LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Descontento del Ejército

En el ámbito académico, en el sector empresarial y en los funcionarios públicos de alto nivel del gobierno de México, existe consenso de que la economía del país enfrentará una situación compleja en el 2017.

En primer término hay incertidumbre en relación a si Donald Trump instrumentará la serie de medidas que anunció repetidamente en su campaña presidencial vinculadas con la instrumentación de políticas comerciales proteccionistas, que podrían incluir la modificación o anulación del Acuerdo de Libre Comercio que EUA tiene con México y Canadá, gravar las remesas que los residentes mexicanos en EUA envían a sus familiares en México, la deportación de dos millones de mexicanos residentes ilegalmente en EUA, gravar a las empresas estadounidenses establecidas o que piensen instalarse en México para evitar que se sigan “destruyendo” empleos en EUA, entre otros.

No obstante, se espera que finalmente prive la racionalidad económica en la administración de Donald Trump y se aclare el panorama, por lo pronto se ha incrementado la salida de capitales de México, que junto a las expectativas de que se acentúe el debilitamiento de la actividad económica mundial, ha acelerado la depreciación del peso frente al dólar y consecuentemente se ha avivado el alza interna de precios y se ha atenuado el crecimiento económico.

Por otra parte, las autoridades financieras de EUA han iniciado un ciclo alcista de las tasas de interés que han seguido las de México, lo que está originando un mayor costo en el servicio de la deuda de los particulares de las empresas, y del sector público, el endeudamiento de este último se ha incrementado rápidamente en los últimos tres años hasta representar alrededor de 50.0% del PIB en el presente, 10 puntos porcentuales más que en el 2012, lo que ha significado que varias calificadoras internacionales redujeran la calificación crediticia de México, lo que implica el aumento de su costo financiero en los mercados internacionales y reticencia de cierto tipo de inversionistas institucionales, particularmente de EUA, a canalizar recursos al mercado bursátil de México.

Cabe hacer notar que ante el ambiente de incertidumbre prevaleciente en la República, un número indeterminado de empresas nacionales y extranjeras han diferido o suspendido sus inversiones. Así por ejemplo, esta semana la franquicia de gasolineras Gulf anunció que ha detenido su plan de conversión de 760 estaciones de Pemex a su marca. Existen otros factores estructurales que influyen desfavorablemente en el buen desempeño de la actividad productiva: la virtual quiebra de Pemex y que el actual director general trata de dar oxigeno para revivir a esa empresa, el deterioro e insuficiencia de la infraestructura del país, rezagos en el sector educativo y en el de salud; fragilidad de las finanzas públicas por el enorme peso de los pasivos laborales del gobierno Federal, de los gobiernos de los Estados y de otros organismos públicos; falta de transparencia y de eficiencia en el gasto del gobierno, solo por mencionar unos cuantos de los principales.

Igualmente, la violencia incontrolada que ha generado el crimen organizado amenaza la estabilidad social que de por si muestra fragilidad y que se manifiesta en las múltiples protestas que se observan a lo largo del país alentadas por agitadores profesionales, reclutados por el magisterio , y que se han convertido en verdaderos actos vandálicos de sedición, léase levantamiento de personas contra el gobierno con el fin de derrocarlo; en este sentido, las autoridades federales y estatales en vez de ejercer la Ley, les otorgan recursos económicos y otras canogias a sus líderes para apaciguarlos, ni hablar de la corrupción institucional que ha llegado a niveles , y que es evaluada como el principal problema de México, por delante de la inseguridad y la violencia, que en este espacio he analizado en muchas ocasiones. Sin embargo, a mi juicio, el descontento que se ha gestado en el ejército “porque se está desnaturalizando su función”, representa una alerta de un eventual cambio violento de régimen político. El apoyo incondicional del ejército a los gobiernos, por lo menos desde mediados de los treinta del siglo pasado, ha sido el pilar de la permanencia de los gobiernos de civiles en el poder.

Ciertamente, recientemente el Secretario de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos (SC) advirtió que “no nos sentimos a gusto, ninguno de los que estamos con ustedes aquí estudiamos para perseguir delincuentes. Nuestra idea, nuestra función es otra y se está desnaturalizando”, SC urgió a que se apruebe la Ley que regule la actuación del Ejército en las calles y se ponga plazos “fatales para su regreso a los cuarteles”, agregó que las Fuerzas Armadas están en incertidumbre y hacen funciones que no les corresponden y que los policías locales no pueden o no tienen capacidad para hacer; SC se quejó de que “salimos a las calles en el 2006, como una acción subsidiaria y temporal, para que los policías se fortalecieran, empero, no ha sucedido”.

SC ha indicado que, “ante la incertidumbre, los soldados ya la están pensando, si siguen enfrentando a los criminales, con el riesgo de ser procesados por violación a los derechos humanos”; también consignó que a 10 años del inicio de la llamada guerra contra el Narcotráfico, el problema no es un asunto que se vaya a resolver a balazos, sino con una serie de acciones; no obstante, hay falta de voluntad en varios sectores para solucionar el problema de la violencia; existe un problema paralelo: el nuevo sistema de justicia no está funcionando y se está convirtiendo en “puerta giratoria”, ya que los delincuentes están saliendo libres.

