Enlace Judío México – Bino Gabso asegura que nadie prepara un shakshuka tan bueno como el suyo, y si bien les va, se le acercarán “en un 30%”. Desde 1991 es el propietario del famoso restaurante Dr. Shakshuka, que ha degustado a miles de paladares nacionales e internacionales.

Bino Gabso es hoy día un afamado israelí conocido por su estilo de cocina basado en lo sabores del Norte de África. Su restaurante localizado en Yafo sirve platillos típicos de la región como el cuscus, el mafrum o el jraimeh, así como shawarmas de cordero o pollo.

Su especialidad de la casa es el shakshuka servido en sartén personal para cada comensal, junto con rebanadas de pan, un pequeño plato con ensalada y puré de tershi.

Este verano Gabso abrió un nuevo local: Bino bePita, que es de un estilo un poco más de comida rápida, en donde sirve platillos hechos primordialmente con el famoso pan: shawarma, falafel, merguez y otros similares.

Sus padres inmigraron desde Libia hacia Israel en la década de los años 50. Su padre abrió un restaurante llamado “Tripoli” en Yafo, llamado así por ser esta la ciudad de origen de los Gabso.

Bino comenzó a trabajar con su padre en el restaurante desde la edad 12 años. En los años 80, su familia llevaba también un negocio de cambio de moneda, actividad que era ilegal en Israel y en la que trabajaba también, cosa por la que fue detenido y se le condenó a 15 meses de prisión.

 

Dentro de la cárcel, Gabso ganó popularidad por prepararle a sus compañeros de celda y a los guardias de seguridad su deliciosa shakshuka, y fue ahí donde uno de los reos lo apodó como “Dr. Shakshuka“.

En 1991, cuando su padre falleció (y de quién obtuvo la idea de servir el platillo en una sartén personal), Gabso se hizo el titular del mismo y lo renombró como “Dr. Shakshuka“.

En el año 2013, fue uno de los dos ganadores del concurso Royal Chef, un reality de TV israelí en el que chefs de alrededor del mundo juzgaron el trabajo de cocineros israelíes de diferentes restaurantes.

Gabso asegura que su shakshuka es el mejor, aunque siempre alienta a las personas a que traten de realizarlo en su hogar.

“En casa, tengo que saber que siempre tengo todos los ingredientes que necesito para el shakshuka.

“Si me hace falta algo, no puedo dormir. Es un platillo muy económico para una familia. Los ingredientes son baratos y sabe mejor que un bistec asado.

“Supongo que alguien más puede hacer un buen shakshuka de otra manera, pero la verdad no lo creo. Cuando hago shakshuka, me emociono. Quedo inmerso y no pienso en ninguna otra cosa. ¿Por qué habría de probar el shakshuka de otro?”

Fuente: Tablet Magazine