Enlace Judío México.- En el último informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de abril del 2018 se indica que el volumen del comercio mundial de mercancías creció 4.7% en el 2017, frente a 1.8% en el 2016; fue el mayor avance en seis años; fue impulsado principalmente por factores cíclicos, en particular, el aumento de las inversiones y de los gastos de consumo y el incremento de precios de los productos básicos, que provocaron un alza de los ingresos en las economías basadas en la explotación de los recursos naturales que fomentaron la inversión en el sector energía.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

La inversión es importante para el comercio porque se le considera el componente del PIB con mayor intensidad de importaciones, seguido de las exportaciones, el consumo privado y el gasto público. Cabe mencionar que el adelanto del año pasado, en alguna medida, estuvo “inflado” por la debilidad que registró durante los dos años anteriores, que estableció una base de referencia más baja para la expansión actual.

De acuerdo a la OMC, históricamente el volumen del comercio mundial de mercancías ha aumentado a un ritmo aproximadamente 1.5 veces más rápido que el PIB real mundial a tipos de cambio del mercado. La relación entre el crecimiento del comercio y el crecimiento del PIB (la denominada “elasticidad del comercio con respecto a los ingresos”) fue superior a 2.0 en el decenio de 1990, pero volvió a descender a 1.0 en los cinco años siguientes a la crisis financiera (2011-2016), Esa medición de la elasticidad aumentó de 0.8 en 2016 a 1.5 en 2017, cifra próxima al promedio histórico. La recuperación de los volúmenes del comercio de mercancías registrada en 2017 tuvo lugar de manera generalizada en las distintas regiones, y principalmente en la esfera de las exportaciones, en América del Norte, América Central y del Sur y el Caribe, Europa y Asia especialmente. Las importaciones experimentaron un continuo crecimiento a lo largo de todo 2017 en Asia y América del Norte, mientras que en importaciones se aceleró en el transcurso del año en Europa (1.4% en el primer semestre y 4.1% en el segundo) y América Central y del Sur y del Caribe (1.5% en el primer semestre y 6.6% en el segundo).

De todas las regiones, Asia fue la que registró el más rápido crecimiento del volumen del comercio en 2017, tanto en lo concerniente a las exportaciones (6.7%) como a las importaciones (9.6%), después de dos años de escasa expansión. Las exportaciones e importaciones de América del Norte se recuperaron considerablemente en 2017, al experimentar un crecimiento del 4.2% y el 4.0%, respectivamente, tras sufrir un estancamiento en 2016. El avance de las importaciones de América Central y del Sur y del Caribe volvió a ser positivo en 2017, con un aumento del 4.0%, después de tres años de pronunciados descensos. Entretanto, las corrientes comerciales europeas siguieron incrementándose a un ritmo moderado, del 3.5% en el caso de las exportaciones y del 2.5% en el de las importaciones.

En las “otras regiones”, África, el Oriente Medio y la Comunidad de Estados Independientes, hubo un crecimiento continuo de las exportaciones (2.3%) en volumen, que se explica por el hecho de que la demanda de petróleo y otros recursos naturales tiende a ser muy estable en cantidad. Por otro lado, las importaciones del conjunto de estas regiones aumentaron solo 0.9%, debido en parte a la subida de los precios de los productos básicos primarios, que hace que aumenten los ingresos de exportación en los países exportadores de recursos y permite que se compren más importaciones. Los precios de la energía se duplicaron con creces desde enero de 2016, pero incluso a casi 70 dólares por barril, los precios del petróleo se mantuvieron por debajo del nivel que prevaleció antes de mediados de 2014 (100 dólares).

Por lo que respecta a las exportaciones, Asia contribuyó en 2.3 puntos porcentuales al 4.5% del crecimiento mundial registrado en 2017, lo que representa 51.0% del aumento total; asimismo, aportó 2.9 puntos porcentuales al 4.8% del avance de las importaciones mundiales, equivalente al 60.0% del aumento total. América del Norte también realizó sustanciales contribuciones positivas a las exportaciones e importaciones, después de haber contribuido muy poco al crecimiento del comercio en 2016, debido a la pérdida de dinamismo de la demanda interna y externa. Europa aportó menos al crecimiento de las importaciones y exportaciones de mercancías el año pasado de lo que lo hizo en 2016; América Central y del Sur y el Caribe realizaron un apoyo positivo por primera vez desde 2013 en virtud de que Brasil salió de su recesión.

