Enlace Judío México e Israel.- España, como el resto de Europa, es un país no exento de ser antisemita y judeófobo. Las raíces del antijudaísmo religioso son evidentes.

ISAAC LEVY BENBENISTE EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Desde hace casi dos mil años, el mito del pueblo judío como deicida y culpable de la muerte y crucifixión de Jesús ha estado planeando en la educación familiar tradicional española.

Un niño de apenas 5 años de un pueblo remoto de Galicia le dijo a mi hijo que tenía su misma edad que los judíos habían matado a Dios y estaba plenamente convencido de ello porque sus padres se lo habían dicho. El mito de que los judíos bebían la sangre de niños católicos durante la Pascua Judía está por desgracia más extendido de lo que podemos suponer. Y hablo en presente conscientemente y con conocimiento de causa. Incluso no hace tanto tiempo que un estudiante español de Derecho me miró sorprendido para comprobar si tenía cola cuando le dije era judío. Parece increíble pero por desgracia es cierto.

De la misma manera, no ha desaparecido del vocabulario cotidiano y popular el término “judiada” cuando se quiere expresar una fechoría o mala acción cometida. Y se sigue diciendo “matar judíos” a una tradición española en la provincia de León consistente en beber limonada de vino durante la Semana Santa. Igualmente, se sigue creyendo que todos los judíos tienen la nariz aguilucha y que son avaros. Estos mitos ancestrales evidentemente han ido remitiendo algo con el tiempo pero han aparecido otros con igual o mayor virulencia en los últimos tiempos.

Hoy en día, hay un convencimiento generalizado de que los judíos controlan la economía mundial, que todos tienen dinero y poder y que están detrás de casi todos los males de la Humanidad. Por supuesto que no todo el mundo tiene estas percepciones pero sí que se puede afirmar que existe un estigma en este sentido y las teorías conspirativas en torno al pueblo judío están en auge. Y lo peor es que en España no hay prácticamente judíos.

Hace unos pocos años, se hizo un estudio en escuelas españolas y un porcentaje muy elevado de alumnos manifestaron que no desean bajo ningún concepto tener compañeros judíos en su clase. Y existe la falsa creencia que todos los judíos son extremistas religiosos ortodoxos y en la realidad sólo representan un escaso 10% de la población judía.

Igualmente, y en sintonía con otros países europeos, los españoles consideran mayoritariamente que Israel representa la mayor amenaza contra la paz mundial. Y es que precisamente Israel, único estado judío en el mundo, se ha convertido en los últimos años en el blanco de la ira de la opinión pública y de la clase política española, sobre todo de tendencia de izquierda.

Hay como una creencia generalizada que Israel no tiene derecho a existir, de que su creación se debió a presiones del lobby judío y de que mitigan y pisotean los derechos del pueblo palestino. El mito ancestral de que los judíos bebían sangre de niños católicos ha sido ahora substituido con el de que los judíos (ni siquiera israelíes) matan a inocentes niños palestinos de forma cruel e indiscriminada.

El tratamiento manipulador y falso de la mayoría de los medios españoles con respecto al conflicto palestino israelí colabora en fomentar el odio a Israel y por consiguiente a los judíos. Y la ignorancia hace que se identifique a Israel con todo el pueblo judío y hay una confusión tremenda entre ser judío o israelí.

Cuando alguien dice ser judío en España, a mucha gente le cuesta creer que no es de origen israelí. Por tanto, y como pasa en toda Europa, además de la judeofobia histórica existente sobre todo por parte de la España católica y de extrema derecha, aparece con fuerza un antisemitismo disfrazado de antisionismo por parte de la extrema izquierda y de sectores vinculados al yihadismo.

Y ya por último y muy grave, está habiendo cada vez más una tremenda banalización del Holocausto debido sobre todo a la poca cultura educativa existente en España en torno a este tema. A cualquiera que no opina como uno, se le llama nazi y se ha convertido en un insulto habitual y cotidiano.

Querría citar un profesor de historia del Instituto de mi hijo que dijo a sus alumnos hace poco que los judíos hacían a los palestinos lo mismo que los nazis hicieron a los judíos. Esta barbaridad por desgracia está muy extendida. Y no podemos obviar los recientes episodios en Carnavales españoles banalizando de forma evidente el Holocausto.

Por todo ello, es imperiosa la necesidad de emprender políticas públicas educativas ambiciosas en todo el territorio español dirigidas a divulgar lo que fue la Shoah y explicar lo que de verdad es el judaísmo e Israel para mitigar la banalización del Holocausto y sobre todo los mitos antisemitas y judeófobos.

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