Enlace Judío México e Israel – Sé feroz como un leopardo, grácil como un águila, veloz como un venado y fuerte como un león para hacer la voluntad de tu Padre en el Cielo.

Rab. Ariel Bar Tzadok – El leopardo, el águila, el ciervo y el león; éstos son los cuatro animales de Ben Teima. Lo más interesante de esta afirmación es que es el único momento dentro de los textos toraicos que se nos pide emular el comportamiento animal. Si bien, en la Torá misma D-os compara algunas de las tribus con animales, no nos dice que debamos imitar sus cualidades. Si bien el significado es simbólico, es importante analizar el símbolo.

Muchas culturas en el mundo, han imitado las características animales para inspirar la acción humana. Uno de los ejemplos más famosos es el del Kung Fu chino, que usa movimientos animales para el desarrollo de un arte marcial. Lo que es muy interesante de Ben Temima es que también nos pide emular a los animales para luchar, sin embargo, la lucha que libra no es contra otro hombre sino contra sí, contra la tentación. Trataremos de analizar particularmente cada uno de los animales.

El leopardo es un animal majestuoso, muy parecido en fuerza al león. Sin embargo, la cualidad que se nos pide emular es “az”, su orgullo. Al mismo tiempo en la Torá “az panim” (quien porta orgullo en la cara) se usa para describir a aquellos que van al Gueinom. Por un lado se nos enseña a imitar el orgullo del leopardo y por otro se nos previene de hacerlo.

Esto se resuelve comprendiendo en qué contexto el orgullo se considera una virtud y en qué contexto se considera un vicio. Cuando está al servicio de Dios es una virtud, cuando está en oposición a Dios es un vicio. Uno debe sentirse orgulloso de servir a D-os y de los actos que realiza con ese fin, sin embargo, uno no debe ser arrogante frente a su prójimo, puesto que si su arrogancia causa alejamiento a D-os dentro de la otra persona uno causa más daño que bien a su servicio.

Después Ben Temima nos pide ser gráciles como un águila. El orgullo es una característica del corazón, la gracia es una de la acción. Uno debe servir al Creador con la facilidad de vuelo que se ve en un águila. Debe crear la atmósfera adecuada que le permita vivir cerca de D-os con la misma facilidad que un águila se mueve por el aire.

La metáfora del venado es similar, así como el águila vuela con facilidad en el aire, el venado corre con agilidad en el suelo. Uno debe servir al Todopoderoso con rapidez de movimiento, como el venado es veloz. La rapidez de un venado implica la unidad de propósito y la rapidez de reflejo para seguir la voluntad de D-os. Así como el venado vive de la tierra y depende únicamente de su Creador, así también el judío debe vivir de su tierra y depender de su Creador. Como el venado, el judío de la Torá es uno con su entorno; evita aquellos que buscan atraparlo.

Por último, la fuerza de un león implica poseer la resolución y convicción de soportar la tentación y aferrarse a los compromisos y obligaciones. Uno debe temer el rugido de la Torá como se teme el rugido del león.

Fuente: Kosher Torah