Enlace Judío México e Israel – El viernes 6 de marzo, en un evento realizado en el Colegio Sefaradí, se leyeron los nombres de varias víctimas de feminicidio, entre ellos dos mujeres de la comunidad judía mexicana.

EN MEMORIA DE PAULINA RAYEK Z”L, 17 AÑOS, ASESINADA EN 1996 EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Paulina volvía de la Naye. Como cada día, la joven tomó un microbús que la bajó en Chapultepec. De allí, se trasladaba a su casa en Polanco. Este día, no llegó. Tres hombres visiblemente drogados la subieron a un coche y la llevaron al Parque Rosario Castellanos. En el trayecto, la lastimaron con un picahielo en las piernas.

Ya en el parque, la tiraron en un hueco de dos metros e intentaron violarla. Ella se defendió, gritando, rasguñando, mordiendo el brazo de uno de ellos. Llenos de furia, la apuñalaron siete veces hasta acabar con su vida.

“Esa misma noche muchos padres de familia, madres de jóvenes adolescentes, llegaron al límite de su asombro y, horrorizados, como única medida a su alcance, sólo atinaron a prodigar recomendaciones a sus hijas para prevenir un ataque como el ocurrido. La barbarie mostrada en el asesinato de Paulina alteró al máximo de su resistencia a todos los sectores de una sociedad agraviada por la crisis económica, por la inseguridad y la ausencia de respuestas gubernamentales concretas” escribió Ricardo Alemán en su columna “Itinerario Político”.

Fuerzas de la Policía se unieron a la comunidad judía para encontrar a los culpables. Una cincuentena de sospechosos fueron interrogados hasta que uno de ellos identifica a los culpables. Se dictó orden de aprehensión contra dos de ellos y fueron arrestados. Al tercero, hubo que sacarlo de su casa en medio de la fiesta de quince años de su hija. La mordida que llevaba en el brazo concordaba perfectamente con la dentadura de la niña asesinada.

Al año, los tres hombres son sentenciados a medio siglo de cárcel. En un intento de fuga, son ejecutados. Sus cuerpos son encontrados con siete puñaladas cada uno.

EN MEMORIA DE SHARON TACHER Z”L, 26 AÑOS, ASESINADA EN 2002 EN HUIXQUILUCAN

A Sharon Tacher, las miradas insistentes de Silvino Reyes, guardia de seguridad del edificio donde vivía, siempre le habían molestado. Lo denunció y fue despedido. Una noche, al volver a su casa, cinco hombres la esperaban. La amenazaron con un cuchillo y la obligaron a abrir la puerta.

Su propósito inicial era robar, pero pronto tenían sometida a la mujer e intentaron violarla. En la lucha, Sharon le quitó el pasamontañas a uno de ellos. Era Silvino. Al verse identificado, el hombre la asfixió con un cojín.

Su cuerpo fue colocado en una maleta e introducido a la cajuela de un auto. La maleta fue lanzada en un paraje de San Vicente Chicoloapan. Se necesitó acudir a su dentista para identificar el cadáver.

Con el apoyo de las autoridades, la comunidad judía pudo obtener justicia en este terrible crimen. Los responsables siguen en prisión.