Enlace Judío México – Está semana empieza Janucá, una de las festividades más practicadas en el mundo judío. Es una fiesta que nos recuerda a admirar a D-os en la oscuridad, en la soledad y en la naturaleza. Celebramos la victoria militar de los macabeos contra la invasión griega, la dedicación del Templo de Jerusalén a los servicios y la manifestación de D-os a los sacerdotes judíos través de un milagro íntimo, discreto y sencillo. En el trasfondo Janucá nos habla de la Presencia de D-os a través de la intimidad. A continuación mencionamos cinco puntos que pueden no ser tan conocidos. Esperamos les guste.

1) El nombre de Janucá tiene numerosos significados

La palabra significa “dedicación”, recuerda el momento en que el Gran Templo de Jerusalén regresó a manos judías y volvió a ser consagrado. Sin embargo, también proviene de la palabra “jinuj” que representa educación.

2) Janucá dura ocho noches porque conmemora el tiempo que la Menorá ardió en el Templo

Una de los eventos más importantes que celebramos en Janucá fue el milagro del aceite que ocurrió cuando los macabeos recuperaron el Templo de manos griegas. Para santificar el recinto, volver a iniciar los servicios y dedicarlo a D-os nuevamente era necesario que la Menorá sagrada ardiera con aceite de oliva al menos ocho noches. Ese aceite tenía una serie de requerimientos especiales; debía ser preparado por los sacerdotes, tener la primera gota de la aceituna al ser exprimida y debía mantenerse en su estado puro a lo largo del tiempo. Después de que los griegos vandalizaron el templo y lo usaron para fines idolátricos, fue un milagro que los judíos encontraran aunque sea un pequeño jarro de aceite con el sello del Sumo Sacerdote, certificándolo como propio para ser usado. Sin embargo, el milagro más grande fue que dicho aceite de escasas proporciones durará ocho noches en vez de una.

3) Al final de las ocho noches se prenden en total 44 velas

La Janukiyá es un candelabro especial para Janucá que tiene espacio para ocho velas alineadas horizontalmente y una vela separada de la línea. La vela que ocupa el espacio separado se llama Shamash y en realidad no se considera como tal parte de las velas que deben prenderse en Janucá, es más bien una vela auxiliar, con ella prendemos las otras velas y producimos una luz útil, para admirar y santificar las demás. Las otras velas son propiamente las velas que prendemos por Janucá y que tienen el carácter de sagradas, son en total 36 y representan la luz de la Creación primigenia y la luz de los 36 sabios que iluminan al mundo en cada generación. Cada noche se prende una vela más que la noche anterior y sólo la última noche la Janukiya se enciende completamente.

4) Antes, en lugar de regalos se daban moneditas de oro o de chocolate

Dar regalos de Janucá es una tradición muy reciente que se popularizó en Estados Unidos y se expandió hacia otras comunidades; surge del deseo de alegrar a los niños y hacer más festiva la celebración. Sin embargo, sigue siendo una tradición muy reciente y que no ha sido adoptada en todas las comunidades. Antes, lo que se acostumbraba era dar monedas de oro o chocolates con forma de moneda a los niños en recuerdo al estudio de Torá.

5) El famoso dreidel o pirinola de Janucá se inventó para encubrir el estudio de Torá de los guardias griegos

Desde hace varios años hasta la fecha existe la tradición en Janucá de jugar con una pirinola cúbica que tiene letras hebreas. El juego originalmente fue hecho para distraer a los guardias griegos que prohibían el estudio de Torá a los niños judíos.