Enlace Judío México e Israel – Una compañía israelí dijo que, por primera vez, tuvo éxito al producir carne artificial en un laboratorio en el espacio exterior.

Aleph Pharms dijo en un comunicado ayer lunes que los astronautas en el sector ruso de la Estación Espacial Internacional (EEI) habían llevado a cabo el experimento el 26 de septiembre, demostrando que se podía crear “carne sin sacrificio de animales” a 400 kilómetros sobre la superficie de la Tierra sin acceso a todos los recursos naturales necesarios para desarrollar la carne cultivada, informó este martes el sitio The Times of Israel.

“Este experimento conjunto marca un primer paso significativo hacia el logro de nuestra visión de garantizar la seguridad alimentaria para las generaciones futuras, al tiempo que preservamos nuestros recursos naturales”, dijo en un comunicado el director ejecutivo de Aleph Farms, Didier Toubia.

La compañía dijo que había cultivado células bovinas cosechadas en la Tierra en tejido muscular en condiciones de microgravedad utilizando una impresora 3D, creada por la compañía rusa 3D Bioprinting Solutions.

El experimento utiliza la técnica de Aleph Farms, establecida en la ciudad israelí de Rehovot, para imitar el proceso natural de regeneración de tejido muscular que ocurre en el cuerpo de una vaca, creando un pequeño filete.

Meal Source Technologies y Finless Foods, con sede en EE.UU., también participaron en el experimento.

“Estamos demostrando que la carne cultivada se puede producir en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier condición”, dijo Toubia. “En el espacio, no tenemos 10,000 o 15,000 litros de agua disponibles para producir 1 kilogramo de carne”.

Varias empresas israelíes se han unido a un puñado de empresas en todo el mundo que intentan desarrollar carne cultivada en laboratorio, algo que es visto como una posible solución humana a las necesidades de la creciente población mundial y la creciente demanda de alimentos.

El producto se conoce con diferentes nombres, incluyendo carne cultivada, in vitro o artificial y “carne limpia”, un término que los defensores dicen que subraya su naturaleza ecológica. Básicamente está hecho de células musculares animales cultivadas en un cultivo de laboratorio, una tecnología similar a las células madre.

Los defensores dicen que la carne cultivada en laboratorio es sabrosa y mejor para el medio ambiente que la carne convencional. Dicen que consume menos agua, energía y tierra, produce menos gases de efecto invernadero y reduce el sufrimiento de los animales.

Aleph Farms, una startup israelí lanzada en 2017, anunció en diciembre haber logrado producir un “filete diminuto” cultivado en laboratorio hecho de células bovinas que se parece mucho a la textura y el sabor de la carne natural de res.

Por ahora, los pequeños filetes tienen solo 3 milímetros de ancho, aproximadamente del tamaño de una tira muy delgada de filete.

La primera hamburguesa cultivada en laboratorio fue hecha por una compañía holandesa en 2013 a un costo de más de 300,000 dólares. Los costos de producción han caído en los años posteriores. El año pasado, se informó que la alternativa de carne molida de Memphis Meats con sede en EE.UU. costó alrededor de 2,400 dólares por medio kilogramo. Cada porción de “filete” de Aleph Farms cuesta alrededor de 50 dólares para producir.

Antes de que pueda llegar a los estantes, la carne cultivada en laboratorio debe someterse a regulaciones alimentarias. La Administración de Alimentos y Medicamentos y el Departamento de Agricultura de EE.UU. anunciaron en noviembre que “supervisarían conjuntamente la producción de productos alimenticios cultivados con células derivados del ganado y aves de corral”.

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