Enlace Judío – Cientos de ultraortodoxos participaron el jueves en una ceremonia masiva de encendido de velas de la última noche de Janucá en Jerusalén, sin usar máscaras ni mantener ningún distanciamiento social, según se apreció en imágenes difundidas en redes sociales.

 

 

Las personas que acudieron a este evento masivo, según informó The Times of Israel, eran miembros de la comunidad Pnei Menajem del rabino Shaul Alter.

Se trató del más reciente caso de desacato de las normas sanitarias por COVID-19 proveniente de la población ultraortodoxa en Israel, cuando el país se ha visto inmerso en un nuevo incremento acelerado de contagios de coronavirus que amenaza con llevar a un nuevo confinamiento nacional y sobrecargar a los hospitales.

Aunque la mayoría de la población ultraortodoxa israelí cumple con las normas sanitarias, algunas congregaciones han sido notorias en su negativa a hacerlo.

Las cifras del Ministerio de Salud mostraron el jueves un aumento significativo de la morbilidad en las comunidades ultraortodoxas, donde una de cada nueve pruebas resultó positiva. Los datos sitúan el porcentaje de pruebas positivas en el sector ultraortodoxo en un 10.6%, con cada portador infectando a otros 1,58 en promedio.

En una reunión informativa el jueves con periodistas, la jefa de la división de servicios de salud pública del Ministerio de Salud de Israel, Sharon Alroy-Preis, dijo que el 12.8 por ciento del total de casos positivos en Israel son de comunidades ultraortodoxas, a pesar de que el sector representa el 6.7% de las muestras totales.

Los expertos médicos estiman que los ultraortodoxos han representado alrededor de un tercio de los casos de coronavirus en el país, a pesar de que representan solo el 12 por ciento de la población.

Los funcionarios de salud dijeron al Canal 12 que el aumento de movimiento y reuniones durante la festividad de Janucá probablemente conducirá a un aumento drástico en el número de casos.

Los funcionarios temen que en las próximas semanas se puedan diagnosticar entre 5,000 y 6,000 nuevos casos al día y hasta 800 pacientes gravemente enfermos para fines de enero. En los últimos días, el recuento diario de casos se ha acercado a los 3,000.

Durante la primera ola de coronavirus a principios de este año la comunidad ultraortodoxa fue afectada después de que algunos rabinos desaconsejaran la adopción de órdenes del Ministerio de Salud que tenían como objetivo frenar la propagación del coronavirus. El rechazo a algunas directivas del Ministerio de Salud continúa en algunas partes de la comunidad.

Las festividades han traído consigo congregaciones masivas, así como los funerales en varias ocasiones.

En otro aspecto de la pandemia, esta semana los principales rabinos ultraortodoxos Jaim Kanievsky, Gershon Edelstein y Shalom Cohen recomendaron a sus comunidades que se vacunen contra COVID-19.

Los tres líderes espirituales pidieron una opinión médica sobre el asunto al rabino Elimelej Firer, quien dirige una destacada organización médica caritativa. Esa opinión fue publicada el martes a nombre de Kanievsky, Edelstein y Shalom, quienes concluyeron que “cualquier persona que tenga la opción de recibir la vacuna debe hacerlo”, diciendo que se ha demostrado que la vacuna es segura bajo métodos científicos estándar aceptados.

Israel se está preparando para comenzar gradualmente la vacunación masiva de su población la próxima semana con la dosis desarrollada por Pfizer-BioNTech, pero los funcionarios del Ministerio de Salud han mostrado preocupación por la vacilación del público para vacunarse.

Encuestas han demostrado que entre el 50 y el 75 por ciento de los israelíes desconfían de recibir la vacuna contra el coronavirus, aparentemente por temor a que la prisa por producir una vacuna haya comprometido su seguridad y por sus posibles reacciones.

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