Enlace Judío México.- Piñón Fijo y Pedro Aznar grabaron la canción “Ronda de la Paz”, que cuenta la historia de Sebastián Barreiros, quien la mañana del 18 de julio de 1994, murió a los cinco años.

“A los tres años, Sebastián Barreiros dijo en el jardín de niños que, de grande, iba a ser presidente. La maestra le preguntó por qué. ‘Para pagarle mucha plata a los jubilados’, contestó. Dos años después, Sebastián quiso viajar por primera vez en subte. Fue en la mañana del lunes 18 de julio de 1994. Bajó con su mamá, Rosa, en la estación Pasteur de la línea B. Caminaban juntos de la mano por la vereda de la AMIA, cuando la bomba explotó” contó AMIA en un comunicado.

De las 85 personas asesinadas en el atentado, Sebastián fue la víctima más joven. Tenía sólo cinco años. Su madre sobrevivió. AMIA decidió buscar respuestas y emprender un camino creativo con el referente por excelencia de la canción infantil: Piñón Fijo.

“Ojalá que este proyecto genere una cadena de virtudes. Se trata de una canción que quiere ser una canción universal”, dijo el referente de la canción infantil.

Convocado por la institución, Piñón aceptó de inmediato escribir una canción para rendir homenaje a Sebastián. Musicalizada por el artista Pedro Aznar, la canción lleva como nombre “Ronda de la Paz” que ya tiene su video.

“Con este nuevo proyecto artístico que lanzamos, AMIA decidió realizar una fuerte y decidida apelación a las nuevas generaciones. A través de la música y la poesía, apostamos a que el olvido no nos gane, y que los más chicos, junto son sus padres, puedan conectarse con un mensaje tan potente, que hace honor a la vida, y que pide para que se haga justicia. En tiempos de impunidad, toda acción artística a favor de la memoria tiene que ir acompañada inexorablemente por el pedido de Justicia”, describió Agustín Zbar, presidente de la institución.

“Fue un gran desafío abordar el tema de la memoria para los chicos, y lo pudimos concretar gracias a la participación y el compromiso profundo que tanto Piñón Fijo como Pedro Aznar asumieron para contar la historia de Sebastián. El resultado fue la creación de una pieza bellísima que transmite que son necesarias la verdad, la memoria y la justicia para que haya paz”, contó Elio Kapszuk, responsable de la idea y productor.

Por su parte, Pedro Aznar contó la elección del título “Ronda de la Paz”: “Llegamos a la conclusión que la paz es el concepto principal, y es el resultado para que haya verdad, memoria y justicia. No puede haber paz sin que estén asegurados estos tres conceptos”.

Aquí, la letra de “Ronda de la Paz”:

Doña Memoria le cuenta historias,

a la Justicia y a la Verdad,

las tres juntitas hacen mil rondas

por las esquinas de la ciudad

las tres juntitas hacen mil rondas

por las esquinas de la ciudad

Doña Memoria siempre cumple años

y entre sus cuentos, suele contar

que un niño soñó ser presidente

por un futuro de amor y paz

que un niño soñó ser presidente

por un futuro de amor y paz

ESTRIBILLO

Ronda, ronda Memoria

Ronda, ronda Verdad

Ronda, ronda Justicia

en esta ronda, ronda la Paz

Doña Justicia escucha atenta

porque ella sabe que eso es verdad

y a mí me gusta cantar en ronda

porque mi mano te voy a dar

y a mí me gusta cantar en ronda

porque mis manos te voy a dar

ESTRIBILLO

Cuando Don Sueño se me demora

siempre le pido a mi Sebastián

que la Memoria y la Justicia

ronden cerquita de la Verdad

que la Memoria y la Justicia

ronden cerquita de la Verdad

 

A 24 años del atentado, AMIA presenta “Rosa y Sebastián”, el estremecedor testimonio de una madre que perdió a su hijo en la masacre del 18 de julio de 1994

Por pedido de la institución, Rosa, la mamá de la víctima más joven del ataque terrorista, grabó un conmovedor relato en el que cuenta los últimos minutos que compartió con su hijo de 5 años.

A una semana de conmemorarse los 24 años del atentado terrorista perpetrado por el fundamentalismo islámico, AMIA presentó hoy, a través de sus redes sociales, el proyecto audiovisual “Rosa y Sebastián”, el tercer video dedicado a la memoria de Sebastián Barreiros (5 años), la víctima más joven de la masacre del 18 de julio de 1994.

Se trata de una conmovedora realización en la que su madre, Rosa, relata cómo fue la última mañana que compartió con su hijo, quien ese fatídico día comenzaba las vacaciones de invierno, y pidió no viajar en colectivo para conocer los túneles de la red de subterráneos. ¿La razón? Sebastián había escuchado que esos pasadizos eran muy parecidos a los túneles que veía cuando se sentaba frente al televisor a disfrutar de uno de sus dibujos animados preferidos. En la mañana del 18 de julio de 1994, Sebastián y su mamá compartieron el trayecto de la Línea B, desde la estación Lacroze hasta la estación Pasteur.

