Enlace Judío – Yehuda Meshi-Zahav, presidente de la organización de emergencias ultraortodoxa ZAKA, quién ha perdido a un hermano y a su madre a causa de COVID-19, lanzó fuertes condenas contra los sectores de la sociedad ultraortodoxa en Israel que desacatan las normas sanitarias que se han impuesto en el país para contener la pandemia.

“Este es un fracaso de nuestras luminarias más respetadas”, dijo en una entrevista con el portal israelí Ynet, recogió Arutz Sheva. “Me entristece decir esto, pero algunos de ellos son peores que los que niegan el Holocausto; después de todo, los negacionistas del Holocausto rechazan la historia, mientras que estos están rechazando el presente. Estuve recientemente en un hospital, había tanto llanto, tanto grito, tanto dolor”.

Los desacatos manifiestos y reiterados entre algunos sectores y líderes de la población ultraortodoxa en Israel han dado de qué hablar desde el comienzo de la pandemia. El lunes, cuando Israel registró 10,051 nuevos contagios de coronavirus, la mayor cifra de casos en una jornada hasta el momento, una boda masiva ultraortodoxa con cientos de invitados, en violación a las pautas sanitarias, se celebró en la ciudad de Bnei Brak.

El propio primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se sumó a las condenas este martes contra los responsables de dicha boda multitudinaria, y en general contra todos los israelíes de cualquier origen que continúan haciendo caso omiso de las normas sanitarias, a los que acusó de cometer con su conducta un “derramamiento de sangre“.

“¿Qué pasó con nuestros grandes líderes?”, continuó Meshi-Zahav. “¿Cómo pueden llamarse a sí mismos libres de culpa? Hay ‘rabinos’ entre nosotros que, con toda probabilidad, son culpables de más de una muerte”.

“No había casa donde no hubiera un cadáver”, dijo, citando el libro del Éxodo. “Ni ningún edificio de apartamentos, ni siquiera ningún barrio. Uno puede caminar por los vecindarios de jaredíes y ver vallas publicitarias digitales que agregan nuevos nombres de los fallecidos cada pocas horas.

La madre de Meshi-Zahav, Sara Zeisel, falleció el lunes por complicaciones por COVID-19 tras un mes de luchar contra la enfermedad. Mientras que su su hermano, Moshe, de 59 años murió solo dos días después de que la madre de ambos fuera hospitalizada.

“44 personas han muerto en el último día. Son 44 familias cuyo mundo ha sido destruido, 44 ​​familias para las que nada volverá a ser lo mismo, y todavía ignoramos las pautas. ¿Cómo es que no ven esto? Cada uno de estos ‘líderes’ es una bomba de tiempo. Creo que en lugar del tradicional ‘Que el Señor consuele a la familia’ en los obituarios, deberíamos comenzar a escribir ‘Que el Señor vengue su muerte’. Estar en la sala de pacientes con COVID-19, escucharlos pedir agua, enfermeras, ayuda para ir al baño, es desgarrador y el personal no puede ayudarlos a todos. Vi ambulancias llevándose cuerpo tras cuerpo.

“Es una vergüenza para nuestros líderes que el público desprecie tan profundamente las directrices. Estas son las personas que están propagando infecciones en nuestra comunidad. Su ejemplo es una bomba de tiempo, un cohete dirigido a nuestros vecindarios para causar muerte y destrucción.

Meshi-Zahav agregó: “Lo que está sucediendo en el público es increíble. ¿No recuerda la gente el mandamiento de cuidar de su propia vida? Sabemos que debemos acudir a los mejores médicos y profesores para todo tipo de problemas. ¿Qué tiene de diferente?”

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