Enlace Judío México e Israel.- David Grossman (Jerusalén 1954) es un prolífico autor israelí. De su vasta obra recordemos tres de sus novelas que bien se les puede calificar como obras maestras: “El libro de la gramática interna” (1991), “Amor” (1986) y “La vida entera” (2008). Todas ellas son novelas ambiciosas que tienen detrás un trabajo de técnicas literarias como si se tratara de una maquinaria de reloj.

PERLA SCHWARTZ PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Cuando muy joven leyó acuciosamente a Sholem Aleijem y ya en su edad adulta sostuvo un gran encuentro con el escritor judeo-austríaco Bruno Schultz. También ha sido seguidor de Thomas Mann y de Franz Kafka. En “La vida entera”, la mayor parte de las familias son judeo-israelíes y tan sólo nos encontraremos con un antagonista árabe.

Pasiones, la historicidad del Israel contemporáneo, los cambios y la guerra son centro de esta novela que cuenta con varias metáforas literarias. Deja ver que en Israel hay víctimas y verdugos, pero Grossman es muy cuidadoso para no caer en maniqueísmos. Una de las grandes escenas es cuando un taxista de origen árabe conduce a Ofer al campo militar.

El lenguaje es de los grandes protagonistas de la pluma del autor nacido en Jerusalén, así leemos: “Sólo nos quedaron las palabras huecas, despedazas y en sus cáscaras vacías, hice mi nido como el último pájaro, el superviviente de una gran catástrofe.”

Hay un manejo del lenguaje como búsqueda y herencia, filigrana de una escritura sobresaliente: “Sois como lobos vuelve a darle vueltas en la mente; no quiero estar con vosotros. En lo más hondo de mi ser se siente conmovido por esas palabras tan sencillas que él lleva buscando hace casi más de 30 años.”

“La vida entera” maneja en su trama una conciencia literaria y política, lo hace de una manera fluida y convincente. También es necesario destacar que tiene una gran protagonista femenina llamada Ora, quien se divide entre sus cuatro hombres: sus dos hijos, uno llamado a filas en plena guerra y el otro en viaje con su padre por América.

Por otra parte, están sus dos amantes (su ex-marido, y su gran amigo torturado por el ejército egipcio durante la Guerra de los Seis Días. Ella no soporta que su hijo Ofer haya decidido integrarse al ejército, teme mucho recibir una carta que le notifique que su hijo ha muerto.

Para negarse a esa posibilidad ella viaja a pie por el país, sin celular, como un conjuro, acompañada por Abram el verdadero padre del militar.

En suma, “La vida entera” es una gran novela donde Ora se revelará como un personaje esférico que al contarse a sí misma y los otros, la existencia de Ofer se sentirá redonda como madre y mujer.

También cabe apuntar la maestría del lenguaje, su final abierto apela a la complicidad de un lector inteligente.

 

 

 

 

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.