Enlace Judío México e Israel – A medida que aumenta el número de pacientes graves con COVID-19, dos de los hospitales más grandes de Israel están abriendo salas subterráneas.

Los dos hospitales son el Centro Médico Rambam en Haifa y el Hospital Beilinson en la ciudad central de Petaj Tikva, informó The Times of Israel.

En Rambam, la actual sala de coronavirus con 70 camas ya alberga a 65 pacientes, 10 de ellos conectados a ventiladores, 26 en estado grave y 13 en estado moderado, según el sitio de noticias Ynet.

La sala subterránea entrará en funcionamiento en las próximas dos semanas, antes de Yom Kipur que comienza el 27 de septiembre. En un principio incluirá 110 camas, pero se ampliará a 770, de las cuales 170 estarán conectadas a ventiladores.

La sala subterránea a prueba de cohetes se construyó tras la Segunda Guerra del Líbano en 2006, durante la cual Haifa fue bombardeada por cohetes lanzados por Hezbolá.

El Hospital Beilinson abrió este miércoles su sala subterránea para pacientes con COVID-19, que incluye 206 camas, 200 de ellas con ventiladores. Este viernes, el centro recibirá 40 pacientes de hospitales del norte cuyas salas de coronavirus se han saturado.

La instalación de Beilinson fue construida en sólo dos meses por el Departamento de Ingeniería y Construcción del Ministerio de Defensa.

El nuevo confinamiento nacional entrará en vigor mañana a las 14 horas y durará al menos tres semanas.

Israel ha visto un pronunciado aumento de casos de COVID-19 en las últimas semanas, alcanzando una de las tasas de infección per cápita más altas del mundo.

Según los datos publicados por el Ministerio de Salud de Israel, el martes se registró un máximo de alrededor de 5,500 nuevos contagios, pero este jueves disminuyeron a 4,537.

La cifra sigue siendo muy superior a los 1,000 casos diarios a los que aspira la dependencia sanitaria antes de considerar el levantamiento de algunas de las medidas del confinamiento, que implicarán la restricción de movimiento, el cierre de escuelas, restaurantes, gimnasios y albercas entre otras limitaciones.

El sector público verá reducido su personal a lo largo del confinamiento nacional, en tanto que el sector privado, con excepción del sector turístico, comercio y de recepción, continuará operando pero sin recibir clientela bajo los lineamientos del “estándar púrpura” aprobados por el gobierno. Los negocios de servicios esenciales, como alimentos y medicamentos, operarán sin interrupciones.

En espacios cerrados, se permitirá como máximo una congregación de 10 personas, número que ascenderá a 20 en espacios abiertos, divididos en cápsulas.

Un total de 171,768 personas contrajeron el coronavirus desde el comienzo de la pandemia casi el 2% de la población de Israel.

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