Enlace Judío / rab Shlomo Katz – Este fin de semana observaremos Tisha B’Av. El Midrash Eijah Rabá relata: Había una mujer en el vecindario de Rabban Gamliel cuyo hijo murió en la flor de la vida, y ella lloraba por él todas las noches. Rabban Gamliel oía su llanto, recordaba la destrucción del Bet Hamikdash (Templo) y lloraba con ella hasta que se le caían las pestañas. [Hasta aquí del Midrash]

R’ Jaim Zaijyk z “l (1906-1989; Rosh Yeshiva de Yeshivat Bet Yosef-Novardok en Buczacz Polonia; más tarde en Israel) pregunta: ¿Qué relación hubo entre la pérdida de esa mujer y la destrucción del Templo? ¿Necesitaba Rabban Gamliel inspirarse en el llanto de aquella mujer para sentir la pérdida del Bet Hamikdash? Además, ¿por qué no compartió el dolor de la mujer y lloró por su pérdida?

R’ Zaijyk lo explica: El Midrash transmite la idea de Rabban Gamliel de que cualquier tragedia personal que experimente un individuo es consecuencia de una tragedia colectiva del pueblo judío: la destrucción del Bet Hamikdash. Si hiciéramos méritos, viviríamos seguros, en un estado constante de: “Los judíos tenían luz y alegría, y gozo y honor” (Ester 8:16). En las lágrimas de esa mujer, Rabban Gamliel escuchó las lágrimas de los miles y miríadas de judíos que murieron durante la destrucción del Templo y otras tragedias, y lloró por cada individuo y por la nación colectivamente.

También para nosotros, continúa R’ Zaijyk, las tragedias personales pueden ayudarnos a sentir el dolor de la tragedia nacional. Ninguno de nosotros puede comprender plenamente la destrucción del Bet Hamikdash. Pero podemos centrarnos en una pérdida personal y, a partir de ahí, llegar a sentir la pérdida nacional. (Ohr Jadash: Bein Ha’meitzarim p.492)

Fuente: torah.org

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