregado, la entrega de los SAM a Irán probablemente violó estatutos estadounidenses.

Mientras tanto, Irán parece estar desarrollando una variante local de los S-300, según se informa nombrados los Bavar-373. Los funcionarios iraníes se proponen tener esa plataforma en línea para marzo del 2017. Es probable que Irán se esfuerza por algún nivel de interoperabilidad entre los sistemas locales y los de fabricación rusa si quiere integrar más totalmente estas plataformas.

Si bien el actual patrón de despliegue del S-300 de Irán indica que Teherán está endureciendo sus defensas, la S-300 es una plataforma que Irán puede convertir rápidamente en una herramienta ofensiva limitada. El sistema es móvil. Irán podría por lo tanto posicionar otras baterías cerca del Golfo Pérsico, permitiendo que el sistema hostigue al tráfico aéreo civil o a las patrullas militares aéreas estadounidenses. De hecho, el jefe de las fuerzas de defensa aérea de Irán dio a entender esto en junio.

Podría parecer que Irán ha ganado la mano actualmente, pero eso es discutible. Para que los S-300 logren la máxima eficacia, su localización debe seguir siendo desconocida. Conocer la localización aproximada da a los adversarios potenciales una mejor posibilidad de encontrar, rastrear, y destruir o interrumpir el sistema con armas de largo alcance antes de poner siquiera en riesgo un avión. De ahí que al revelar la localización de este sistema, Irán parece estar enviando un mensaje que a pesar del JCPOA está manteniendo abiertas sus opciones.

*Behnam Ben Taleblu es un analista senior sobre Irán en la Fundación para la Defensa de las Democracias, donde el Sr. Patrick Megahan es un analista de investigación enfocado en asuntos militares.

Fuente: Informe Político de la Fundación para la Defensa de las Democracias
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México