Enlace Judío México – En las dos cenas de Rosh Hashaná se acostumbra hacer un seder pequeño, parecido al de Pesaj, donde se comen distintos alimentos en orden y se dicen bendiciones para el año que viene. Esta tradición popular en todas las casas judías, si los vemos con otros ojos es bastante extraña, la Torá y el judaísmo generalmente se muestran renuentes a asignar símbolos o poderes especiales a alimentos no objetos, ¿por qué justo en este día no? ¿por qué en este día se nos pide que comamos esos alimentos? Esta pregunta la responde rab Yehuda Prero en el siguiente artículo. Esperamos les guste.

Los alimentos simbólicos

¿Por qué usamos símbolos al inicio del año? ¿Por qué comemos los alimentos rituales de Rosh Hashaná?

El objetivo de estos símbolos es funcionar como recordatorio. Al comer los alimentos que tienen connotaciones positivas una persona recuerda que en ese momento está siendo juzgada. Puede darse cuenta que los símbolos por si mismos no son suficientes para asegurar su salvación, y que únicamente el arrepentimiento puede hacerlo. Por ello se comen en Rosh Hashana el día en que el juicio de D-os está más presente sobre nosotros que cualquier otro día del año.

Otra razón por la cual ingerimos estos alimentos (“símbolos”) está relacionada con el espíritu de la festividad de Rosh Hashaná. Si uno observa las plegarias particulares de este día, puede notar que el tema básico del día es proclamar el reinado y la grandeza de D-os. Ya que Rosh Hashaná es el día en que somos juzgados no hacemos peticiones por una buena salud, dinero, vida larga, y demás carencias. En vez de ello, nos dedicamos a demostrar que hemos aceptado a D-os como nuestro rey y que estamos dispuestos a escuchar y seguir Sus mandatos.

Pedir a D-os que provea por nuestras necesidades no está tan lejos de proclamarlo nuestro rey. Al pedirle por nosotros, aceptamos que es superior y que dependemos de Él en todo momento. Demostramos que estamos sujetos a Él y que lo aceptamos como Rey.

Los alimentos que comemos en Rosh Hashaná (los símbolos), son el elemento que reconcilia estas dos caras del día. Al comer de ellos y recitar las plegarias que los acompañan, pedimos de forma indirecta a D-os que satisfaga nuestras necesidades. No queremos hacerlo de forma directa y desinhibida, ya que no es la forma de acercarse a Él en este día. Sin embargo, como la petición es una muestra de que lo reconocemos como Rey no podemos dejar de hacerlo, por eso le rogamos que nos otorgue un buen año, en la forma más discreta que podemos encontrar.

Fuente: torah.org