China prosigue su búsqueda de un nuevo equilibrio económico promoviendo el consumo en detrimento de la inversión; ésta representó alrededor del 32% del crecimiento del PIB en 2017, frente al 55% en 2013. Es posible que esta evolución suponga un lastre añadido para el crecimiento del comercio mundial, al importar China menos bienes de capital, pero hasta la fecha el proceso ha sido gradual y no ha perturbado mucho el comercio mundial. La disminución de la inversión podría también contribuir a reducir el exceso de capacidad en sectores sensibles como los del acero y el aluminio, con lo que se mitigarían las tensiones comerciales.

Los valores en dólares de las corrientes comerciales internacionales se ven muy influidos por los tipos de cambio y los precios de los productos básicos. A pesar de sus altibajos diarios, el tipo de cambio efectivo nominal del dólar frente a una amplia cesta de monedas prácticamente no varió en 2017, en tanto que los precios de la energía, los alimentos, las materias primas y los metales subieron entre 7.0% y 24.0%. Esto se explica en parte porque durante el año el crecimiento del comercio mundial fue mayor en valor que en volumen. El valor en dólares de las exportaciones mundiales de mercancías se acrecentó 11.0% en 2017 y alcanzó la cifra de 17.20 billones de dólares.

Las regiones exportadoras de recursos como África y el Oriente Medio registraron un crecimiento de las exportaciones mayor que el de las importaciones, mientras que en las regiones industrializadas como América del Norte, Europa y Asia el crecimiento de las importaciones fue tanto o más sólido que el de las exportaciones. Hubo pocos cambios importantes en la clasificación de los exportadores e importadores de mercancías, con algunas excepciones. Corea ascendió del 8º al 6º puesto en las clasificaciones de exportación, y los Emiratos Árabes Unidos subieron del 19º al 15º puesto como consecuencia del aumento de los precios del petróleo. Por otra parte, Japón superó al Reino Unido y se situó como 4º mayor importador de mercancías del mundo, en tanto que Canadá descendió del 9º al 12º puesto en las clasificaciones de importación. China mantuvo su posición como mayor exportador y Estados Unidos su posición como mayor importador, independientemente de que se considere a la Unión Europea como 28 países distintos o como una sola entidad comerciante, excluido su comercio interno.

La OMC pronostica que el adelanto del volumen del comercio mundial de mercancías sea de 4.8% en el 2018 y 4.0% en 2019. No obstante, hay crecientes señales de que las tensiones comerciales estén ya afectando la confianza de las empresas y las decisiones de inversión, lo que pondría en entredicho las perspectivas comerciales planteadas por la OMC. A raíz de la imposición de aranceles de EUA a las importaciones de acero y aluminio de China, la Unión Europea, México y Canadá, se ha desatado una cadena de represalias entre los mismos que podría ser incontrolable y tener graves consecuencias en la producción y comercio mundiales. Asimismo, un endurecimiento más rápido de la política monetaria por los bancos centrales podría provocar fluctuaciones importantes de los tipos de cambio y de las corrientes de capital que igualmente podrían perturbar los flujos comerciales.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ya había advertido en abril que una guerra arancelaria podría “desgarrar” al sistema global. Expresó su preocupación sobre el déficit fiscal y el proteccionismo de EUA. Asimismo, el 4 de junio Larry Summers, ex presidente de Harvard y Secretario del Tesoro en la administración de Bill Clinton, criticó la agresiva política de Trump a la que calificó carente de objetivos bien definidos. Summers cuestionó que Trump piense que una guerra arancelaria sea “algo fácil de ganar”.

También Paul Krugman, Nobel de Economía 2008, considera que Trump utiliza la flexibilidad ejecutiva que el sistema de comercio internacional le permite para imponer barreras comerciales sin una justificación razonable, argumentando seguridad nacional, “en un contexto donde tal cosa no tiene sentido”. Un sinnúmero de especialistas en economía y comercio internacional de EUA y del mundo consideran que las medidas proteccionistas de Trump son irracionales, contrarias al mundo globalizado en que vivimos ¿Quién va a detener el narcisismo y la irracionalidad de Trump? El mundo está en peligro.