Enlace Judío México e Israel – ¿Cuántas veces podemos hacer un ensayo?

Quizás muchos, pero también hay un momento que dentro de los mismos tenemos que darles un giro y ejecutar más a una acción ya real, esto no quiere decir que los ensayos no sean buenos, sino al contrario como una experiencia para después actuar en la vida, sin embargo a veces la gente se queda en el ensayo y no puede llegar a la acción real, porque hay mucha demanda para el rol principal y a veces no alcanza a cubrir a sus futuros protagonistas.

Al empezar el ensayo, es la manera perfecta, profesional y dedicada para llegar al rol, pero existen demasiados factores para que el ensayo sea un éxito y cuando por fin se llega a terminar, hay que acudir con el director de la obra para avalar al protagonista, muchos participan y demuestran al director una gran dedicación, un gran trabajo, pero al director solamente tiene una opción y cuando todavía no elige al protagonista es porque aún le quedan quizás dudas y miedos para elegirlo.

Otra manera muy clara de los ensayos es el llamado proceso propedéutico y este, muchas veces sirve para ver si su protagonista es apto para el rol, esto se da mucho en el papel protagónico llamado “El médico” y si de esta forma este ensayo resulto un éxito, entonces ya este actor será el médico, pero si no dio el buen resultado, el protagonista tiene que ir a otro propedéutico apto para él y de esta manera hacerlo ya real.

El proceso del ensayo tiene su periodo, donde también hay caídas libres que le pasan al practicante, pero después las mismas, lo hacen levantarse nuevamente y todo esto es para tener la mejor experiencia y llegar al ascenso, cuando se llega a este punto, se siente un gran esfuerzo y a otros factores que hicieron que su ensayo llegara a la cúspide, algunos hicieron menos esfuerzo, pero también cumplieron con el ensayo y de esta manera enfilarse al rol principal, ambos pasaron varias etapas pero solamente uno escuchó la tercera llamada, otros solamente escucharon la segunda llamada y mientras tanto la persona que llegó a la tercera llamada pudo contemplar como el telón se levantaba y como había mucha euforia y aplausos a raíz de su debut en el que el director se sintió orgulloso por haber logrado formar a este protagonista para que llegara por fin a la obra, sin embargo por otro lado aquellos que no lo lograron, sus talentos quedaron escondidos o quizás el director de la obra todavía no los había encontrado o no los sintió y el punto es que podía haberlos visto y quizás tomar otra estrategia para poder más entrar en cada persona y descubrir al verdadero protagonista, porque muchas veces en su exterior no llego a encontrar al 100%, sino más bien encontró solamente el 50% y el otro 50% quedó olvidado, el director tiene que buscar el camino para entrar a ese 50% faltante y ya cuando se sumen las cantidades, decirle así al protagonista que el ensayo ya se ha acabado y que ahora es el proceso y el momento de la verdad, de ir al debut del profesionalismo, de la responsabilidad y de la oportunidad de ser el gran actor y no ser un actor secundario. Los ensayos son para un momento, pero no para toda la vida y por lo tanto que se nos enciendan las luces del escenario.


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