Enlace Judío México e Israel.- El encabezado de esta nota, de entrada, nos dice que existen dueños en el boxeo. Ante esto surge la duda de ¿cómo un deporte podría tener dueños? Y aunque en realidad, todo indicaría que esto sería absurdo, la verdad es que la figura del promotor en varios deportes ha tomado tal poder que se comienzan a adueñar de gran parte de estos, especialmente en el boxeo.

ISAAC SHAMAH PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Dejando esto en claro, hoy les platicaré la historia de uno de los dueños del boxeo, y para comentarles su increíble llegada a la cima, les pido que nos imaginemos el principio de la década de los 30’s en Estados Unidos, época caracterizada por haberse presentado la Gran Depresión estadounidense, que afectó mucho a las ciudades más grandes de Estados Unidos, entre ellas Nueva York, nace Bob Arum en esta misma ciudad, en una época complicadísima, en una familia judía ortodoxa, que estaba pasando por momentos económicos muy complicados.

Al nacer en esta complicada época, Arum pasa varios años sin ningún tipo de lujo económico y comienza a trabajar desde pequeño para tener algo de dinero.

Al llegar a la Universidad, Bob decide estudiar derecho e irse convirtiendo en abogado… lo que posteriormente lo convierte casi en un abogado del diablo.

Al terminar la licenciatura, Bob comienza a trabajar en un bufete de abogados y después de algunos años, para 1962, tiene la fortuna de representar el caso de confiscación de bienes de la pelea de Sony Liston vs Floyd Patterson. En el caso, Bob conoce a mucha gente del fascinante mundo del boxeo, hace bien su trabajo y al finalizar conoce a Jim Brown y a Lester Malitz, quienes le sugieren iniciar una carrera como promotor. Se dice que Arum no había visto ni una pelea de boxeo hasta 1965 año en el que comienza su carrera como promotor.

Al poco tiempo, parecía que Arum estaba hecho para ser representante de pugilistas y armar buenas peleas, por lo que Jim Brown presenta a Bob con Muhammad Ali y a la postre, aunque Bob es judío y Ali era musulmán, Arum se termina convirtiendo en el promotor del rey del boxeo y con esto su carrera se comienza a consolidar como el mejor promotor del deporte.

Para los 80’s, Bob ya se ha convertido en el mejor promotor del boxeo y en esta década, comienza a ser conocido por hacer las mejores peleas de la historia del boxeo y también por cobrar muy caro. Entre las peleas más famosas que Bob organizó se encuentran: Sugar Ray Leonard vs Thomas Hearns, Holyfield vs Foreman, Hagler vs Leonard y entre los boxeadores más famosos que Arum ha representado, además de los mencionados, se encuentran Oscar de la Hoya, Miguel Cotto, Manny Paquiao, Erick Morales, y por supuesto Julio Cesar Chávez.

Gracias a todos estos boxeadores, Arum se ha vuelto uno de los dueños del boxeo, sin embargo, no todo es perfecto y de hecho está lejos de ello, dado a que Arum ha sido blanco de muchísimas críticas a lo largo de su longeva carrera, gracias a sus altos costos, a armar peleas entre dos de sus peleadores y cobrar doble, a sus contratos ventajosos, sobre todo contra peleadores de menos nombre que los que representa y la que más le reclama el público, por no armar peleas espectaculares en su momento, dado a que no sería el más beneficiado, como la Paquiao vs Mayweather. Gracias a su gran carrera, Arum hoy vale más de 300 millones de dólares sin necesidad de haberse puesto unos guantes para boxear.

A pesar de todo esto y de convertirse en el mejor amigo de unos y el peor enemigo de otros, Arum es una de las personas más influyentes en la historia del boxeo, ha dado su vida al deporte en la comunidad judeo-estadunidense y a nivel mundial. Y aunque es amado por muchos y odiado por otros, lo que es innegable es que, así como varias peleas se tardaron en llevarse a cabo gracias a él, muchas otras nos dieron grandes momentos a todos los aficionados del deporte, también gracias a él.

 

 

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.