Enlace Judío México – A menos que ocurra un gran cambio en el futuro cercano, es casi inevitable que se lleve a cabo una campaña militar en la frontera norte de Israel. El gobierno israelí debe continuar realizando esfuerzos diplomáticos tenaces para convencer a los rusos y a los estadounidenses de que intervengan y eviten que estalle una guerra.

EYAL BEN REUVEN

La situación en el norte de Israel está en continuo aumento. El incidente que tuvo lugar el sábado es otro paso en este proceso. En mi opinión, la manera en que Israel manejó el incidente demuestra que las FDI es incuestionablemente capaz de responder rápidamente, basado en inteligencia precisa. El derribo del avión israelí debe investigarse a fondo y estoy seguro de que esto se llevará a cabo. No obstante, el público israelí necesita comprender que, a veces, cuando hay enfrentamientos, ocurren víctimas.

En los últimos años, los combates en Siria involucraron a tropas leales a Assad y las fuerzas rebeldes. Ahora, los rusos y los iraníes (a través de Hezbolá) se han involucrado y esto ha dado forma al régimen de Assad, que actualmente controla alrededor del 75% del territorio sirio. Por esta razón, preservar la soberanía siria frente al pueblo sirio es cada vez más importante para el régimen gobernante, y su respuesta a los aviones de la Fuerza Aérea de Israel es una clara señal de esto.

Esta escalada de situación siguió a una estrategia iraní para aprovechar la campaña en Siria. Irán se infiltró aún más en Siria y trajo milicias chiítas: miles de terroristas a quienes desean convertir en una fuerza de combate contra el Estado de Israel. Además, planean instalar fuerzas militares iraníes aéreas y navales junto con las tropas de Hezbolá. En resumen, su plan es rodear al Estado de Israel con fuerzas de poder que llevarán a cabo actividades terroristas contra Israel, todo el camino hasta Hamás en la Franja de Gaza.

Israel ha dejado absolutamente en claro que no permitirá que Irán y sus cohortes controlen la tierra que toca la frontera de Israel, y con razón. Los principales poderes que pueden detener este proceso son los rusos y los estadounidenses. Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos que se han realizado hasta ahora con los rusos y los estadounidenses no han dado ningún fruto. Personalmente me he reunido tres veces con funcionarios rusos en los últimos 18 meses como miembro del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knéset. En la reunión más reciente, les dejamos claro dónde están nuestras líneas rojas, y les advertimos que si el proceso de iranización no se detiene, el resultado será una escalada de violencia que conducirá a una guerra total en el frente norte de Israel. Esto no sería lo mejor para Israel, Rusia o los EE.UU.

Mientras tanto, los rusos están asintiendo con la cabeza, diciendo que entienden el problema y que tampoco quieren ninguna fuerza iraní en Siria. Pero tampoco planean usar una cantidad significativa de fuerza para detener este proceso. Los estadounidenses, para nuestra gran decepción, no están haciendo nada con respecto a este tema, excepto para ofrecer falsas promesas.

A menos que ocurra un gran cambio en el futuro cercano, es casi inevitable que se lleve a cabo una campaña militar en la frontera norte de Israel. El gobierno israelí debe continuar realizando esfuerzos diplomáticos tenaces para convencer a los rusos y a los estadounidenses de que intervengan y eviten que estalle una guerra.

Al mismo tiempo, el Estado de Israel debe prepararse para la batalla. Las FDI están haciendo un gran trabajo con los preparativos, pero las poblaciones civiles, especialmente los israelíes que viven en el norte, no están preparados. El gobierno pidió que todas las casas en el norte de Israel estén equipadas con salas de seguridad hace apenas tres semanas.

El incidente del sábado es un recordatorio de que debemos avanzar rápidamente para proteger a los ciudadanos israelíes.


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Fuente: The Jerusalem Post / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico