Enlace Judío México e Israel – El padre es una de las figuras más importantes dentro de la tradición judía. Se encarga de enseñarle Torá a los hijos y que la tradición se continúe a lo largo del tiempo. Igual que la madre es el primer ejemplo moral que el niño recibe y será la figura más estable de orden y límite en la vida del niño mientras éste crece. En algunos grupos, también se le exige ser el primer provisor económico de la casa.

Ninguno de esos roles es tan importante como el primero que mencionamos: ser quien trae la tradición a la casa, no en vano era el padre quien determinaba a que tribu pertenecía una persona y hoy determina la tradición y halajá que se sigue en la casa (Por ejemplo ashkenazi, sefardí, mizraji y las determinaciones de rabinos particulares). Gracias a ese rol se le otorgan ciertos honores; existen tradiciones y costumbres que especialmente honran al padre y le recuerdan su labor tan importante. En honor al Día del Padre que es este domingo hablaremos sobre siete de ellas.

Pidión Habén. Redención del primogénito

El Pidión Habén es la “redención del primogénito.” Antes del pecado del Becerro de Oro todos los primogénitos de cada familia y tribu iban a estar destinados a los servicios en el Tabernáculo; sin embargo, al pecar con el Becerro de Oro demostraron no tener el carácter moral necesario para guiar al pueblo de Israel espiritualmente y ese honor fue dado a la tribu de Levi que se detuvo de participar en el pecado y que luchó contra quienes lo seguían promoviendo. Por eso hoy cada primogénito que nace es necesario redimirlo de su servicio y es el padre el encargado de hacerlo.

Para ello cuando el bebé cumple un mes se realiza una ceremonia en donde el padre del hijo paga a un cohén por los servicios que el niño ya no va a poder realizar en un futuro. La ceremonia es una forma de recordarle al padre la labor tan grande que tiene con su hijo y que éste en realidad le pertenece a D-os. Es un momento de mucho orgullo y alegría para cada familia.

El nombre de los hijos

Usualmente se le pone un Pidión Habén a los hijos, en diáspora incluso es tradición poner dos nombres uno completamente judío que se usa para todas las ceremonias y registros comunitarios y otro secular que se usa en las actas civiles y asuntos no religiosos. La razón es porque se piensa que el nombre guía a la persona a lo largo de su vida, en el Talmud incluso se dice que es el canal a través del cual el alma entra al cuerpo y que ayudará a forjar el carácter de la persona con el tiempo. Aunque la madre y el padre pasan horas interminables discutiendo el nombre de los hijos durante el embarazo es realmente el padre quien nombra al hijo cuando éste es presentado en público. En el caso de los varones esto ocurre el día de su circuncisión, quien dirige la ceremonia le pregunta al padre el nombre del hijo antes de anunciarlo; en el caso de las mujeres ocurre el primer día que el padre pasa a leer de la Torá, usualmente 15 días después de haber nacido la niña.

Bendición de los hijos

Una de las tradiciones más bellas de Shabat es la Pidión Habén. El padre coloca sus manos sobre la cabeza de su hijo o hija y lo bendice, pidiendo que “D-os que haga brillar su rostro frente a ti” y “te haga como Efraim y Menashé” o en el caso de las mujeres “como Sara, Rivka, Rajel y Lea.” Hay casas donde ambos padres hacen la bendición, o donde la madre bendice a las hijas y el padre a los hijos. Sin embargo, lo más común es que este honor sea dado al padre.

Kidush de Shabat

El kidush de Shabat es una de las formas que tenemos de santificar el día. Es un rezo que se hace públicamente con vino en la noche del viernes y la mañana del sábado. Todos tienen la obligación de participar en él. Es un honor muy grande poder dirigir el rezo. Cada casa tiene una tradición distinta, hay quienes hacen el rezo antes de cenar o comer en sus casas y hay quienes prefieren hacerlo en la sinagoga. Cuando se hace la casa usualmente se le da el honor al padre, pues la madre ya tuvo el beneficio de prender las velas por la casa.

La búsqueda del jametz

Cuando llega Pésaj es obligatorio deshacerse de todas las migajas de pan leudado o artículos que puedan contener algún tipo de harina. También en los 30 días previos a la festividad las familias buscan por la casa restos de estos alimentos y limpian artículo por artículo que puedan contenerlos. Para finalizar la búsqueda y la limpieza se hace una ceremonia en la noche donde un miembro de la casa esconde varios pedazos de pan (envueltos para que no rieguen migajas) y otro los busca para quemarlos a la mañana siguiente. La búsqueda simboliza la limpieza espiritual que todos llevamos a cabo durante ese tiempo al igual que la limpieza de la casa. Generalmente se le da el honor al padre de realizar esa búsqueda, es el primer testigo que puede afirmar que en efecto la casa está limpia de harinas.

La Aliá

Uno de los honores más grandes que se le da a los hombres durante el Shabat es el poder leer de la Torá. Todos los Shabatot se lee un fragmento de la Torá, a éste se le llama la perashá de la semana. A su vez se divide en “aliot” fragmentos más chicos que se dan a leer como honor a un número limitado de asistentes. Estas personas como tal no leen del texto sino la persona capacitado para hacerlo lee en su honor y se bendice la Torá en su honor. Cuando se anuncia la aliá se dice el nombre de la persona y el nombre del padre.

La Jupá

Cuando una pareja se casa lo hace bajo una estructura de cuatro palos que se llama jupá, en la ceremonia una forma de honrar a los padres es invitarlos a pararse junto a los novios bajo esta estructura. De esa forma entregan a su hijo o hija a la nueva casa que van a formar con su cónyuge