CNAAN LIPHSHIZ /  Cuarenta años después de que su reportaje expusiera a uno de los peores criminales de guerra de la historia holandesa, todavía se celebra a Hans Knoop en su Holanda natal como un héroe.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Este 23 de noviembre, más de un millón de televidentes vieron en una emisora pública el drama histórico sobre cómo Knoop, un periodista judío holandés, desenmascaró al coleccionista de arte Pieter Menten en 1976 como un monstruo que asesinó a cientos de judíos polacos y robó sus propiedades con ayuda de los nazis alemanes. Tuvo la cuota de pantalla más alta para producciones de ese tipo en los Países Bajos.

El anfitrión del programa de entrevistas más visto de los Países Bajos, Jeroen Pauw, describió la semana pasada el descubrimiento de Knoop como “un logro brillante e incomparable”. Recordó cómo la exposición de Knoop llevó al arresto de Menten en un país profundamente impresionado por su capacidad para escapar de la justicia y acumular una fortuna construida en base al pillaje.

Pero junto a este reconocimiento Knoop, padre de dos hijos cuyos modales suaves y expresión amable ocultan una determinación de acero, ha pagado un alto precio personal por el descubrimiento. Knoop, acosado por los abogados de Menten, defensores e incluso otros periodistas, dijo que la primicia de hecho acabó con su carrera como periodista que trabajaba en un país que muchos creen que aún no es dueño de su historia del Holocausto.

“Las cosas no siempre van como deberían”, dijo Knoop, de 73 años, a JTA en una entrevista.

Menten, cuya tardía condena por crímenes de guerra expuso profundas fallas en la capacidad de Holanda para juzgar a los colaboradores, finalmente cumplió cinco años de una condena de 10 años -una concesión a su avanzada edad- antes de morir en 1988 a los 81 años. El caso Menten significó el final de mi carrera como periodista activo”.

Aunque Knoop considera que eso es lamentable, dijo que no fue una sorpresa.

“Cuando entrevisté a los testigos, quedó claro que el modus operandi de Menten era usar su influencia y su fortuna para comprar o destruir a cualquier persona que lo acusara de mala conducta”, dijo Knoop. “Es parte de la razón por la que logró evadir la justicia durante tanto tiempo”.

La inusual historia de Menten en Polonia comenzó en la década de 1920, cuando se trasladó allí para realizar negocios, incluso con muchos asociados judíos. Perdió toda su vasta propiedad allí cuando los rusos invadieron el este del país en 1939, pero la recuperó cuando los nazis se apoderaron del territorio en 1941. Menten se hizo amigo de las fuerzas de ocupación nazi, rastreó a sus antiguos asociados y los asesinó.

Menten transportó el botín de guerra a Holanda, donde después de la Segunda Guerra Mundial fue condenado a varios meses de cárcel por la acusación general de “ayudar al enemigo” con los oficiales nazis. El multimillonario comerciante de arte escapó de cargos más graves acusando a sus acusadores, pero finalmente fue expuesto después de intentar subastar bienes robados.

Knoop, entonces redactor jefe de un semanario de circulación media propiedad del diario Telegraaf, comenzó a investigar los testimonios recogidos en Israel por el periodista de Haaretz Haviv Cnaan, cuya familia estaba entre las víctimas de Menten.

Fuente: JTA – Traducción Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico