La maldad humana se origina con la envidia, el resentimiento, el racismo y el odio disfrazado de una retórica sin parangón de falacias. Los teólogos cristianos y pensadores ilustrados han sido judeófobos que han escrito desde el fanatismo religioso hasta juzgar a los judíos por no volverse cristianos.

JORGE JUÁREZ PEÑAFLOR

Alguno de esos ilustres santos europeos acuñó la frase de que “los judíos son los enemigos de la humanidad.” Y esa ignominia ha pasado de generación en generación, repitiéndola y mejorando su contexto perverso, provocando genocidios contra los judíos. Hay otra frase criminal que me retumba: “Que la sangre de Cristo caiga sobre nosotros y nuestro hijos”.

¿Quiénes son los antisemitas? Personas que odian a los judíos y son los verdaderos enemigos de la libertad de los humanos, además, los antisemitas han estado de acuerdo con las leyes teocráticas de la época donde el Rey tenía un poder divino y absoluto que la Iglesia Católica apoyaba.

Desde antes de Cristo, los rabinos judíos ya habían estipulado que todas las personas somos iguales. El filósofo John Locke, 1634-1704, escribió en su libro “Dos Tratados del Gobierno Civil”, donde expresó que el poder emana del pueblo y no de un Rey y los ciudadanos son libres e iguales ante la ley, lo cual fue muy revolucionario con sus ideas que estaba atentando contra la ley divina de Dios.

Claro que el Rey tenía a sus defensores y el filósofo ingles Thomas Hobbes, 1588-1679 escribió un libro: “El Leviatán, que dijo que es preferible vivir bajo las ordenes absolutas del Rey que vivir en un estado salvaje de anarquía dándole todas las prerrogativas al Rey a pesar que él era ateo pero todos los ciudadanos deben de obedecer o vivir en el estado de naturaleza, peleando todos contra todos según Hobbes.

Los judíos liberales han contribuido cambiando paradigmas que han cimbrado lo establecido por la Iglesia Católica. Siempre ha existido una lucha por el poder que desde que cayó el Imperio Romano los clérigos católicos han gobernado toda Europa, imponiendo su manera teocrática y absoluta, cualquier persona que cuestione a la Iglesia es visto como un ser despreciable, que no obedecía a Dios y por esa razón los judíos fueron perseguidos, torturados y asesinados, porque son los enemigos de Cristo y porque ellos lo niegan como el mesías. Desde entonces la Iglesia Católica difundió el odio generalizado contra los hebreos, que los ilustrados franceses repetían utilizando la razón e inventando el odio racial, económico y político.

Los filósofos han sido los transmisores de la maldad humana de los antisemitas y son cómplices de los Padres de la Iglesia Católica que escribieron los evangelios en el Nuevo Testamento, cosas ofensivas acerca de los judíos y permeando por dondequiera la judeofobia religiosa que ni los académicos e intelectuales del siglo XXI han podido emanciparse de ese terrible virus del antisemitismo.

Los antisemitas religiosos y laicos han acusado a los judíos de todos los males de la humanidad, pero la verdadera maldad viene de los antisemitas, por ejemplo, de que en la pascua los judíos mataban a un niño cristiano. Otra punzante e incendiaria difamación: “Que hay una Conspiración Judía para destruir el cristianismo y apoderarse del mundo”. Otra de las grandes maldades antisemitas fue la invención de la Inquisición Católica para llevar a la hoguera a los judíos.

Durante siglos los teólogos y filósofos judeofobos expresaban su envidia, su resentimiento y su recalcitrante odio de que, “los judíos son los enemigos de la humanidad”. Está comprobado que los antisemitas son los verdaderos enemigos de todo aquello que sea libertad e igualdad de todos los seres humanos.

¿Quién inventó la Inquisición y los Campos de Concentración? Los enemigos de los judíos, los antisemitas, que se han convertido en antisionistas con fines malvados para querer destruir al pequeño Estado de Israel.