Para el analista político Raymundo Riva Palacio (RRP) el mensaje de SC a través de los medios de comunicación fue una sedición; SC no habló por él solo, sino por los generales activos y retirados, que lo han presionado por más de dos años porque sienten que el gobierno los ha expuesto, utilizado y sacrificado en la lucha contra la delincuencia organizada. Sin embargo, la respuesta del presidente es  que los soldados se quedan en las calles, a mi juicio porque no hay otra alternativa en virtud de la falta de capacidad de las políticas locales para enfrentar a corto plazo a la delincuencia, ello podría darse a mediano plazo si hay voluntad política y recursos económicos, no obstante, sí es necesario dar un nuevo marco jurídico para la actuación del Ejército; empero, a la vez habrá que establecer condiciones para que los soldados no se corrompan; RRP menciona que un soldado gana entre 5 mil y 10 mil pesos mensuales, una barrera salarial que cualquier organización criminal puede saltar para cooptar y reclutar a quien desee.

Por otro lado, desde hace varios años el Ejército ha estado actuando fuera de la ley al ser acusado de realizar ejecuciones extrajudiciales, desapariciones de personas, violaciones a mujeres, robos a comunidades entre otros delitos. En este ámbito, una situación que conmocionó a la ciudadanía fue la referida a que el Ejército señaló que el 30 de junio del 2014, 22 sicarios habían muerto en un enfrentamiento con soldados en el poblado San Pedro Limón del Municipio de Tlatlaya en el Estado de México; no obstante, hay evidencias de que varios elementos del Ejército llevaron a cabo una ejecución extrajudicial; Tlatlaya no es el único caso, la ONU y organizaciones internacionales y nacionales de derechos humanos afirman que el Ejército y el Estado mexicano siguen ejecutando extrajudicialmente y haciendo uso excesivo de la fuerza contra quienes ejercen su derecho de protesta; y se garantiza impunidad para los perpetradores.

Para diferentes analistas preocupa el reclamo de Sedena con el Ejecutivo por la falta de un marco jurídico que regule el papel de las fuerzas armadas en las calles, porque podría llevar a una confrontación más profunda.

Una llamada inesperada

Aproximadamente hace un año me llamó por teléfono Isaac, empresario que junto con sus hermanos tenían una fábrica de playeras en 1959 cuando los conocí; yo me desempeñaba como gerente de una tienda de ropa ubicada en la planta baja de la Torre Latinoamericana en San Juan de Letrán, hoy Eje Central, y la calle de Madero en el Centro de la Ciudad de México; en mis primeras Crónicas hice referencia a mi trabajo en ese establecimiento. La tienda y la cadena de tiendas a la que pertenecía compraban continuamente una cantidad importante de playeras a Isaac, en virtud de que eran muy demandadas por los jóvenes por su buena hechura, colorido y variados estilos. Después de 1959 vi a Isaac por poco tiempo en la tienda de ropa que tenían los padres de mi primera esposa por el rumbo de la Merced, también en el Centro de la Ciudad.

De Isaac y su hermano Moisés, casi un año mayor que él, ya fallecido, me recuerdo muy bien a pesar de que pasó una eternidad desde la última vez que lo vi. Convenimos en vernos para desayunar, me dijo que había leído algunos artículos míos y que deseaba comentarlos. Su voz y su actitud por el teléfono se oían muy afectivas, me sorprendió que tenía 86 años, yo pensaba que era más joven. Por diversas circunstancias pospusimos nuestra cita; empero, cuanto tuvo conocimiento de la delicada operación del pulmón que me realizaron, estuvo muy pendiente de mí.

Por fin, al inicio de esta semana nos encontramos para desayunar; nos saludamos con mucho cariño y me sorprendió lo bien que se veía físicamente, su apariencia era de una persona de diez años menos y bien conservada. El restaurante en el que nos citamos en la colonia Condesa no servía desayunos, entonces Isaac gentilmente me ofreció llevarme en su coche a una cafetería cercana, no podía creer que una persona de 87 años condujera sin ninguna dificultad su vehículo.

Durante el desayuno nos contamos parte de nuestra trayectoria en la vida durante los últimos 55 años, la plática fue muy amena, ambos la pasamos muy bien; más tarde me envió un correo electrónico en el que manifestó “esta mañana en que estuvimos juntos, mi sensación fue magnifica de encontrarte después de tantos años, solo leyendo tus extraordinarias notas políticas con ese criterio de un gran narrador con conocimiento íntegro de su trabajo”; me sentí muy halagado y conmovido por sus expresiones. Más adelante, en referencia a un material que le envié sobre la situación prevaleciente en Siria dijo: “ya leí la nota de Siria y es escalofriante la realidad en que viven y la cantidad de sus propios hermanos asesinados a consecuencia de las malditas guerras, en las que los líderes solo buscan el poder y el dinero que obtienen en esas luchas de sus asociados sin escrúpulos”.

Me sentí identificado con Isaac por lo que él escribe a mano en una especie de Crónicas en las que incluye artículos y notas específicas alrededor de las cuales hace comentarios; en este ámbito, me mostró un cuaderno en el que insertó un artículo mío escrito en el periódico comunitario judío, Kesher, de junio del 2014, el cual desde la primera llamada que me hizo tenía intención de comentar conmigo.

Isaac me platicó que por muchos años continuó en el negocio de la confección; con el temblor de 1985 que afectó sensiblemente a la Ciudad de México, su fábrica, en el 11° piso de un edificio de la calle de Perú en el Centro de la Ciudad se vino abajo, allí murieron 22 de sus trabajadores. Capté que este suceso le afectó mucho y aunque establecieron la fábrica en otra locación, finalmente y de manera fortuita se dedicó al negocio inmobiliario en el que a la fecha aún participa, aunque, según entendí con mucha menor intensidad. Platicamos ampliamente sobre nuestras respectivas familias; el tiempo se fue volando. Convenimos reunirnos pronto para seguir nuestro diálogo. Nuestra reunión fue una vivencia grata, mucho se puede aprender de una persona sensible con 87 años a cuestas.