Enlace Judío México – Después de Yom Kipur, Shabat es el día más sagrado para el judaísmo. En el recordamos la Creación del Universo y el hombre y el pacto que hizo D-os con el pueblo judío al sacarnos de Egipto y liberarnos de la casa de la esclavitud. Principalmente consiste en elevar el mundo material y dotarlo de espiritualidad. Es un día dedicado únicamente a D-os y al descanso.

Toda la semana trabajamos y estamos inmersos en el mundo físico y material. Toda la semana nos dedicamos a ganar el dinero y hacer las compras necesarias que nos permiten comer, vivir y satisfacer nuestras necesidades. Lo que hacemos diariamente impacta en la forma en que percibimos el mundo y lo que nos rodea, es muestra de un gran esfuerzo y de una disciplina constante. Sin embargo, ese esfuerzo y esa disciplina que invertimos al mundo material no tendrían sentido si no tuviéramos un propósito personal y espiritual que lo sostenga más allá de sí mismo. La vida vivida simplemente para trabajar es una vida sola y vacía.

Shabat no sólo nos permite descansar; es el elemento que le da sentido a nuestra semana, a nuestra vida. Todo lo que hacemos de Domingo a Viernes en la tarde se dirige hacia Shabat; es la forma en que santificamos el tiempo y el mundo que nos rodea. Una de las principales ideas y objetivos de Shabat es poder estar presente en el momento, disfrutando de todo lo que nos rodea sin pensar o inmiscuirnos en asuntos laborales. Se trata de encontrar a D-os en cada pequeño elemento de nuestro entorno, desde la contemplación y el encuentro, más que desde la acción.

El elemento más importante de Shabat, aparte de la santificación del día es el abstenerse de ciertos trabajos que se usaban para construir el Tabernáculo. A estos trabajos se le llaman melajot y cualquiera que hace alguno de ellos o sus derivados incurre en la desacralización del Shabat. Sin embargo, no basta con abstenerse de este tipo de trabajos aparte uno debe separarse de cualquier objeto que pueda llevarlo a realizar las acciones prohibidas a estos objetos se les llama muktzé y tienen un número extensas de reglas; algunas de las cuales explicaremos a continuación.

¿Qué es muktzé?

Muktzé es cualquier objeto que no puede ser movido en Shabat, ya sea porque no tiene una utilidad específica, porque se usa para hacer trabajos prohibidos o porque tiene un gran valor monetario. Para saber si un objeto es muktzé o no, uno debe hacerse dos preguntas importantes: a) ¿Para qué necesita mover el objeto? y b) ¿cuáles son las características intrínsecas del objeto? es decir, ¿qué tipo de objeto es? Dependiendo de la respuesta que se dé a estas preguntas se puede determinar si el objeto es muktzé o no; si se puede mover durante el Shabat o no.

Las razones por las cuales alguien movería un objeto durante Shabat se categorizan de la siguiente manera: a) Porque la persona necesita usar el objeto para realizar una actividad permitida, b) para utilizar el espacio o inmueble que el objeto ocupa, por ejemplo utilizar una silla; c) para proteger el objeto y d) por ninguna razón específica, por ejemplo jugar con el objeto ociosamente.

A excepción de libros, comida y personas no está permitido mover ningún objeto sea cual sea su categoría sin ninguna razón específica. Eso hace por ejemplo que no se pueda arreglar la casa durante el Shabat y que no se puedan transportar objetos de un lugar a otro que no vayan a ser usados durante el Shabat.

En cuanto a las otras razones dependen de la categoría que cada objeto tenga. Éstas pueden ser las siguientes: a) Objetos que se usan para hacer actividades prohibidas; b) objetos que no tienen una utilidad específica; que no son utensilios, c) objetos que por su valor monetario se vuelven prohibidos en el Shabat y d) objetos que se usan para actividades permitidas.

Así como no se puede mover ningún objeto a excepción de libros, comida o personas, sin ninguna razón específica; objetos que no son utensilios no se pueden mover. Por ejemplo no se puede mover una roca en Shabat, ya que no tiene una utilidad intrínseca, lo mismo sucede con el dinero, con adornos y con cualquier cosa que no sea un utensilio.

Los objetos que tienen utilidad dentro del Shabat, como platos, vasos, mesas y demás pueden ser movidos por cualquiera de las razones permitidas, para usarlos, para protegerlos o para ocupar ese espacio. Mientras que los objetos que cotidianamente se usan para hacer una actividad prohibida sólo pueden ser movidos si uno necesita usar el espacio que ocupan o para realizar una actividad permitida. Por ejemplo, uno puede mover un martillo si necesita sentarse en la silla que se encuentra o si lo quiere usar para abrir nueces. Sin embargo, este tipo de objetos no pueden moverse si al hacerlo es probable que alguien incurra en una melaja por ejemplo un juguete o aparato electrónico que con el movimiento se puede encender. Tampoco puede moverse si es por el beneficio del objeto, para protegerlo del robo o algo parecido.

En cuanto a los objetos que por su valor monetario no pueden ser usados se refiere a utensilios que tienen una función específica fuera del Shabat y que el dueño evita usarlos para no desgastar su valor. Por ejemplo las herramientas de un artesano, los cuchillos de un shojet o un escriba. Dichos accesorios son ejemplos de artículos que tienen valor monetario y se usan sólo en ocasiones especiales, cuyo único propósito es ajeno al Shabat, por eso no pueden ser utilizados durante el mismo, a menos que uno tenga contemplado en utilizarlos de forma especial antes de que empiece el día sagrado.

Si bien los objetos no pueden ser movidos con las manos de forma tradicional, hay ocasiones en las que pueden ser movidos de una manera distinta como con los pies, los codos o el aliento. No existe ninguna prohibición de tocar los objetos que son muktzé, ni de sentarse en ellos a menos que se corra el riesgo de accidentalmente moverlos con nuestro contacto físico.