En su compromiso permanente por mantener viva la memoria, y renovar el pedido de justicia, AMIA decidió este año lanzar seis acciones de recordación. De las seis iniciativas creadas, tres fueron dedicadas a recordar a Sebastián. “Valoramos el compromiso y el testimonio de Rosa. Su voz da la dimensión del accionar inhumano del terrorismo islámico, y nos pone en contacto directo con las marcas y las heridas que el atentado dejó en los familiares que perdieron a sus seres queridos, y en las personas que pudieron sobrevivir”, remarca Agustín Zbar, presidente de AMIA.

La narración en primera persona que acompaña al video “Rosa y Sebastián”, además de ser el estremecedor relato de una madre que perdió a su hijo, representa también la valiosa palabra de una sobreviviente. En el preciso momento de la explosión de la bomba, Rosa y Sebastián, quienes habían llegado a la ciudad de Buenos Aires desde Villa Bosch, caminaban por la vereda de la AMIA, en la calle Pasteur. De la mano, se dirigían hacia el Hospital de Clínicas, ubicado a 200 metros de la institución.

“Tres de las seis acciones artísticas de este año tuvieron a la historia de Sebastián como protagonista,” explica Elio Kapszuk, realizador y productor general del proyecto. “Por un lado, la canción infantil creada por Pedro Aznar y Piñón Fijo, que estuvo pensada y dirigida al público infantil y a sus padres. Luego, desde la ficción, convocamos a Eduardo Sacheri para que nos ayudara a pensar qué hubiera sido del futuro de Sebastián si el atentado terrorista no hubiera terminado con su vida. Pero algo seguía faltando. Y ese algo era la voz de su mamá, Rosa. Sólo su testimonio directo, sus palabras de primera mano, logran transmitir el conocimiento y la emoción justa para volver a vivir con ella esa mañana”, concluye Kapszuk.

Con música original compuesta por Leo Sujatovich, el video “Rosa y Sebastián” contó con la dirección general de Sebastián Mignona, y fue dirigido por Cecilia Atán. La animación estuvo a cargo de Estudio Tres.

La realización del proyecto fue posible gracias al apoyo de Fundación IRSA, Grupo Insud, DESA Desarrolladora Energética S.A., Laboratorios ELEA, y la productora “El Perro en la luna”.

“ROSA Y SEBASTIÁN”, EL TESTIMONIO DE UNA MADRE

Bueno, ese día, lo desperté, lo levanté, le di la leche…

Lo cambié, cambié a la hermanita, y salíamos para el lado del Hospital de Clínicas.

Cuando llego a la puerta, llegó mi mamá. Le dejé la nena y digo: Bueno, como era el primer día de vacaciones de invierno, lo llevo a un Mc Donalds, a algún lugar, para que el primer día de vacaciones saliera.

Cuando llegamos a la estación le digo: “Sebi, vamos en colectivo. Llegamos a Chacarita y tomamos el colectivo”.

(Sebastián) “No, yo quiero ir en subte porque a mí me dijeron que los túneles son como los túneles de las Tortugas Ninjas”.

Así que fuimos en subte. Salimos del subte. Pregunté dónde quedaba el Hospital de Clínicas. Me dijeron: “Seguí por Pasteur derecho; te topas con el Hospital de Clínicas”. Yo era la primera vez que iba, no sabía dónde quedaba.

En el camino íbamos jugando al “veo-veo” y sí recuerdo que (en) un negocio antes de AMIA, vendían ropa, y me paré a mirar algo que me había gustado. Miro hacia la calle, vi parado un patrullero vacío, solo. Lo agarro de la mano a Sebi, y empezamos a caminar hacia el Hospital de Clínicas.

No sé la cantidad de pasos, porque fueron pasos los que hice, y de pronto un ruido muy fuerte, un viento muy, muy fuerte nos levantó, y me arrancó al nene de las manos.

Cuando el viento me suelta, empecé a buscar a mi hijo porque no estaba al lado mío; no sabía para dónde había ido a parar. Me levanté, me acuerdo que estaba descalza, me acuerdo que pisaba cosas que me pinchaban, y yo no sabía qué era, tampoco me importaba, y cuando vi al nene lo quise levantar, y no podía.

No podía levantarlo y empecé a gritar, empecé a gritar, empecé a gritar… Un hombre, un muchacho, entró a la cuadra y agarró al nene, y se lo llevó al hospital. Esa fue la última vez que vi a Sebastián.

Cada 18 de julio es otra bomba porque siguen pasando los años, y yo sigo igual que en el `94.

 

 

Fuente: cciu.org.uy