Enlace Judío México – De todas las festividades judías la única que no tiene una mitzvá (mandato) especial, o un objeto que nos recuerde la presencia de D-os es Sheminí Atzeret. En Sucot usamos el etrog y el lulav para recordar que nuestra felicidad debe ser dirigida a D-os, en Pesaj, el maror y la matzá ayudan a esa labor, en Rosh Hashaná tenemos el shofar, Janucá las luces, Purim el alcohol y así cada celebración tiene un elemento especial que nos recuerda el sentido de la fiesta. Sin embargo, Sheminí Atzeret, por más que busquemos en ella, no es así.

¿Por qué es esto? ¿Por qué de todas las festividades, Sheminí Atzeret no tiene un solo elemento que la distinga? Para el Sefer HaJinuj, la respuesta se encuentra en la esencia misma de la festividad y en la razón que se nos da para hacerla.

Sheminí Atzeret es la última festividad sagrada del calendario judío (si se cuenta el inicio de éste en Nisán y Pesaj). Cierra dos ciclos festivos, el que inicia con Pesaj (la libertad), prosigue con Shavuot (la entrega de la Torá) y finaliza con Sucot (la felicidad) y el que inicia con Rosh Hashaná (Día del Juicio, prosigue con Yom Kipur (día del perdón) y finaliza con Sucot (la felicidad). Es la cúspide de todas las fiestas sagradas.

Según el Sefer HaJinuj, D-os nos ordena observar este día como una celebración aparte de Sucot, aunque ésta sea el octavo día de la misma. Al darnos esta festividad es como si D-os nos dijera “Por favor quédense conmigo un día más, me es difícil separarme de ustedes.” D-os, gracias al gran amor que le tiene a la nación de Israel, le es difícil dejar a sus hijos al final de las celebraciones. Por ello agrega un día más, para que nosotros, la nación de Israel, podamos pasar un día más con Él antes de su “despedida”.

No necesitamos ningún mandato extra que respetar el día para que nuestra energía sea bien enfocada. Ya que toda la esencia de la festividad se dirige en su totalidad a D-os, a diferencia de Pesaj que retoma la libertad, Rosh Hashaná el juicio, Sucot la sucá, Sheminí Atzeret únicamente se dirige a D-os sin intermediarios y sin adornos. Es el climax de todo el ciclo de festividades, que empieza desde Pesaj, continua con el mes del arrepentimiento y culmina con Sucot. Es el momento en donde hemos alcanzado nuestro mayor potencial espiritual y no dependemos de nada para encontrarnos con D-os. Por eso no hay nada que pueda distraernos de los lazos que nos unen a Él.

Información tomada de torah.org